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Cambiar de residencia con 80 años

Como consecuencia del cierre de la residencia en la que se encontraban, 29 mujeres mayores de 80 años se han trasladado a un centro CleceVitam de nueva apertura

Tres de las primeras residentes del nuevo centro CleceVitam Pardo Bazán en Vigo.
Tres de las primeras residentes del nuevo centro CleceVitam Pardo Bazán en Vigo.Diego SánchezLa Razón

La filial de Clece dedicada a la gestión integral de residencias privadas, CleceVitam, ha inaugurado un nuevo centro en Galicia, concretamente en Vigo. Para ello ha contado con unas primeras residentes de excepción. Y es que 29 residentes del centro para mayores Las Angélicas (Vigo), se han mudado a CleceVitam Pardo Bazán, tras el cierre del primero.

La transición ha supuesto un reto. “Lo primero que abordamos fue el traslado de sus pertenencias, algo que hemos hecho con especial cuidado; así, cuando ellas han llegado, han visto todo colocado en sus habitaciones -completamente equipadas- y se han puesto muy contentas”, celebra Iria Rey, gerente de CleceVitam en Galicia. De esta forma, las residentes comienzan a aclimatarse a su nuevo centro de forma natural.

Antes que lo material, se ha atendido el componente emocional: “Hemos trabajado el cambio, previamente, con las residentes, algunas de las cuales llevaban cerca de 30 años en Las Angélicas. Hablar con ellas para explicarles cómo se iba a realizar todo y que sus familias nos estuvieran apoyando ha sido fundamental”, agradece Rey. Además, el papel de los 12 trabajadores de Las Angélicas que se incorporan al equipo de CleceVitam Pardo Bazán “ha sido decisivo”. Al final, relata, todas las usuarias estaban deseando llegar al nuevo centro.

La incorporación se está haciendo “de forma gradual, según la unidad de convivencia en la que estarán en el nuevo centro”, destaca Montse Pérez, trabajadora social de CleceVitam Pardo Bazán. Y es que los usuarios se establecerán en unidades de convivencia, cuyo objetivo es que personas con capacidades e intereses similares puedan vivir juntas y compartir sala de estar y comedor. Poco a poco, añade, irán descubriendo los espacios comunes que van a compartir.

“El primer día me lo pasé curioseando”

Esperanza Redondo, de 89 años, afronta emocionada el cambio: “En los siete años que estuve en Las Angélicas he sido la mujer más feliz del mundo, así que aquí, como muchos trabajadores se han venido con nosotras, seguro que seguiré siendo igual de feliz”.

Por su parte, el primer día de Carmen Padrós (92 años) en el centro: “Me lo pasé curioseando, aprendiendo dónde está cada cosa y cómo funciona todo para tomar posesión de mi nueva casa. El traslado hasta la nueva residencia ha sido perfecto y lo he vivido con una alegría tremenda. En esta vida todo evoluciona, así que hay que mirar al frente y acostumbrarse a las cosas nuevas”.

La mudanza también se ha hecho pensando en las familias, que han aceptado este cambio con ilusión y agrado. Fernando Losada, sobrino de Concha Losada, una usuaria de 90 años que ha vivido el traslado, explica: “Cuando nos enteramos de que Las Angélicas cerraban, fue un impacto grande para ellas y sus familiares, pero una vez que CleceVitam nos dio la oportunidad de venir a unas nuevas instalaciones con unas condiciones bastante ventajosas, a mi modo de ver, nos pareció bien y todo fueron facilidades, así que de momento muy agradecidos con todo lo que estamos viendo y recibiendo de parte de la nueva residencia”.

Un nuevo centro que busca la excelencia

CleceVitam Pardo Bazán se encuentra ubicado en un entorno tranquilo, cómodo y con la privacidad necesaria. Con un total de 93 habitaciones -47 dobles y 46 individuales-, distribuidas en 6 plantas con unidades de convivencia, y unos espacios comunes adaptados a la movilidad reducida, este centro de nueva construcción está equipado con la última tecnología y protocolos frente a la COVID-19, como el robot Xenex, el sistema de desinfección por luz ultravioleta (UVC) conocido por ser la única tecnología capaz de destruir el SARS-CoV-2, causante de la COVID-19.

En la residencia trabajan actualmente 24 empleados que llegarán a ser unos 80 cuando esté a pleno rendimiento. Se trata de un equipo profesional y multidisciplinar de médicos, enfermeros, psicólogos, terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas, trabajadores sociales, animadores socioculturales, personal de atención directa, auxiliares de mantenimiento, personal de limpieza y cocineros atienden a diario todas las necesidades de las personas mayores.

Los profesionales del centro se esfuerzan en que todos los usuarios puedan hacer actividades que sean de su gusto. Patricia Caraballo, fisioterapeuta de Las Angélicas que se incorpora a CleceVitam Pardo Bazán, explica que “en los talleres de fisioterapia hacemos trabajos individuales y colectivos, así como gimnasia de dos tipos, para personas que son más dependientes y otras que por su movilidad reducida necesitan otras actividades más cardiorrespiratorias”. Esto cuenta con una gran acogida entre los usuarios, como explica Caraballo: “A los residentes les gusta mucho la fisioterapia porque notan que van ganando en movilidad, en coordinación, en equilibrio y se notan más autónomos”.

Se trata de un centro muy agradable preparado para todo tipo de necesidades, incluyendo las de personas con movilidad reducida, que será el segundo hogar de 140 residentes. Begoña Iglesias es la nueva recepcionista en CleceVitam Pardo Bazán y así lo celebra: “Estrenar unas instalaciones solo puede tener ventajas y me encanta la luminosidad de los espacios. Aunque el día esté nublado, que aquí en Galicia es muy frecuente, siempre tenemos claridad”.

Muy bien ubicado en la ciudad, CleceVitam Pardo Bazán cuenta con una zona verde próxima y un aliciente extra para aquellos usuarios que hayan crecido cerca. Este es el caso de Rosa Campos, de 91 años, que se muestra contenta de estar cerca del “colegio San José de Cluny, del que soy antigua alumna y profesora, y les podré hacer visitas”.

Las personas, siempre en el centro

El nuevo centro trabaja con el modelo de Atención Integral Centrada en la Persona (AICP), una metodología que personaliza al máximo el cuidado de los usuarios. Cada persona es única en capacidades, preferencias, estilo de vida e historia personal.

Natividad Torres, Directora de CleceVitam Pardo Bazán, así lo comenta: “Nos basamos en la atención centrada en la persona, de tal modo que cuidamos mucho que cada residente viva según sus preferencias. Intentamos ser como un hogar, que de verdad sientan que esta es su casa y para ello les damos un trato muy estrecho, de tú a tú”. Psicólogos, terapeutas ocupacionales, trabajadores sociales y otros profesionales del centro hacen una evaluación dentro de su ámbito y la comparten en una reunión grupal para valorar la atención personalizada a cada residente en distintos ámbitos.

Solo así se consigue que los usuarios reciban la mejor atención y que sus familiares puedan tener la mayor tranquilidad, sabiendo que su pariente está en las mejores manos y en el entorno deseable.