Educación

La desconocida historia del pionero de la Formación Profesional

Carlo Gastini fundó la Asociación de Antiguos Alumnos de Don Bosco

Carlo Gastini, en el centro de la imagen, con unos alumnos de la época
Carlo Gastini, en el centro de la imagen, con unos alumnos de la épocaLA RAZONLA RAZON

Juan Bosco, sacerdote y educador italiano del siglo XIX, es conocido, entre otras cosas, por fundar la Congregación Salesiana y promover un modelo pedagógico conocido como «sistema preventivo» para la formación de niños y jóvenes. Pero pocos conocen a una figura clave y hasta ahora desconocida que trabajó junto al que está considerado uno de los santos sociales de la Iglesia y que fue el fundador, en 1870, de los Antiguos Alumnos de Don Bosco como agradecimiento por la educación recibida: Carlo Gastini (Turín,1833-1902).

Cuando se han cumplido 150 años del nacimiento de la asociación, Sergio Rodríguez López-Ros, consejero de la Confederación Mundial de Antiguos Alumnos y Antiguas Alumnas de Don Bosco y vicerrector de la Universidad Abat Oliba CEU de Barcelona, recupera el valor de su figura, le devuelve el papel relevante que desempeñó en la historia de la familia salesiana y pone en valor su legado como uno de los pioneros de la Formación Profesional Dual en su libro «Carlo Gastini. El poeta de Valdocco» (CCS) que, además, está prologado por el Papa Francisco, antiguo alumno de los Salesianos. La vida de Gastini se conoce ahora tras un incansable trabajo de campo del autor en archivos civiles, eclesiásticos, civiles, municipales... Gastini fue padre de familia, maestro, encuadernador, actor y poeta además de fundador de la asociación que reúne a los antiguos alumnos que conforman la «Familia salesiana». Y es que se calcula que 50 millones de personas en el mundo han pasado por algún centro salesiano y más de 100.000 participan en las asociaciones y federaciones que forman parte de la Confederación Mundial de Antiguos Alumnos y Alumnas de Don Bosco, la entidad más antigua de cuantas agrupan a los antiguos estudiantes de escuelas católicas. «Era una figura prácticamente desconocida, de la cual no había ninguna biografía. Vi que Gastini tenía una lectura muy actual porque reflejaba cómo la Iglesia estaba con los más necesitados, como en este caso. Don Bosco tenía un Oratorio en el que recogía a niños de la calle y les trataba de dar una formación integral que les sirviese para la vida, como en el caso de Gastini, que se quedó huérfano de padre y madre», explica Sergio Rodríguez.

El autor sitúa al protagonista de su libro en la Italia del momento. «La que conocemos ahora se forja en Turín, su capital industrial, la Manchester de la época. Mucha gente emigró del campo a la ciudad buscando una oportunidad laboral, pero una vez allí, vivía en muy malas condiciones». Ese fue el escenario en el que arrancó la Congregación Salesiana. El libro está lleno de anécdotas, como el momento en el que Gastini conoció a Don Bosco aprendiendo el oficio de barbero siendo un adolescente, del que cuenta que casi le rebana la cara por su inexperiencia, o el momento en el que el santo se reencontró con él deshecho en un amargo llanto junto al Rondò de la Froca de Turín tras el fallecimiento de su padre y su madre. Fue en ese momento cuando le cogió de la mano y se lo llevó a su casa. Él, como otros niños y jóvenes huérfanos, pasaban el día con Don Bosco, con el que compartían rezos, comidas y actividades.

«San Juan Bosco se da cuenta de la gran influencia de los medios de comunicación de masas y crea lecturas católicas edificantes, que Gastini se encarga de encuadernar. Era muy bueno en este oficio. Era el diseñador de páginas web de su época», cuenta el autor. Pero si hay un legado que agradecer a Gastini es que él fue el creador de una mutualidad. «Es el germen de las entidades de cooperación o de las ONG. La idea surge cuando acaba su formación y se da cuenta de que sus compañeros salen a la calle en un mundo que le es muy hostil y en el que los antiguos alumnos tienen que ayudarse los unos a los otros». Y si hay otro mérito que atribuirle es que es pionero en Italia de la FP que luego llegaría a España. Se da cuenta de la necesidad de formar a la gente en oficios. Y no solo eso, de la importancia de que haya una formación continuada, algo que en nuestros días cobra la máxima actualidad cuando se habla de la formación a lo largo de la vida como algo esencial en el aprendizaje.

Su labor de formación la hizo no solo a través de la formación reglada, también a través del teatro, la poesía y la música. Su legado lleva a una reflexión para el autor: «La vida, la obra y el carisma de Carlo Gastini son una invitación a vivir la salesianidad en el mundo desde el compromiso. Hoy, como ayer, nos formula una inquietante pregunta que constituye todo un reto: ¿qué estás dispuesto a hacer por los demás?».