Consecuencias de la "gran fuga"

«No había base médica para quitar el estado de alarma»

Los expertos denuncian que la decisión se basó en «motivaciones políticas»

Cientos de personas celebran en la playa de la Barceloneta este fin de semana
Cientos de personas celebran en la playa de la Barceloneta este fin de semanaKike RincónEuropa Press

Termina el primer fin de semana tras la supresión total del estado de alarma y los datos y las imágenes han sido muy explícitas. Calles, bares y playas abarrotadas. Un tráfico de salida de grandes ciudades prepandémico. Y cientos de botellones por toda España16.000 personas desalojadas en sólo dos noches en Barcelona–. Todo se traduce en un aumento de contagios. Primero los sufren los protagonistas de la gran escapada. Luego serán sus familiares y amigos en los próximos días, como recuerdan los especialistas. ¿Por qué el cese del estado de alarma a las 0 horas del pasado 9 de mayo si ningún indicador médico-científico así lo aconsejaba? Se trata de una decisión jurídica, que nos devuelve al 14 de marzo de 2020, y cuyo final del toque de queda nocturno supone además la apertura de los cierres perimetrales entre comunidades autónomas.

Un gravísimo error, como explica el profesor Víctor Cid, catedrático de Microbiología de la Universidad Complutense de Madrid y experto en Virología: «La decisión tomada por el Gobierno no obedece a razones médico-científicas, sino políticas, por lo que más que nunca debemos apelar a la educación y al sentido común de la ciudadanía». Este experto insiste en que , especialmente los grupos jóvenes, «no tienen percepción del riesgo y hemos de permanecer vigilantes ante la covid y hacer respetar las normas de seguridad que siguen vigentes. Necesitamos educación cívica y responsabilidad por parte de todos» –arguye el profesor Cid– «porque el fin del estado de alarma no significa, desgraciadamente, el fin de la enfermedad. Y estas imágenes nos hacen presagiar un repunte de casos».

Exactamente en los mismos términos se pronuncia el doctor Marcos López Hoyos, presidente de la Sociedad Española de Inmunología (SEI) y jefe del servicio de esta especialidad en el hospital público Universitario Marqués de Valdecilla, de Santander: «No nos engañemos. A pesar de que nuestros hospitales no están congestionados como el año pasado, siguen muriendo personas por este virus, sobre todo aquellas inmunodeprimidas, con comorbilidad u otras patologías serias. Por eso apelo a la educación cívica de los españoles, y especialmente de los jóvenes, porque las imágenes en televisión son profundamente lamentables celebrándolo como si ya hubiéramos vencido al virus, cuando aquella era una decisión de levantar el estado de alarma era exclusivamente política».

El profesor Cid admite que «contamos con una variable muy valiosa, como es la vacuna. Con el problema de AstraZeneca el ritmo necesariamente se enlenteció, pero en mayo se ha vuelto a acelerar. Los planes de vacunación son confusos así que con todo, cuidado, hasta octubre no conseguiremos ese 70% de ansiada inmunidad de grupo», con lo que contradice al presidente Pedro Sánchez, que el viernes en Granada aseguraba que ese porcentaje se lograría en agosto.

Sí confía Víctor Cid en la vacunación como solución. «Pero todo debería mejorar y salir bien: que no surjan problemas imprevistos por nuevas cepas, que haya disponibilidad de vacunas, que se resuelvan ya cuestiones que fallan en logística y de estrategia, y un largo etcétera».

Cid advierte de que aglomeraciones como las de estos días favorecen la expansión del virus y recalca que lo que más preocupa actualmente es la variante india porque todavía «no ha habido tiempo para comprobar si las vacunas disponibles son efectivas contra ella». Este es el gran reto de la vacunación, «adaptarse a las nuevas infecciones víricas, puesto que las nuevas cepas pueden ser más fácilmente transmisibles».

Precisamente el próximo miércoles los partidos políticos preguntarán al Gobierno durante la sesión de control en el Congreso de los Diputados por la gestión de la pandemia tras el decaimiento del estado de alarma. En concreto, el Partido Popular preguntará al Ejecutivo por qué se niega a aprobar el Plan B jurídico para luchar contra la pandemia.

Más presión hospitalaria

Mientras, las cifras de contagios y fallecidos por el virus se mantienen altas. La Comunidad de Madrid informó ayer, como recogen las agencias, de 439 contagios, de los que 226 fueron notificados en las últimas 24 horas, mientras que los fallecidos fueron tres y ha aumentado la presión hospitalaria, según recalca la Consejería de Sanidad. Durante la primera semana sin estado de alarma, Madrid ha notificado 7.765 contagios y 86 fallecidos.

Las hospitalizaciones han subido en las últimas horas en Cataluña. Los datos facilitados por el Departamento de Salud han señalado un repunte de 33 enfermos (1.115 en total), de los que cinco están en la UCI (403 en total). Según los datos actualizados ayer domingo, el número de fallecidos por la pandemia desde que se inició en marzo del pasado año asciende en Cataluña a 22.060 personas en total, siete de ellas en las últimas horas. Por su parte, los hospitales andaluces tenían ayer 976 ingresados, de los que 272 están en las UCI.

En Euskadi, los últimos datos son del sábado con 281 nuevos casos de covid-19, 126 menos que el día anterior. La tasa de positivos en relación a las pruebas efectuadas ha bajado una décima, para situarse en el 4,5%, y la tasa de incidencia acumulada en 14 días por 100.000 habitantes se sitúa en 316. Respecto a las UCI vascas, acogen a 145 pacientes, las mismas que en el anterior balance. En la vecina Navarra, en la jornada del sábado hubo 66 nuevos casos positivos de infección, según los datos de ayer del Instituto de Salud Pública, tras realizar en el sistema público de salud 1.284 pruebas (957 pruebas PCR y 327 test de antígenos). La tasa de positividad se situó en un 5,1%. Aún se mantienen 106 pacientes ingresados en su red hospitalaria. Hubo un fallecido por lo que el número total de muertes confirmadas en Navarra se encuentra en 1.181.

El cómputo total de víctimas que deja la pandemia de covid-19 en Galicia se elevaba ayer a 2.403 tras notificar la Consellería de Sanidade las muertes de dos personas en hospitales de Vigo y A Coruña, respectivamente.

La Región de Murcia ha registrado 47 nuevos casos positivos.Los decesos registrados por esta enfermedad se mantienen en 1.597 y el número total de afectados desde el comienzo de la pandemia, en 111.670.

Y en Canarias se han registrado 94 nuevos casos en las últimas 24 horas, por lo que el total de casos acumulados se eleva ya a 54.623 con 2.609 activos, de los cuales 54 están ingresados en UCI y 229 permanecen hospitalizados.