Vacunación

Bruselas reclama a AstraZeneca una indemnización de 200 millones de euros por los retrasos

Se comprometió a entregar 300 millones de dosis en seis meses y solo envió 55

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Los Veintisiete sacan las uñas. La Unión Europea reclama a AstraZeneca una compensación de diez euros por cada dosis y por día de retraso a partir del 1 de julio más una multa de 10 millones de euros, lo que abre la puerta a una sanción multimillonaria de 200 millones. Ayer se celebró la primera audiencia pública en el litigio entre la empresa farmacéutica y los Veintisiete en la que la defensa de la UE acusó a la compañía de «violación flagrante» del contrato firmado y de haber puesto en peligro la campaña de vacunación en los Veintisiete. Según los datos de la Comisión Europea, el laboratorio anglosueco se comprometió a entregar 300 millones de dosis en los primeros seis meses del año, pero tan sólo ha suministrado 55 millones. Los Veintisiete quieren que el laboratorio envíe 120 millones de dosis antes de julio y también pretende el suministro adicional de 180 millones de dosis hasta completar los 300 millones prometidos a finales de septiembre. De esta forma, se alcanzaría el objetivo seis meses después respecto a la fecha inicialmente prevista.

Sin embargo, el letrado que que defiende al laboratorio, Hakim Boularbah, niega estas acusaciones y mantiene que la empresa tan sólo se comprometió a realizar «los mejores esfuerzos posibles» a la hora de cumplir con el calendario orientativo de entrega. Además, la defensa asegura que el contrato contiene una cláusula que no la responsabiliza ante posibles retrasos.

No obstante, los Veintisiete argumentan que AstraZeneca no ha cumplido lo estipulado ya que el convenio suscrito le obliga a poner a disposición de los Veintisiete la producción de sus dos plantas en Reino Unido y, durante todos estos meses, ningún vial de las islas ha salido rumbo a la UE. Los Veintisiete han tenido que conformarse con la dosis provenientes de las dos fábricas situadas en Bélgica y Holanda, respectivamente. En una entrevista a «Financial Times», el consejero delegado del laboratorio, Pascal Soriot, reconoció que AstraZeneca había priorizado el suministro a las islas debido a la inversión pública realizada durante la etapa de desarrollo de la vacuna en colaboración con la Universidad de Oxford.

Bruselas mantiene que el calendario de entregas pactado no contemplaba los compromisos de la empresa con otros clientes. Para no enfrentarse nuevamente a estos problemas, en el tercer contrato suscrito entre Bruselas y el laboratorio Pfizer de aquí al 2023, los Veintisiete han exigido que tanto las vacunas como los ingredientes esenciales se produzcan dentro de la UE.

En las últimas semanas, varias informaciones periodísticas habían alertado de la posible falta de pericia de la UE a la hora de redactar estos contratos. El contrato íntegro hecho publico por la cadena italiana RAI contiene una cláusula que exime de responsabilidades y a la que alude la defensa del laboratorio.

Por si fuera poco, los coágulos en las arterias (trombosis arterial) son la causa más común de ictus y se han notificado en detalle por primera vez en adultos jóvenes que recibieron la vacuna de Oxford-AstraZeneca. Así lo recoge un informe de especialistas en ictus del Reino Unido publicado en el «Journal of Neurology Neurosurgery & Psychiatry». Aunque se han notificado anteriormente casos raros de coágulos sanguíneos tras la administración de la vacuna de AstraZeneca, éstos han afectado a las venas y, más concretamente, a las venas del cerebro.

Las personas que han sufrido esta forma inusual de ictus (trombosis de los senos venosos cerebrales) también han tenido un recuento bajo de plaquetas.