Análisis

“Aún no es el momento”

Un hombre se quita la mascarilla en Madrid (España)
Un hombre se quita la mascarilla en Madrid (España)Eduardo ParraEuropa Press

Pese a que el adiós a las mascarillas en exteriores es una medida muy deseada tanto por muchos sectores de la sociedad como por la mayoría de las comunidades autónomas, algunos expertos no están convencidos de que este sea todavía el momento idóneo. Es el caso de Joan Carles March, miembro del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada y profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública.

¿Está de acuerdo con la medida?

Desde luego es una buena noticia, pero es precipitado. Desde mi punto de vista, necesitaríamos bajar un poco más la incidencia acumulada –por debajo de 100 en todas las comunidades– y aumentar el porcentaje de vacunación –al menos el 50% de la población con las dos dosis– para poder tomar esta decisión con tranquilidad. Creo que aún no es el momento, con menos del 30% (28,7%, exactamente) de la población completamente inmunizada y regiones como Andalucía con una incidencia cercana a 180 casos por cada 100.000 habitantes. Hay que ser muy prudentes en este contexto.

¿Entraña riesgos importantes?

Muchos. Pero, más que de riesgos, hablaría de condiciones, sin las cuales el fin de la obligatoriedad de la mascarilla en exteriores sí podría suponer un «paso atrás». En primer lugar, quitárnosla implica ser muy escrupuloso con el mantenimiento de la distancia de seguridad. Si no hay una cosa, tiene que haber otra, y hemos perdido la costumbre, especialmente con familiares, amigos y conocidos. Hay que tener en cuenta que, al aire libre, o es una cosa o es otra, pero la que sea tiene que cumplirse a rajatabla. En interiores, las dos, por supuesto. Dicho esto, es cierto que los contagios en exteriores son testimoniales, pero los hay, y da respeto pensar que puedan aumentar.

¿Cuáles cree que serán las condiciones que se impondrán?

Entiendo que se supeditará la a que se pueda respetar la distancia social. En eventos culturales o deportivos en exteriorer, donde se produzcan aglomeraciones, deberían seguir utilizándose. Lo mismo ocurre en la vía pública, espacios comerciales o de ocio, parques y lugares similares, cuando hay una gran afluencia o concentración de personas.

¿La variante Delta puede suponer un problema?

Hay que tener en cuenta que, aunque actualmente en España esta variante no suponga una preocupación, dado que supone menos del 4% de los contagios, es la causante de que estén cambiando las reglas del juego para países de nuestro entorno cercano. Estamos hablando de una cepa que ha hecho que Reino Unido retrase un mes el fin de la desescalada, y se encuentra inmerso en una escalada de casos que no podía ni llegar a imaginar. Como dice el refrán, «cuando las barbas de tu vecino veas cortar....».