Sin medidas coordinadas

Sanidad se lava las manos ante la quinta ola

Carolina Darias anima a las comunidades a tomar medidas, pero advierte que el Ministero solo les apoyará con 5 millones de test de antígenos y rastreadores militares

Las comunidades tendrán que frenar esta quinta ola con las herramientas jurídicas de las que dispongan. Así de claro lo ha dejado la plana mayor del Gobierno, comenzando por el presidente Pedro Sánchez, que ya el martes adelantó que “no es necesario aprobar ninguna medida más”. Moncloa no quiere asumir el coste electoral de volver a las limitaciones para contener los contagios, por eso deja la pelota en el tejado de los gobiernos regionales.

Ayer, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, volvió a incidir en la negativa a aprobar un nuevo paquete de medidas coordinadas para contener esta explosión de casos, provocada por la relajación de medidas, el aumento de los contagios en los grupos aún no vacunados y la expansión de la variante Delta. El ministerio, recalcó Darias, actuará como mero apoyo ofreciendo rastreadores militares y test para detectar a los jóvenes asintomáticos. “Es importante cortar la transmisión del virus con medidas que ya sabemos que funcionan: detección precoz y el rastreo de contactos. Por esta razón quiero informar que en apoyo de las tareas de cribado hemos puesto a disposición de las comunidades la reserva estratégica de material y 5 millones de test de antígenos para reforzar los cribados selectivos”. “También hemos puesto a disposición los rastreadores de las Fuerzas Armadas, todas las comunidades que los han solicitado cuentan con el informe favorable de Sanidad”, dijo la titular de Sanidad. Baleares, Castilla-León, Asturias, Cantabria y Canarias ya lo han pedido.

La incidencia lleva en ascenso imparable desde el 26 de junio, precisamente el día que se relajó el uso de mascarilla en exteriores. Desde entonces, ha subido 160 puntos hasta situarse en los 252 casos por 100.000, sobrepasando el umbral de “riesgo extremo” . En los jóvenes, la curva escala en una pendiente totalmente vertical, con incidencias de 814 en veinteañeros y de 729 en adolescentes de 12 a 19 años.

Para atajar este escenario, los técnicos de la Ponencia de Alertas trasladaron el lunes la necesidad de dar un paso atrás en la desescalada, cerrando el ocio nocturno, prohibiendo eventos masivos e instaurando límites a la movilidad nocturna, entre otras medidas. No obstante, desde Sanidad descartan implementar alguna de estas medidas de forma coordinada en todo el territorio. “Lo que hicieron los técnicos es hacer una serie de propuestas para que las comunidades las valorasen, el Ministerio siempre va a ir de la mano con ellas”, aclaró Carolina Darias, tras el pleno del Consejo Interterritorial. Además, dijo que “nadie ha pedido en el Consejo medidas coordinadas porque ya existe un amplio elenco de documentos aprobados, como el del semáforo. Ya hay un marco de actuaciones comunes y será cada comunidad la que decida cómo usarlo”.

En comunidades como Cataluña, donde la tasa se duplica, con 556 contagios por cada 100.000 habitantes, y en jóvenes rompe todos los récord con una incidencia de más de 2.000, la Generalitat ha tomado la drástica decisión de cerrar las discotecas en espacios cerrados durante 15 días. Mientras tanto, ultima un plan de funcionamiento para el ocio nocturno. Según explicó ayer el consejero de Salud, José María Argimon, la idea es que solo puedan entrar a los pubs las personas con el certificado Covid que estén vacunadas o que presenten un test reciente. Por su parte, Navarra, Castilla-la Mancha, Baleares, Aragón y Asturias han limitado el horario de apertura de estos locales, Galicia, además, ha anunciado el cierre de parques, playas y plazas donde normalmente se concentran los jóvenes para evitar botellones.

Otras comunidades como Cantabria ya han anunciado que si la situación continúa así volverán a fase 2 y el presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, advirtió que hoy se reunirá la comisión de expertos para anunciar todo un paquete de restricciones. La comunidad que más ha insistido al Gobierno para que actúe de forma contundente es Castilla y León. “Estamos en un momento terrible”, aseguró la consejera de Salud, Verónica Casado, quevolvió a defender ayer en el pleno del Interterritorial volver a instaurar un toque de queda y volver a la obligatoriedad de mascarillas. “quitarlas fue un error”, criticó. De hecho, no solo Castilla y León recomienda su uso también en exteriores, también Cataluña y País Vasco .La ministra le respondió en rueda de prensa, que ninguna de las dos peticiones “están sobre la mesa” y defendió que la relajación del cubrebocas se tomó de forma “prudente” y que, además, fue algo “muy demandado tanto por expertos como por responsables políticos”.

En el otro extremo está Madrid. El Consejero de Educación, Ciencia y Universidades y portavoz del Gobierno regional, Enrique Ossorio, dijo ayer que las medidas para frenar el coronavirus en la región “son suficientes” y no se plantea incrementarlas. “En la Comunidad de Madrid la subida de contagios que existe no está agravando la situación hospitalaria ni de las UCIS”, ha añadido.

Aunque Darias inista en que las comunidades tienen las herramientas para atajar la escalada de contagios, la justicia echa para atrás muchas de las decisiones. Ayer mismo, el Tribunal Superior de Justicia de Canarias suspendió las limitaciones impuestas a la hostelería de Tenerife, porque “los informes no son en absoluto determinantes ni demostrativos de la racionalidad de la medida cuya suspensión se ratifica íntegramente”.

Ante esto, La vicesecretaria de Política Social del PP, Ana Pastor, ha acusado este miércoles al Gobierno de Pedro Sánchez de actuar “a tontas y a locas” tras el aumento de casos de coronavirus y ha afirmado que, 10 días después, de eliminar mascarillas y abrir fronteras hay una “quinta ola”. A su entender, el Ejecutivo “siempre llega tarde”, “a rastras” ,