Temperaturas extremas

10 sencillos consejos para no pasar calor durante el verano

Bajarse la mascarilla es tentador, pero no es un remedio para sobrellevar las sofocantes temperaturas

El aumento de las temperaturas está detrás del 7,4% de las hospitalizaciones por enfermedad renal
El aumento de las temperaturas está detrás del 7,4% de las hospitalizaciones por enfermedad renalAna EscobarAgencia EFE

La primera ola de calor extremo de este verano ha sido sofocante, con máximas por encima de los 40 ºC en muchos puntos de España. La botella de agua, una sombra y un abanico se han convertido en los aliados para sobrellevar el fin de semana más caluroso en lo que llevamos de verano, sobre todo en las horas centrales del día. A las elevadas temperaturas se le suma la mascarilla, una medida para frenar la expansión del virus que es un auténtico incordio cuando aprieta el calor.

Bajarse el cubrebocas en el exterior cuando no es posible respetar la distancia de seguridad interpersonal es tentador, pero no es una forma de aliviar el calor porque la mascarilla sigue siendo obligatoria en estas circunstancias. Por eso, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha recopilado diez consejos básicos para sobrellevar los episodios de altas temperaturas en verano sin bajar la guardia frente al coronavirus.

Muchos de ellos, como vigilar los grupos de riesgo (bebés, niños pequeños, ancianos o personas con enfermedades) o mantenerse hidratado durante todo el día son de sobra conocidos por todos los españoles, ya que cada año las autoridades sanitarias se encargan de recordarlos. Sin embargo, es importante puntualizar que no todos los líquidos nos ayudan a estar hidratados. La OCU recomienda no abusar de los refrescos azucarados, las bebidas con cafeína y el alcohol.

Ojo con las comidas copiosas. En verano es mejor evitar llenarse el estómago con menús muy pesados. En su lugar, una dieta que incluya ensaladas, fruta y sopas frías como el gazpacho es una opción muy inteligente para estar hidratado y fresco con este calor.

También es muy importante no subestimar el sol y usar protección durante todo el día. Descuidar la aplicación de crema solar con un factor de protección elevado puede acarrear graves consecuencias para nuestra piel. Además, la sombrilla no protege completamente de la radiación ultravioleta, por lo que es fundamental protegerse incluso estando a la sombra.

Una buena opción para evitar quemaduras es la ropa, ya que las prendas son “nuestra primera línea de defensa contra los peligrosos rayos ultravioletas”, según explica la Skin Cancer Foundation. Por eso es tan importante cubrirse la cabeza con una gorra o un sombrero. La OCU, además, recomienda llevar ropa holgada y ligera para no pasar calor, así como un calzado que deje respirar a tus pies.

Busca la sombra para aliviar el calor. Parece obvio, pero el verano se lleva mejor en lugares frescos y climatizados, sobre todo durante las horas centrales del día, cuando el sol aprieta de forma más intensa. En estos periodos no se recomienda la práctica de actividades físicas al aire libre.

Hace mucho calor, pero no te quites la mascarilla. Hay que vencer al virus, así que no hay que descuidar las medidas de protección durante la pandemia. Algunos consejos para aguantar con ella puesta es utilizar las quirújicas en lugar de las FFP2 y llevar varias de repuesto para librarnos del molesto sudor.

En el coche, aire acondicionado. Antes de ponerte en marcha hay que mantener una temperatura interior agradable, ya que un exceso de calor provoca somnolencia. Además, un golpe de calor en el coche puede ser fatal, también para los pasajeros más vulnerables, como niños, personas mayores o mascotas.

Cuidado con los medicamentos, deben conservarse y alejarse del calor. Algunos fármacos aguantan bien las altas temperaturas, pero otros deben guardarse en un lugar fresco. La OCU advierte de que los supositorios, los óvulos vagnales y las cremas son especialmente sensibles al calor. Aún así, mantén todo tu botiquín alejado del calor.

Si te encuentras mal por el calor, no dudes y ve al médico. Algunos de los síntomas de un golpe de calor es la piel seca y enrojecida, sudoración excesiva, pulso débil o acelerado, respiración agitada, dolor de cabeza o desmayos.