Sociedad

Calentamiento global

El Mediterráneo, la zona cero del cambio climático

Un macroinforme de Naciones Unidas muestra que los países que rodean ese mar sufren el mayor y más rápido calentamiento

«El Mediterráneo es una zona particularmente sensible donde se aprecia con mayor rapidez el impacto del calentamiento global», asegura el director del departamento de Ciencias de la Tierra del Centro de Supercomputación de Barcelona-Centro Nacional de Supercomputación, Francisco Javier Doblas Reyes. Esta es «una de las conclusiones más evidentes» del Sexto informe científico del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), presentado ayer en Ginebra y que recoge Efe. Para Doblas, uno de los científicos redactores del documento del organismo de Naciones Unidas, «la cuenca Mediterránea es donde se observa un mayor calentamiento y más rápido del continente europeo y del norte de África. Es una de las zonas calientes del calentamiento global junto a zonas del Ártico y otras en los Trópicos», lo que comporta una «serie de implicaciones muy serias con respecto a sectores que son vulnerables al clima y su evolución».

En esta área se aprecia «con mayor rapidez el impacto del calentamiento global», según Doblas Reyes, cuestión que «reafirma las conclusiones de los informes anteriores del IPCC, sobre todo el primero que se publicó en 1990».

El calentamiento del agua del mar Mediterráneo «está provocando» además la migración de especies que buscan aguas y aire más fríos pero, señala, «hay ecosistemas que podrán migrar y otros que lo tendrán más difícil, como los sistemas montañosos, donde las especies muy sensibles a las temperaturas elevadas no podrán seguir yendo a zonas más altas ni tampoco viviendo con condiciones desfavorables».

En cuanto a la evidencia de cambios, dice que hay algunos como la acidificación del océano, con todas sus consecuencias, como el aumento del nivel del mar, pero también el calentamiento de las diferentes capas del océano que tendrá consecuencias sobre los ecosistemas marinos.

Sobre «la circulación del océano existe menos certidumbre», como por ejemplo con relación a «la probabilidad de que la circulación meridional del Atlántico se desacelere, que es uno de los puntos de inflexión que tiene una influencia directa sobre Europa».

Para Doblas Reyes uno de los aspectos más importantes recogidos en el informe es el aumento del nivel del mar, «un proceso que seguirá durante siglos y milenios independientemente de los esfuerzos de mitigación que la sociedad aborde».  Ese aumento del nivel del mar, aparte de «haber comenzado y proyectarse en el siglo XXI con una elevación media dependiendo del escenario considerado que es bastante considerable, va más allá de varias decenas de centímetros». En este sentido, dice, «dependerá del nivel de calentamiento que se alcance a final de siglo, pero es un proceso que no se detendrá ni siquiera cuando lleguemos a la reducción total de gases de efecto invernadero, constituyendo un riesgo para poblaciones y localidades litorales. El aumento del nivel del mar con respecto a principios del siglo XX podrá oscilar entre 40 centímetros y un metro, dependiendo del escenario y siempre en media global» hasta finales de siglo.

Con respecto al año 2300, y a pesar de que se alcance una reducción total de emisiones a mitad de este siglo, se estima que el mar «podría subir unos 50 centímetros, pero considerando el escenario más pesimista se podría hablar de hasta siete metros, sin descartar que se pueda llegar hasta los 15». Esto, incide Doblas Reyes, requerirá «esfuerzos de adaptación a estos cambios a gran escala, no ya solo de un puerto o una playa sino de todo el litoral de la Península Ibérica y de las islas, como recoge el informe del 2019 sobre océanos que se actualizan en este informe presentado hoy», explica.

En España, la primera ola de calor del año amenaza con llegar a casi toda la Península Ibérica y los archipiélagos por la irrupción de aire africano. Se espera que, desde mediados de esta semana, las temperaturas sean extremas en muchas zonas del país, llegando a los 45 grados en algunas comunidades.