Veto de Sanidad
AstraZeneca, la vacuna repudiada, la que menos efectividad pierde
La protección se mantiene prácticamente estable pasados los tres meses frente a la de Pfizer, que cae 22 puntos. Pese a ello, Sanidad apostará por la alemana para las dosis de refuerzo
AstraZeneca dejará de utilizarse en España y en la Unión Europea. La Comisión Europea decidió en mayo no renovar el contrato con esta farmaceútica por sus incumplimientos en la entrega de dosis. A cambio, el Ejecutivo comunitario ha decidido ampliar el suministro de aquellas basadas en ARN mensajero: Pfizer y Moderna. Con ellas se inocularán las terceras dosis
La EMA avaló la semana pasada este pinchazo adicional en personas que con la pauta recomendada no logren la inmunidad idónea. Varios estudios han demostrado que la protección de los sueros aprobados por la EMA disminuye considerablemente a los pocos meses y que, además, la caída es más acusada con Delta.
No obstante, una investigación realizada por la Universidad de Oxford demuestra que la protección de AstraZeneca se mantiene más estable. Según los resultados de este estudio, Pfizer ofrece una protección inicial contra Delta del 90% y cae al 78% pasados los tres meses. Sin embargo, la inmunidad de AstraZeneca se mantiene prácticamente lineal. Tras las dos inyecciones, la inmunidad lograda es del 67%. Pasados los tres meses disminute al 61%. Por eso, la firma anglosueca no se plantea ensayar con una tercera dosis de su vacuna como sí está haciendo Pfizer, que ayer presentó los resultados a la EMA.
Sin embargo, esta dosis de refuerzo no parece ser efectiva contra Delta a tenor de lo que está ocurriendo en Israel. Este país empezó a administrar un tercer pinchazo de Pfizer a medidados de julio en personas de 60 años. Ya va por los de 40 y, sin embargo, el virus está golpeando con más fuerza que nunca. Registra récord de contagios desde el inicio de la pandemia, con más de 11.000 casos diarios.
Pese a ello, el ministerio de Sanidad seguirá apostando por la vacuna desarrollada por la alemana Biontech. AstraZeneca, desde que salió al mercado, siempre ha estado bajo la lupa. En un inicio, España la reservó para trabajadores esenciales menores de 55 años, ya que se le achacó que no había incluido una muestra lo suficientemente significativa de mayores de 60 en sus ensayos. Después, y debido a los trombos ocurridos de forma aislada en jóvenes, Sanidad decidió cambiar su pauta de uso: a partir de ese momento la empleó en mayores de entre 60 y 70 años, cuando meses atrás se quejaba de la falta de evidencia sobre su seguridad en mayores.
El problema es muchos trabajadores se quedaron a medio vacunar. La EMA recomendó que completaran la pauta con la mismisma vacuna de AstraZeneca. Pero Sanidad hizo oídos sordos y encargó al Instituto Carlos III un estudio para avalar la vacunación heteróloga con Pfizer. De poco sirvió. El 90% de trabajadores rechazó el llamado de Sanidad a utilizar la vacuna de Biontech. Prefirieron AstraZeneca.
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