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Pandemia

Hacer ejercicio habitualmente reduce el riesgo de hospitalización por covid en un 35%

Un estudio brasileño evidencia que 150 minutos de entrenamiento moderado a la semana, o 75 de intenso, son un factor de prevencion de las formas graves de la infección

Un grupo de personas mayores realiza ejercicio en el jardín de un centro de día de personas mayores de la Comunidad de Madrid
Un grupo de personas mayores realiza ejercicio en el jardín de un centro de día de personas mayores de la Comunidad de MadridÓscar CañasEuropa Press

Niveles suficientes de actividad física se asocian con una menor prevalencia de hospitalizaciones relacionadas con la covid. En concreto, realizar al menos 150 minutos a la semana de intensidad moderada, o 75 minutos de actividad física de intensidad vigorosa se relaciona con una reducción del 34,3% en la prevalencia de la patología. Así lo demuestran los resultados de un estudio brasileño presentado esta semana en el 38º Congreso Anual de la Sociedade de Cardiologia do Estado do Rio de Janeiro (Socerj).

Los investigadores compararon los niveles de actividad física antes de la enfermedad y las medidas de cuarentena con la prevalencia de hospitalización asociada a la covid en cerca de un millar de pacientes supervivientes infectados con SARS-CoV-2. A través de un cuestionario on line, se recopilaron datos sobre los resultados clínicos (síntomas, medicación, hospitalización y duración de la estancia hospitalaria) y cofactores, como la edad, el sexo, el origen étnico, las enfermedades preexistentes, los niveles socioeconómicos y educativos, y de actividad física mediante el Cuestionario Internacional de Actividad Física (versión corta de IPAQ).

Además, se investigó la asociación de los niveles de actividad física con los síntomas de la enfermedad, la duración de la estancia hospitalaria y la ventilación mecánica. De entre los voluntarios, cerca del 10% fueron hospitalizados a causa de la infección. Los hombres tuvieron una mayor prevalencia de hospitalización (66,6%, p = 0,013), en concreto los mayores de 65 años, obesos y con enfermedad preexistente.

Los resultados de este trabajo se suman a la evidencia ya existente de los beneficios de la práctica de ejercicio físico en la pandemia. En el mes de abril, un estudio del consorcio sanitario estadounidense Kaiser Permanente con casi 50.000 personas avanzó que la actividad física regular proporciona una fuerte protección contra la hospitalización, el ingreso en la unidad de cuidados intensivos y la muerte. Incluso la práctica de ejercicio físico de un modo circustancial redujo las probabilidades de sufrir la infección de forma garve en comparación con las personas que no eran activas en absoluto. Como factor de riesgo, la inactividad física sólo fue superada por la edad avanzada y los antecedentes de trasplante de órganos.