Fuera del protocolo
Las residencias exigen la tercera dosis
Cinco autonomías avalan la petición por el aumento de contagios en estos centros, pero Sanidad lo descarta, “Iremos valorando”, zanja Darias
Ha sido el colectivo más golpeado por la pandemia y, de nuevo, se queda desprotegido. El Ministerio de Sanidad ha decidido no incluir a las residencias de ancianos en su programa de administración de terceras dosis. Este pinchazo adicional está indicado únicamente para personas con trasplante de órgano sólido, los receptores de trasplante de médula ósea y las personas en tratamiento con fármacos anti-CD20, una terapia biológica que se emplea para tratar ciertos tipos de linfomas.
Sin embargo, en la estrategia diseñada por la Ponencia de Vacunas y avalada el martes por la Comisión de Salud Pública se excluye a los centros de mayores. Ayer, cinco comunidades –Castilla-la Mancha, Andalucía, Aragón, Valencia y La Rioja– pidieron a Sanidad que refuerce la vacunación de este colectivo en el pleno del Consejo Interterritorial. Pero la ministra de Sanidad, Carolina Darias, lo descartó. Al menos de momento.
Darias aclaró que se ha empezado con las personas inmunodeprimidas y que en las próximas semanas se irán incluyendo otros candidatos. «La Ponencia de Vacunas va a ir analizando y valorando, de la mano de las sociedades cientificas , aquellos otros colectivos que puedan ir incorporándose», zanjó la titular de Sanidad en rueda de prensa.
El miércoles pasado el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) emitió un comunicado en el que recomendaba esta dosis adicional para aquellas personas que por la debilidad de su sistema inmune no logren la suficiente protección tras la pauta vacunal recomendada. Pero, añadía, «también se podría considerar la posibilidad de proporcionar una dosis adicional como medida de precaución a las personas mayores frágiles, en particular las que viven en entornos cerrados (por ejemplo, los residentes de centros de atención a largo plazo)», se leía en el comunicado.
Por eso, la patronal de las residencias no entiende que Sanidad les excluya. Más teniendo en cuenta que los contagios se han multiplicado más de un 4.000% desde principios de verano. Según los datos recopilados por el Imserso, si en la última semana de junio se notificaron un total de 25 contagios en residencias, en la última semana de agosto (última fecha de la que se disponen datos) se comunicaron nada menos que 1.053. Es cierto que gracias a la protección de las vacunas, los fallecimientos no han crecido en la misma proporción que en oleadas anteriores. Pero sí se observa un repunte.
La curva de muertos en residencias empezó a crecer en la semana del 17 de julio, coincidiendo con los momentos más duros de la quinta ola, cuando España registraba incidencias de 500 casos por cada 100.000 habitantes. Entonces, los fallecidos pasaron de 7 en la semana del 12 de julio, a 37 en la semana siguiente. A partir de ahí, la pendiente escaló considerablemente. El pico de muertos se notificó el 9 de agosto con 164. En las dos semanas posteriores se han notificado 153 y 127.
En la propia estrategia de la Ponencia de Vacunas se reconoce que sería conveniente seguir estudiando la idoneidad de inocular esta dosis adicional a las personas mayores: «Es muy probable que la menor respuesta humoral y celular de los mayores de 65 a las vacunas unido a su menor duración haga necesario valorar la administración de una dosis de recuerdo a este grupo». No obstante, aclara que espera contar con más evidencia científica para tomar la decisión.
Desde la Asociación de Empresas de Servicios a la Dependencia (AESTE) apelan a la experiencia de Israel, que empezó a poner terceras dosis a mayores de 60 a finales de julio (aunque ya las ha extendido al resto de la población). Según los datos del ministerio de Sanidad del país,una tercera dosis de Pfizer en este colectivo mejora significativamente su protección contras las formas más graves de Covid en comparación con los que solo reciben dos dosis. Los resultados coinciden con las estadísticas del Instituto Gertner y el Instituto KI de Israel. Según sus conclusiones, para las personas de 60 años o más, la protección contra la infección proporcionada 10 días después de una tercera dosis era cuatro veces mayor que después de dos dosis.
«Me limito a escuchar lo que dicen los científicos y todo apunta a que es necesaria esta dosis adicional en residencias por prevención», expone el presidente de AESTE, Jesús Cubero. «Consideramos que sería pertinente y estoy convencido de que en el plazo de un mes Sanidad incluirá a los centros de mayores en esta estrategia», opina Cubero, que cree que el Ministerio está «ganando tiempo para completar el programa de vacunación en todos los tramos de edad y organizar la logística».
De hecho, el Ministerio de Sanidad ha encargado un estudio al Instituto Carlos III de Madrid para evaluar la seroevanescencia de las personas mayores que viven en estos centros y hacer un perfil inmunológico. En base a los resultados, Sanidad podría tomar una decisión sobre la necesidad o no de administra esta dosis de refuerzo.
Pero desde el Círculo Empresarial de Atención a la Dependencia (Ceaps) creen que no hace falta esperar a este estudio porque la quinta ola ya ha puesto de manifiesto que las vacunas están dejando de proteger a las residencias. «Han transcurrido nueve meses desde que se inmunizó al primer grupo y necesitamos saber si una posible pérdida de eficacia de la vacuna está detrás de los brotes ocurridos en los centros las pasadas semanas», apunta la presenta de Ceaps, Cinta Pascual, para quien «la quinta ola ha demostrado que había gente que no mantenía su inmunidad, lo que ha ocasionado que se produjeran defunciones en los centros residenciales».
Hoy arranca el proceso
La ministra informó también en la rueda de prensa posterior al pleno del Consejo Interterritorial que las comunidades podrán empezar a inocular estas dosis de refuerzo a partir de hoy. En total unas 120.000 personas son candidatas a recibir este pinchazo.
Darias explicó que cada comunidad establecerá su propio protocolo, pero que, por las experiencias anteriores, «lo lógico» es que sean los sistemas de salud regionales los que llamen a los pacientes. Según la ministra, es un proceso sencillo porque «están bien localizados e identificados».
Según el protocolo diseñado por la Ponencia de Vacunas, recibirán esta dosis adicional 28 días después de haber completado la pauta y será con una vacuna de ARN mensajero, preferiblemente la misma con la que se vacunaron anteriormente.
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