Andalucía

Cambio climático

El incendio de Sierra Bermeja es de sexta generación: ¿qué significa?

El incendio de Sierra Bermeja ha quemado hasta el momento 7.400 hectáreas y se ha cobrado la vida de un bombero que trabajaba en las labores de extinción

El incendio declarado en la noche del pasado miércoles en Sierra Bermeja (Málaga) ha quemado ya 7.400 hectáreas a lo largo de los 85 kilómetros de perímetro en los que arde el fuego. 1.616 personas han sido desalojadas de sus casas, que suman la población íntegra de seis localidades malagueñas: Genalguacil, Faraján, Alpandeire, Júzcar, Pujerra y Jubrique.

El fuego ha provocado la muerte de un bombero forestal de 44 años que trabajaba en las labores de extinción. Según el subdirector del Centro Operativo Regional (COR) del Infoca, Alejandro García, estamos ante un incendio de “potencia y fuerza inusitada” respecto a los “que estamos acostumbrados a ver en nuestro país”. En la misma línea se expresó la pasada semana el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, quien afirmó que se trata de un incendio “casi inédito en los últimos años en Andalucía y probablemente en España”.

Este fuego es considerado de sexta generación, un tipo de incendio muy virulento claramente vinculado al cambio climático, que modifican las condiciones meteorológicas de la zona afectada y provocan tormentas de fuego, convirtiéndose en una amenaza muy seria para el medio ambiente y para las personas.

Se trata de nuevos fuegos que están teniendo lugar en la actualidad, no así en décadas anteriores, como consecuencia del cambio climático, que en la mayoría de ocasiones supera a los medios materiales y humanos existentes para combatirlos.

En el caso de Sierra Bermeja, las llamas han provocado la formación de pirocúmulos, unas nubes de humo que pueden contener partículas de fuego y que se suelen producir en vertical, pero que en esta ocasión se expanden en horizontal.

Estas nubes son originadas por el intenso calentamiento del aire desde la superficie. La elevación de la temperatura genera movimientos convectivos que eleva a la masa de aire hasta alcanzar un punto de estabilidad, usualmente en presencia de humedad.

Por su virulencia, este incendio ha sido comparado con el ocurrido en Portugal, en el año 2017: 66 personas fallecieron como consecuencia de las llamas declaradas la localidad de Pedrógrão Grande, que calcinaron un total de 24.000 hectáreas entre el 17 y el 24 de julio.

Incrementan las muertes en todo el mundo en un 276% por incendios de sexta generación

El pasado mes de julio, la organización medioambiental WWF alertó del gran impacto que están teniendo los incendios de sexta generación, imposibles de apagar y convertidos en emergencias sociales, cuyas muertes a escala mundial se han incrementado un 276% en los últimos años.

En su informe anual, ‘Paisajes cortafuegos’, la organización apuesta por transformar de forma urgente el paisaje actual en un paisaje mosaicocortafuegos para extinguir los incendios forestales mucho antes de que se produzcan.