Avance
Un estudio español determina la cantidad de luz ultravioleta necesaria para inactivar la covid
Se constata que los métodos de desinfección basados en esta luz son válidos
Un equipo de investigación de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA) ha determinado la cantidad de luz ultravioleta necesaria para inactivar el coronavirus, por lo que se constata que los métodos de desinfección basados en esta luz son válidos. El estudio, publicado en “Scientific Reports”, determina que para eliminar el 90% del virus de SARS-CoV-2 es necesaria una fluencia -dosis de energía- de 10.8 julios por metro cuadrado, mientras que para conseguir un 99% de inactivación hacen falta 21.6 julios por metro cuadrado.
La luz ultravioleta (UV) tiene efectos germicidas para una amplia variedad de bacterias, hongos y virus, si bien cada microorganismo responde de forma distinta a la radiación, explica este jueves la universidad madrileña en un comunicado en el que abunda que la cantidad de energía para desactivar el coronavirus se expresa en función de la proporción estadística que consigue inactivar.
Dado que las fuentes de luz emiten con un determinado flujo de potencia, la energía depositada sobre los objetos que se desea higienizar depende del tiempo de exposición. “Por ello, el conocimiento de la energía característica de inactivación, permite dimensionar adecuadamente la potencia de las fuentes de luz UV y acotar los tiempos de exposición para realizar un tratamiento desinfectante de forma eficiente, en el menor tiempo posible”, defiende la importancia de los resultados el investigador del Departamento de Óptica de la UCM Javier Alda.
El estudio con cepas de la covid se ha realizado en laboratorios del Centro de Investigación en Sanidad Animal, perteneciente al INIA, y se han utilizado lámparas de vapor de mercurio a baja presión. Asimismo, otra de las aportaciones del estudio ha sido incluir la caracterización óptica de los medios de cultivo del virus en los laboratorios, que en muchas ocasiones no son completamente transparentes.
Alda explica que “la luz que realmente llega al patógeno se absorbe en mayor o menor medida según las características ópticas y la forma que toma el medio de cultivo que aloja el virus. Nuestro trabajo ha incluido estos efectos y ha permitido una mejor determinación de la energía de inactivación del SARS-CoV-2”, señala el investigador.
Esta mejora, añade la nota, permite analizar el comportamiento de la luz UV cuando se irradian flujos de aire que contengan gotículas infectadas, que se consideran actualmente como vectores de transmisión aérea.
Desde la obtención de los primeros resultados sobre inactivación del virus SARS-CoV-2 mediante luz UV, los investigadores han incluido estos procedimientos de higienización y desinfección en diversos entornos, como ascensores -proyecto con Thyssenkrupp Elevator- o en sistemas de transporte, en colaboración con Luminalia.
“El objetivo final es proporcionar tecnologías de desinfección que permitan mitigar los efectos de una pandemia como la que nos ha tocado vivir. También es importante resaltar que los métodos que estamos proponiendo son aplicables para otros patógenos, por lo que consideramos que avanzando en su mejora estaremos contribuyendo a mejorar la salud de las personas”, estima Alda.
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