Simultáneamente

El Etna vuelve a rugir en Sicilia

El volcán activo más grande de Europa emite cenizas y lava tras un letargo de tres semanas

La ladera sólo caería entera al mar si fortísimas erupciones y terremotos se registraran de forma simultánea
La ladera sólo caería entera al mar si fortísimas erupciones y terremotos se registraran de forma simultánea@ISABELLALIBRAND@ISABELLALIBRAND via REUTERS

Después de una pausa de casi tres semanas, el volcán Etna, en la isla italiana de Sicilia, ha vuelto a hacerse oír. El volcán activo más grande de Europa ha experimentado una nueva erupción en su cráter sureste, con la emisión de cenizas y lava, acompañada de temblores volcánicos, según informó el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología italiano (INGV).

La erupción se registró alrededor de las seis y cuarto de la madrugada del martes con la emisión de cenizas y 40 minutos después se observó la reanudación de la actividad estromboliana en el cráter sureste, el más activo en las últimas erupciones del Etna.

La nube de cenizas provocada por la erupción ha alcanzado una altura de 9 kilómetros y ha dejado una columna de humo de más de 4 kilómetros, que es posible contemplar desde las ciudades de Catania y Taormina. Además, el INGV constató la existencia de una fuente de lava en curso, con un «modesto desbordamiento» desde el cráter sureste, que se dirige al suroeste.

Coincidiendo con el inicio de la actividad infrasónica, el INGV ha registrado un aumento de actividad sísmica, cuyo centro se encuentra en la zona del cráter sureste a una altura de aproximadamente entre 2.900 y 3.000 metros sobre el nivel del mar.

El último terremoto volcánico se registró el pasado 10 de septiembre. El epicentro del seísmo, con una magnitud de 3.0 y una profundidad de ocho kilómetros, se ubicó a dos kilómetros al norte de Milo, una pequeña localidad de unos 1.000 habitantes situada en las laderas del Etna. El temblor fue percibido en otros pueblos y ciudades cercanas, aunque en ninguna se registraron desperfectos o daños personales.

La nueva erupción del Etna no es algo extraordinario. Los expertos recuerdan que desde febrero de 2021 se han sucedido unas 60 erupciones, que se han apagado pasadas varias horas. En una de las últimas, registrada el pasado mes de julio, una lluvia de cenizas cubrió la ciudad de Catania y obligó a las autoridades locales a cerrar el aeropuerto durante varias horas para despejar las pistas, además de recomendar a los ciudadanos restringir al máximo los desplazamientos para evitar accidentes.

Este martes, en cambio, el INGV emitió una alerta roja para la aviación, el nivel más alto de advertencia, pero el aeropuerto no tuvo que suspender ningún vuelo y continuó operando sin problemas. Los expertos subrayan que la actividad se concentra en la cima del volcán, por lo que no hay riesgo para las personas.

«El volcán recibe continuamente volúmenes más o menos sustanciales de magma rico en gases que se transfieren de forma transitoria. Esto determina una variación en la frecuencia de aparición que antes era diario o incluso con más de un episodio en 24 horas, mientras que desde hace unas semanas se ha reducido a alrededor de 2 ó 3 semanas», explicó Marco Viccaro, profesor de la Universidad de Catania y presidente de la asociación de vulcanólogos italianos, en declaraciones al diario Corriere della Sera. Según este experto, este último episodio demuestra que «la secuencia que comenzó en diciembre de 2020 aún está en marcha».

Esta continua actividad volcánica ha provocado que el monte Etna haya aumentado 30 metros en los últimos seis meses hasta situar su nueva cumbre a 3.357 metros sobre el nivel del mar. Los expertos del INGV informaron recientemente de que las capas y material piroclástico expulsados en las frecuentes erupciones se han ido acumulando en el cono del cráter sureste y han transformado su morfología.

Hasta ahora, el cráter noreste estaba considerado el más alto del volcán siciliano, con 3.324 metros, que llegaron a alcanzar una cota máxima de 3.350 metros en el año 1981. Desde entonces, sin embargo, su altura había ido disminuyendo a causa de los continuos derrumbamientos y la erosión de sus bordes, hasta llegar a los 3.326 metros de altura sobre el nivel del mar.