Roberto Brasero

Al pie del volcán

Roberto Brasero
Roberto BraserolarazonCOOPERATIVAS

Una erupción es algo excepcional. Puede gestarse durante años, décadas o siglos incluso en periodos de tiempo insignificantes en la escala geológica.

Pero cuando sucede, que no es tan a menudo, se trata de un momento especial. La de La Palma, además, está siendo una catástrofe. No todas lo son. El Teneguia, la última erupción en la isla hace ahora 50 años, surgió en una zona alta pero despoblada. Otros volcanes nacen cerca del mar sin apenas recorrido de la lava. Este volcán recién nacido ha brotado en un punto alto, Cumbre Vieja, y distanciado del mar en unos siete kilómetros, lo que hace que la colada de lava tenga mucho camino antes de verter al océano.

Y lo peor es que a diferencia del Teneguía o del volcán San Juan, surgido en 1949, ahora recorre una zona muy poblada de casas, de infraestructuras y de campos de cultivo que están siendo arrasados por la lava que avanza lenta pero inexorable.Y eso, además de algo excepcional, supone también un grado de destrucción, toda una desgracia.

En el origen de todo se encuentra una grieta que enseguida empezó a rodearse del material que expulsaba, formando el característico cono volcánico que sigue creciendo y ofrece ahora la clásica imagen que todos tenemos de un volcán. Y nada de eso existía hasta el pasado domingo.

Falta encontrar un nombre en los medios de comunicación. Triunfa el topónimo de Cumbre Vieja, pero los lugareños apuestan por otro más preciso como Cabeza de Vaca, zona donde ha surgido la grieta ya que en Cumbre Vieja también está su pariente lejano, el antes mencionado San Juan. Tiempo hay para buscar nombre porque los vulcanólogos expertos en estas erupciones, del tipo Stromboli, nos cuentan que puede continuar hasta más de 80 días expulsando lava.

De momento la lava se enfría, ralentizando su camino hacia el mar. En doce horas avanzó tan solo doce metros y no se descarta todavía la posibilidad de que termine enfriándose del todo en el camino y finalmente no llegue hasta el océano. Dependerá de si continúa la erupción tras seis nuevas y más fuertes explosiones, y del tipo de material que componga la lava nueva que mane de la grieta y de otros factores más.

En cualquier caso ésta sería una buena noticia dentro de todo este desastre que está siendo para los bienes, la economía y la vida de unos palmeros, que sin llegar a lamentar daños personales en muchos casos lo han perdido todo cuando este nuevo volcán se ha cruzado en su camino.