Aeropuerto inoperativo

La lluvia de cenizas mantiene a La Palma incomunicada por aire

Las tareas de limpieza han comenzado ya para garantizar la seguridad de los vuelos

Interior del Aeropuerto de La Palma, que continúa inoperativo por la acumulación de ceniza procedente del volcán de Cumbre Vieja
Interior del Aeropuerto de La Palma, que continúa inoperativo por la acumulación de ceniza procedente del volcán de Cumbre ViejaKike RincónEuropa Press

La comunicación aérea de la isla de La Palma se mantiene paralizada desde el el pasado viernes. Existen riesgos probados para la operación de las aeronaves por la lluvia de cenizas provocada tras ocho días de ininterrumpida erupción volcánica. Esta fina capa negra que se extiende sobre el territorio ha afectado además a algunos vuelos de las vecinas islas de La Gomera y Tenerife.

La ceniza acumulada en la pista de aterrizaje del aeródromo palmero no hace posible el despegue y el aterrizaje de las aeronaves, por lo que desde este mismo sábado se han iniciado las tareas de limpieza con el objetivo de «garantizar la seguridad de las operaciones», señalan desde Aeropuertos Nacionales y Navegación Aérea (Aena).

El aeropuerto palmero se mantendrá inoperativo hasta una mejora de la situación, decisión adoptada por las compañías aéreas Binter, Iberia, Vueling y Canaryfly, y que podría verse refrendada por la autoridad aérea si estima que las condiciones atmosféricas provocadas por el volcán no permiten cumplir con los mínimos parámetros de seguridad.

Los enlaces con El Prat, en Barcelona, y con Barajas, en Madrid, además de con Bruselas y con el resto de las islas del archipiélago canario, han sido cancelados. La situación ha provocado el colapso en la emisión de billetes marítimos, pese a que una de las dos navieras que operan entre las islas, han reforzado con varios viajes especiales su frecuencia con el puerto de Los Cristianos, en Tenerife.

El cómputo de viajeros vía marítima, tanto para llegar como para salir de La Palma, ascendió a más 4.000 personas solo este sábado. La demanda de billetes, tanto vía por aérea como marítima para llegar a la isla, «se ha disparado de una forma sorprendente», se señala desde la patronal turística insular, que reconoce al mismo tiempo que ahora «todos quieren venir para ver el volcán y ver de cerca un espectáculo que nosotros vemos como una gran drama con consecuencias devastadoras».