Erupción en Cumbre Vieja
Indignación en La Palma por el morbo y la especulación
Los precios de las camas en alojamientos turísticos se disparan, lo que contrasta con la solidaridad llegada de España y América
«Esto no es una atracción, es una tragedia». La frase, enfatizada por la rabia, es de uno de los más de 460 vecinos cuyos hogares han quedado sepultados bajo los 15 de metros de lava volcánica que sigue su curso hacia el mar, alimentada por el magma que sigue fluyendo de sus cinco bocas activas y que ya ha devorado una superficie de 212 hectáreas.
Los precios de las camas turísticas en apartamentos vacacionales disponibles en la Isla se han disparado pese a las advertencias de las plataformas, con aumentos que en algunos casos superan el 100%. Desde la patronal turística señalan que se trata de casos puntuales porque «en términos generales existe una enorme sensibilidad frente a esta dramática situación». Tanto es así, que los hoteles de la Isla, con apenas una oferta de 11.000 camas en establecimientos convencionales y extrahoteleros, de las que han desaparecido las de la zona turística de Puerto Naos, aislada por el río de lava, han reservado una bolsa de urgencia para atender las necesidades que deja tras de sí esta tragedia para los desplazados.
Pese a todo, los precios de otras instalaciones no convencionales están marcados por la oferta y la demanda, que se impone ante el enorme interés de miles de personas ávidas por llegar a La Palma y ver en directo la erupción volcánica, que ha provocado el desalojo de más de 6.000 personas y un incierto futuro socioeconómico para la isla, con un sector platanero que ha venido representando el 55% del PIB insular, y que está siendo durante golpeado de forma muy dura por la situación.
Las pautas del mercado prevalecen pese al drama, con una creciente petición de habitaciones para ver el volcán. Eso sí, solo por uno o dos días, mientras se cancelan drásticamente las reservas que, antes de la erupción del volcán, iban a mantener a flote la economía de la isla en el arranque de la temporada de invierno y tras un año y medio de restricciones por la pandemia y enormes pérdidas económicas. Los palmeros arden en redes sociales ante la exposición de selfis, videos y directos de los visitantes, mientras señalan a una empresa palmera de transporte cuyo propietario se vio obligado a retirar la ruta turística, a un precio de 50 euros por pasajero, para «ver el volcán desde miradores» y localizaciones que permitían una observación privilegiada de la catástrofe.
Esta actitud que muchos señalan como «especuladora», haciendo «uso del dolor de los vecinos», contrasta con la ola de solidaridad que ha llegado de muchas partes de España y de otros países de Europa y América ante la creciente desesperación de los desplazados hasta hoteles, pabellones de deporte, centros sociosanitarios y casas familiares, cientos de ellos con la certeza de que, aún cuando el volcán detuviera su actividad, no tendrán un hogar al que regresar.
El malestar de los palmeros tuvo su momento más álgido este fin de semana. Calificativos despectivos y de enfado coparon los mensajes en redes sociales tras la decisión de algunas televisiones privadas de programar en sus parrillas del sábado títulos como «Dante’s Peak» y «Alerta Roja», que recrean desastres volcánicos. Los vecinos, pero también las autoridades municipales, piden especial sensibilidad en momentos en los que decenas de psicólogos acompañan a los vecinos que lo han perdido todo y que se enfrentan a un futuro incierto, con temores fundados de un crecimiento exponencial de las cifras del paro en el sector servicios y en el agrario.
Frente a la tragedia, los vecinos también dan muestras de agradecimiento por el apoyo de voluntarios y vecinos, así como al amplio operativo que actúa frente a la emergencia volcánica, con más de 800 efectivos de diferentes instituciones y más de una decena de aeronaves de la comunidad autónoma, cabildos y Estado atentas a las mediciones científicas y a la actividad de los tres puntos de emisión en el cráter.
Los dos puntos que aparecieron el viernes en la base del cono se han fundido en un único punto de emisión. La directora del Instituto de Geografía Nacional (IGN) en Canarias, María José Blanco, ha indicado que a esos dos puntos hay que unir otro sobre el cono volcánico, y que en este momento hay dos coladas de lava activas, y la más antigua de ellas está casi detenida.
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