La Palma

Terremoto en la zona de Fuencaliente a 13 kilómetros del volcán

Desde el pasado lunes se ha reactivado la actividad sísmica en la zona sur de Cumbre Vieja

El humo y la lava se elevan desde el cráter después de que la lava fluyera hacia el mar
El humo y la lava se elevan desde el cráter después de que la lava fluyera hacia el marJON NAZCAREUTERS

El Instituto Geográfico Nacional (IGN) ha localizado este miércoles a las 10.13 horas un terremoto de magnitud 3,3 en la Escala de Richter en el municipio de Fuencaliente de La Palma, a una profundidad de 11 kilómetros.

Desde el pasado lunes se ha reactivado la actividad sísmica en la zona sur de Cumbre Vieja y en las últimas horas se ha registrado más de una quincena de sismos, entre ellos otro de magnitud 3,3 en Mazo en la noche de este martes. Los movimientos sísmicos están localizados entre los 9 y los 14 kilómetros.

Carmen López, responsable de alerta volcánica del Instituto Geográfico Nacional (IGN). explica que la sismicidad profunda localizada en las últimas horas en la zona de Fuencaliente, son indicativas de un reajuste del reservorio en la corteza a medida que el magma va saliendo en forma de lava, cenizas y piroclastos.

Puntualiza que estos temblores a profundidades de entre 11 y 14 kilómetros no son indicativos de esa realimentación, sino de un reajuste del sistema de reservorios y de “todo el estrés acumulado” asociado al proceso preeruptivo.

Antes de la erupción, esa fuerte sismicidad dibujó la gemoetría de la intrusión del magma desde la corteza a la superficie y “guió” a los expertos a predecir dónde podría producirse la erupción. Ahora, en esta nueva fase de alta sismicidad durante la erupción, el IGN baraja la posibilidad de que el reservorio más superficial se esté realimentando y que debajo de éste pueda haber otro más profundo.

López indica que este es un mecanismo para ajustar la salida del magma a la superficie, igual que las deformaciones del suelo, y añade que la erupción del nuevo volcán de La Palma concluirá cuando se iguale con la presión exterior y se acabe cerrando el cráter. Esta experta considera que es “demasiado pronto” para prever un periodo de estabilización, pues “se necesitan más días de sismicidad” para completar el proceso de reajuste.

También advierte de que incluso cuando el volcán deje de escupir lava, se podrían seguir registrando fuertes seísmos en La Palma. El comité científico que monitoriza in situ el volcán está analizando la sismicidad, así como las deformaciones de la superficie o las emisiones de dióxido de azufre, y de momento “no hay datos concluyentes para estimar cuánto va a durar” la erupción.

El único dato del que disponen los expertos, que “no es científico” pero que puede “servir de guía”, es la serie histórica de erupciones en La Palma en los últimos 500 años, seis en total. La más corta duró 24 días, por lo que “aún es pronto” para prever el final, y la más larga, 84.

Tampoco saben los científicos cuánto podría durar la actual fase hawaiana, en la que el volcán emite lava más fluida y a mayor velocidad, en torno a los 300 metros por hora en la zona más próxima a la boca abierta en un flanco del cono principal, que mantiene un mecanismo estromboliano.

Carmen López entiende que esta fase efusiva se puede prolongar, como también volver el volcán a una fase de reposo, y recuerda que las anteriores erupciones en La Palma hubo también una fluctuación de intensidad. Efe