Actividad sísmica

Dos nuevas coladas del volcán obligan a extremar la precaución ante la posible llegada a más edificaciones

Preocupa la calidad del aire en la zona próxima a la llegada de la lava al mar, pero se mantiene en buenas condiciones en el resto de la isla de La Palma

Tras el sismo de magnitud 3,5 registrado anoche por el Instituto Geográfico Nacional (IGN) se produjo una fisura lateral en el cono volcánico principal del volcán de Cumbre Vieja, en la isla de La Palma, generando dos bocas nuevas de las que salen otras tantas coladas de lava, separadas entre ellas por 15 metros, que han obligado a extremar la precaución del operativo de seguridad ante la posible llegada a más edificaciones del barrio de La Laguna.

Según los expertos, aún no hay datos sólidos para confirmar, aunque así se espera, que estas dos nuevas coladas, situadas al noroeste del cono principal, converjan en algún momento con la colada de lava principal, la cual sigue fluyendo sin obstáculos hacia la costa, y que ya ha ganado al mar un espacio importante.

Desde el Comité Director del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca) insisten en que la superficie de la isla afectada por el evento volcánico supone apenas un 8 por ciento, centrado en el Valle de Aridane. Por lo que, el 92% restante de la isla continúa haciendo vida «completamente normal» y sin incidencias.

El Comité Científico detalla que se observan tres centros activos en el interior del cráter principal y dos situados en el sector noroeste del lateral del cono. El cómputo total de volumen de magma emitido por los centros activos, registrado hasta el día de ayer, se orienta en torno a 80 millones de metros cúbicos.

Desde que comenzó su erupción el pasado 19 de septiembre, y con tan solo 12 días de proceso volcánico, ha expulsado el doble de cantidad de lava que el Teneguía en 1971, que estuvo 24 días de proceso eruptivo. Las autoridades locales y regionales han detallado que este volcán es «mucho más agresivo» y con «mucha más cantidad de magma y afección» que el último vivido en la isla, y es por ello que ha hecho especial hincapié en extremar las precauciones y seguir las recomendaciones de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad e insisten en que, «la catástrofe», debe mantenerse como hasta ahora, sin daños personales.

A pesar de que los últimos datos de dióxido de azufre (SO2) son los mayores niveles registrados hasta la fecha, estos se concentran en las zonas próximas a la erupción volcánica y el contacto de la lava con el mar es decir, en el municipio de Tazacorte y algunas zonas de Los Llanos de Aridane. Es por ello, que desde el PEVOLCA, insisten en que la población cercana a esas zonas, y al penacho marino que ha originado el delta lávico, se protejan con mascarilla FFP2 y sigan las recomendaciones sanitarias. El resto de zonas que se encuentran fuera del perímetro de exclusión, de 2,5 kilómetros del centro de la erupción, registran niveles de calidad del aire que están absolutamente dentro de los límites saludables y respirables.

La nube de ceniza y gases, provenientes del volcán, alcanzan los 6.000 metros y las rachas de viento esperadas para hoy en La Palma, provocarán que las sustancias se desplacen hacia el noreste de la isla desde el centro de emisión principal, hecho que afectará principalmente a la vertiente norte de La Palma y que a partir de esta noche, tomará una dirección suroeste. El Comité Científico no descarta que, con el cambio de los vientos esperados para hoy, pueda llegar ceniza fina a la isla de El Hierro.

La isla crece y cambia

La llegada de la lava al mar ha originado un delta lávico, conocido en Canarias como “fajana”, que se extiende en el mar hasta una distancia de 475 metros de la línea de costa, con una profundidad de 30 metros y una superficie de 27,7 hectáreas, lo que equivale a 20 campos de fútbol. Muchos vecinos y científicos ven sorprendidos como “crece y cambia la tierra” y lo destacan “un fenómeno único”.

Esta fajana, creada en solo dos días, ya ha cambiado la fisionomía de la isla y es previsible que, durante los próximos días, aún se acentúe este crecimiento de esta nueva península en el territorio insular. La vida en los fondos marinos se ha visto afectada en toda esa zona, aunque en el volcán submarino de El Hierro se regeneró por completo en tres años.