Volcán

¿Qué son los tubos lávicos que han surgido en el volcán de La Palma?

Estas galerías subterráneas facilitan que la lava circule de manera más fluida y rápida hacia el mar. Al llevar el magma bajo tierra, pueden reducir la devastación de las coladas en la superficie

colada de lava en la isla de La Palma
colada de lava en la isla de La PalmaInvolcánInvolcán/EFE

Los científicos mantienen una vigilancia continua sobre las coladas de lava más fluidas que emergieron el domingo tras el derrumbe de parte del cono del volcán de Cumbre Vieja, en La Palma. La actividad volcánica sigue siendo muy intensa y el “Cumbre Vieja” ha sufrido una de las madrugadas más explosivas de las últimas dos semanas expulsando piroclastos y “bombas volcánicas”.

De hecho, es posible que el volcán haya formado algún “tubo volcánico que esté evacuando la lava subterráneamente” hasta zonas cercanas a la costa. Así lo adelantó ayer Miguel Ángel Morcuende, el director técnico del Pevolca, en la rueda de prensa tras la reunión del comité científico que analiza la situación de la erupción en la isla canaria.

“Se ha constatado, a través de imágenes de satélite, la existencia de tubos lávicos que facilitan el acceso rápido a cotas más bajas, pero siguiendo los cursos que ahora mismo están establecidos”, explicó durante la comparecencia María José Blanco, directora del Instituto Geográfico Nacional en Canarias.

Qué son los tubos lávicos

Los tubos de lava, o tubos volcánicos, son cuevas volcánicas, usualmente con forma de túneles, formados en el interior de coladas lávicas. Pueden adquirir una estructura simple de tubo lineal, o llegar a formar complejas redes de ramales interconectados, también a distintos niveles y con dimensiones que abarcan desde unos pocos centímetros hasta varias decenas de metros.

Se trata de un tipo de cueva muy común, pues el mecanismo de su formación es frecuente en la mayoría de coladas de lava. Esta especie de tubería, al llevar el magma bajo tierra, podría reducir la devastación de las coladas en la superficie.

Así se forman los tubos lávicos

Si una erupción volcánica emite una colada de lava lo suficientemente fluida que recorre un terreno de pendiente moderada, durante un cierto período, la superficie de dicha colada, al entrar en contacto con el aire (que está mucho más frío) se solidifica creando un excelente aislante térmico para que el flujo de lava líquida pueda mantener su temperatura en el subsuelo.

Esto es un mecanismo muy corriente en la mayoría de coladas basálticas, y permite a la lava alcanzar distancias elevadas, llegando incluso a desaguar en el mar habiendo fluido únicamente por el interior del tubo.

La costra de lava solidificada en contacto con el aire exterior se convertirá en el techo del tubo volcánico, cuyo espacio aéreo se irá creando conforme disminuya el volumen del flujo lávico. Poco a poco, el aporte de lava desciende y se empieza a formar la cavidad entre el techo sólido y el río incandescente.

Dependiendo del tiempo que esté activo el tubo, este adquirirá mayores dimensiones internas y complejidad morfológica, pudiendo formar una sola galería o verdaderos laberintos de redes interconectadas, con dimensiones desde unos pocos centímetros hasta decenas de metros de altura.