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La clase de Reli: una asignatura para acabar con “la desigualdad” entre hombres y mujeres

Los obispos han presentado al Gobierno el currículo de la asignatura ante la Ley Celaá para aterrizar “la síntesis del mensaje cristiano” al contexto actual

La Conferencia Episcopal Española (CEE) ha publicado su propuesta del nuevo currículo de Religión Católica
La Conferencia Episcopal Española (CEE) ha publicado su propuesta del nuevo currículo de Religión CatólicaEfe

Los contenidos de la asignatura de Religión renovada que se aplicará de acuerdo a la nueva ley educativa se cocinan en estos días entre la sede de la Conferencia Episcopal y el Ministerio de Educación. Teniendo como objetivo fundamental ofrecer “una síntesis del mensaje cristiano” a los alumnos, la propuesta que los obispos españoles han lanzado al Gobierno socialista incluye algunos contenidos que buscan precisamente aterrizar la dimensión social del Evangelio en el contexto actual.

Entre las metas que se plantea en las etapas de Infantil, Primaria y Secundaria Obligatoria -solo faltaría Bachillerato-, se busca además que los estudiantes se comprometan, no solo con la “denuncia”, sino también con la “erradicación” de “todas las situaciones de exclusión o pobreza, de violencia o injusticia, de desigualdad entre varones y mujeres”.

Así se recoge en el borrador que han presentado al equipo de la ministra Pilar Alegría, a quien corresponde aplicar la normativa formulada por la ya defenestrada Isabel Celaá. Durante las dos últimas semanas, se han mantenido reuniones, conversaciones e intercambio de documentos entre la Iglesia y los responsables de Educación.

Aunque es Moncloa quien tiene la última palabra sobre qué se impartirá en las aulas de Religión, no parece que se haya acogido con disgusto este primer planteamiento episcopal. De hecho, en el departamento de Pilar Alegría se han mostrado sorprendidos por algunos de estos contenidos, además de por el hecho de que los obispos hayan decidido abrir ahora un período de consulta con la comunidad educativa -profesores, familias, sindicatos…- para completar y enriquecer los saberes básicos que se buscarán transmitir en la materia.

En el diseño curricular para la etapa de Infantil, destaca el hecho de que la Conferencia Episcopal busque que los alumnos se sirvan de “figuras bíblicas” para “descubrir, desarrollar y expresar la identidad personal a través del conocimiento de su cuerpo y el desarrollo de sus capacidades afectivas y cualidades”. O lo que es lo mismo, adquirir “autonomía en sus actividades cotidianas y hábitos básicos de relación”.

Con una propuesta que bebe de los pilares fundamentales del magisterio del Papa Francisco, como la encíclica ‘Fratelli tutti’, se invitará a los niños a que aprendan a trabajar con narraciones de la Biblia para “desarrollar habilidades sociales y actitudes de respeto” que desemboquen en promover una conciencia de “fraternidad humana”.

En el caso de los alumnos de Primaria, se hace hincapié en trabajar los valores del Evangelio en aras de que los estudiantes aprendan a “respetar la identidad de los otros” para así “cooperar a la construcción de sociedades democráticas”. En esta línea, desde la asignatura de Religión se plantea alentar el “compromiso con los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODS)” y con los derechos humanos desde “el pensamiento social cristiano” y el convencimiento de que “el proyecto de Dios anunciado en Jesucristo, la fraternidad universal, proporciona un horizonte trascendente”.

Para los alumnos de Secundaria, entre otras cuestiones, se hace hincapié en la vinculación entre fe y ecología integral, otro de los conceptos clave para el papa Francisco. Así, se espera que los adolescentes mejoren la convivencia con los demás “teniendo en cuenta el magisterio social de la Iglesia, para aprender a vivir con otros y contribuir a la fraternidad universal y la sostenibilidad del planeta”.