Incidente

Las cenizas del volcán de la Palma averían los motores de un avión de Ryanair

Los pilotos llegaron a declarar emergencia y regresaron a Tenerife. Los bomberos, según declararon los pasajeros, estaban esperando al aparato

Un avión de Ryanair en el aeropuerto de Fráncfort
Un avión de Ryanair en el aeropuerto de Fráncfortlarazon

Desde que comenzó la erupción del volcán de Cumbre Vieja en La Palma, muchos usuarios del transporte aéreo se han visto afectados por retrasos o cancelacionescomo consecuencia de la evolución de la nube de cenizas volcánicas o sus efectos sobre algunos aeropuertos canarios. Pero hasta el momento, no había provocado ningún incidente grave.

El portal The Aviation Herald, dedicado únicamente a incidentes aéreos, informa de que que un Boeing 737-800 de Ryanair sufrió una avería el pasado lunes en pleno vuelo después de encontrarse en su ruta con una nube de cenizas procedente del volcán. El avión, con la matrícula irlandesa EI-ENP, operaba entre Tenerife Sur y Charleroi, en Bélgica.

Según los datos recogidos por el mismo medio, cuando el avión iba a unos 6.000 pies de altura respecto de la pista 07 de Tenerife la tripulación detuvo el ascenso y decidió declarar la emergencia y regresar a Tenerife debido a problemas con ambos motores. Al parecer, ambos motores habían ingerido cenizas del Cumbre Vieja.

Después de estar a la espera en FL120, al sur de Fuerteventura, aterrizó en el aeropuerto de origen, aproximadamente dos horas después de haber partido. Los servicios de emergencia, según dijeron los pasajeros en su testimonio al regreso a Bélgica, estaban esperando al aparato.

Este gráfico muestra el aviso de cenizas en el espacio para el momento en que el avión estaba volando.

Gráfico que muestra el aviso de cenizas en el espacio aéreo
Gráfico que muestra el aviso de cenizas en el espacio aéreoavherald.com

Hace tan solo unos días, el Colegio Oficial de Pilotos de la Aviación Comercial (Copac) señalaba en un comunicado que las partículas que emite el volcán son abrasivas, “por lo que pueden dañar gravemente partes críticas del avión- especialmente los motores-, bloquear sondas que ofrecen a la tripulación información de parámetros clave para el vuelo o afectar a las antenas de comunicaciones de la aeronave, entre otras consecuencias”.