Un mes de la erupción

Treinta días sin tregua para la isla de La Palma

El 19 de septiembre a las 15:13 hora canaria comenzó la erupción, que ha ido a más en poder destructivo

El 13 de septiembre comenzaba a fraguarse un fenómeno que un mes después no ha terminado. Desde este momento, el Instituto Geográfico Nacional (IGN) empieza a registrar más de 400 terremotos en la dorsal de Cumbre Vieja, un enjambre sísmico que lleva activo y vigilado por los científicos desde el año 2017. El Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) es el responsable de dar la señal de alarma de que un posible volcán se está gestando debido a la intrusión magmática registrada en el interior de la isla. Es entonces cuando entra en acción el ya hoy tan conocido Plan de Emergencia Volcánica de Canarias (Pevolca) del Gobierno de Canarias, que declara el semáforo amarillo en La Palma, un riesgo de nivel dos en una escala de cuatro niveles.

A partir de este día las administraciones empiezan a elaborar planes de evacuación y prevención de riesgos ante la llegada inminente del evento volcánico. Quedan advertidos y avisados los municipios de El Paso, Los Llanos de Aridane, Villa de Mazo y Tazacorte como posibles afectados en caso de que se produjera una erupción volcánica.

El 19 de septiembre a las 15:13 horas, ocurre lo que ya se preveía desde hace días, el volcán entra en erupción en la zona Cabeza de Vaca, en el municipio de El Paso. Para entonces ya están evacuadas todas las personas con movilidad reducida de las inmediaciones y comienzan el resto de evacuaciones de los vecinos y vecinas que puedan verse afectados por las coladas de lava, aún con una dirección desconocida. Durante el transcurso de este día se genera mucha expectación, entusiasmo, miedo y tristeza, todo mezclado, que se va acrecentando a medida que transcurre el fenómeno y la población de la isla comienza a darse cuenta de que esta erupción no será como la anterior, la del Teneguía, en el municipio de Fuencaliente, en 1971.

El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, y el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, comparecieron días después en el Cabildo Insular de La Palma, mostrando todo su apoyo al pueblo palmero y prometiendo cooperación.

El 21 de septiembre se obtuvieron los primeros datos de los satélites de Copernicus en los que se reflejaba que la lava había cubierto 103 hectáreas y destruido 200 casas. Días más tarde, los datos que aporta el Copernicus serían desmontados en una rueda de prensa del Comité Director del Pevolca, y se establecería como contabilidad fiable los datos proporcionados por el catastro.

El 23 de septiembre los Reyes llegaron a La Palma y visitaron las zonas afectadas así como transmitir su solidaridad con el pueblo palmero. Las coladas de lava durante esos días avanzan lentamente, pero alcanzan la anchura de 500 metros y arrasan poco a poco con el pueblo de Todoque. Al día siguiente, el presidente del Gobierno anunció un plan especial para la reconstrucción de La Palma y ayudas inmediatas para atender las necesidades de alojamiento de los vecinos evacuados. Durante estos días el volcán experimenta una fuerte fase explosiva en el que se traga 420 edificaciones y a causa de la ceniza, las compañías aéreas comienzan a cancelar sus vuelos ya que el aeropuerto no puede estar operativo.

Cae un símbolo

Durante la segunda semana de erupción cae un símbolo del pueblo de Todoque: su iglesia. El volcán ya supera a su antecesor, el Teneguía, en expulsión de magma llegando a acumular 46,3 millones de toneladas. También se declara a La Palma zona catastrófica y se aprueba la primera línea de ayudas por 10,5 millones de euros. La noche del 28 de septiembre, la colada primigenia alcanza el mar destruyendo poco a poco la famosa playa surfista de Los Guirres, en el municipio de Tazacorte.

Durante la tercera semana de erupción se anuncia la compra de las primeras 18 viviendas y el envío de dos desoladoras y un buque cisterna para tratar de salvar los cultivos afectados por las inmediaciones de la lava. El volcán continúa sin dar tregua y se producen diversas fisuras en el cono que desprenden mayor cantidad de lava y más fluida, teniendo que evacuar más zonas del Valle de Aridane, así como la destrucción de la zona industrial más importante de La Palma.

Tras un mes, a día de hoy, el volcán ha arrasado 763 hectáreas y ha destruido 1.958 edificaciones. La superficie de cultivos afectados es de 228,09 hectáreas, 25,55 más que el último dato de hace tres días. 128,07 son de platanera, 52,02 de viñedos y 16,09 de aguacateros. El resto se corresponde con otros cultivos. Las coladas presentan una anchura máxima de 2.350 metros y la calidad del aire continúa sin verse comprometida, según los científicos del IGN. Los evacuados se encuentran en 7.000 personas, 344 personas albergadas, de las cuales 327 están en el hotel de Fuencaliente y 17 están en un hotel de Los Llanos.

La sismicidad en las inmediaciones de la dorsal de Cumbre Vieja no parece remitir aunque los expertos aseguran que entra dentro de los procedimientos normales de una erupción canaria.