Hola, qué tal

Ocho maneras de saludarse (muy distintas a darse la mano)

Con la lengua, con la nariz, con la frente... Los saludos a lo largo y ancho del mundo nos pueden resultar sorprendentes

Vrúbel pintó este mural con el famoso beso entre Brezhnev y Honecker /Fotografía de Fernando Guallar
Vrúbel pintó este mural con el famoso beso entre Brezhnev y Honecker /Fotografía de Fernando Guallarlarazon

Estamos más que acostumbrados a ver un apretón de manos como la forma más corriente de saludarse, sea entre conocidos o desconocidos, sea entre amigos o entre colegas de trabajo.

Pero nuestra habitual forma de saludarnos no es ni mucho menos la habitual en otros países del mundo, donde se realizan gestos muy diferentes: desde una reverencia hasta un roce con la nariz, desde asomar la lengua a ponerse la mano en el corazón (algo que hemos visto durante la pandemia también en nuestro entorno).

Hoy, 21 de noviembre, es el día mundial del saludo y en este artículo repasamos algunas de las maneras que existen en todo el planeta de decirse, con lenguaje no verbal, “hola, qué tal”.

1. La reverencia

Se trata de un saludo muy extendido en el sudeste asiático y se practica en países como India, Nepal, Camboya, Laos y Tailandia. Pero no en todos se realiza de igual manera.

Lo habitual, no obstante, es realizar este saludo juntando las palmas de las manos en una posición de oración apuntando hacia arriba al nivel del corazón o más alto. Al mismo tiempo se inclina la cabeza ligeramente hacia adelante para hacer una reverencia.

En India y Nepal se suele acompañar el gesto de la palabra “namaste” durante este saludo. Puede traducirse como “inclinarse” y se considera un signo de respeto y gratitud.

2. Frente y nariz

Mientras la reverencia evita todo contacto física, el saludo que practican los indígenas maoríes en Nueva Zelanda consiste en todo lo contrario. Se denomina “hongy” y significa “compartir el aliento”.

El príncipe Enrique de Inglaterra realizando el saludo maorí en Nueva Zelanda
El príncipe Enrique de Inglaterra realizando el saludo maorí en Nueva Zelandalarazon

Quienes se saludan de esta forma unen la frente y la nariz. El saludo quiere mostrar la bienvenida sagrada de un visitante a la cultura maorí y personalidades como el príncipe Enrique de Inglaterra lo han practicado, tal y como se puede ver en la imagen sobre estas líneas.

3. El aplauso

En Zimbawe, se usa el aplauso de la siguiente forma: la primera persona aplaude una vez y la segunda persona dos veces en respuesta. Pero el saludo cambia en función del género, puesto que los hombres deben aplaudir con los dedos y las palmas alineados, mientras que las mujeres lo hacen con las manos en ángulo.

4. Olisqueo

En Groenlandia existe el llamado “kunik”, un saludo inicado por los inuit (los esquimales). La persona que saluda debe presionar parte de su nariz y del labio superior sobre el rostro de otra persona, seguido de una respiración, acto que podría interpretarse como una olisqueo. Este saludo se limita a las relaciones muy cercanas.

Pero en la isla de Tuvalu en el Pacífico Sur, juntar las mejillas y respirar profundamente sigue siendo parte de la tradicional bienvenida polinesia para los visitantes.

5. El respeto a los mayores: de arrodillarse a tocar los pies

En toda Asia y África, honrar a los mayores es imperativo. En consecuencia, se les saluda antes que a los más jóvenes y siempre empleando títulos de respeto. En Filipinas, sus habitantes tienen una forma particularmente única de mostrar su consideración. Toman la mano de una persona mayor y la presionan suavemente contra sus frentes.

En India, tocan los pies de las personas mayores como muestra de respeto. Y En Liberia, así como entre los miembros del pueblo yoruba en Nigeria, los jóvenes se arrodillan sobre una o ambas para honrar a sus mayores.

6. Manos al pecho

Un saludo tradicional -y formal- en Malasia consiste en tomar las manos de otra persona opuesta con suavidad en las suyas. A continuación, se sueltan las manos de la otra persona y se llevan las propias al pecho asintiendo levemente para simbolizar buena voluntad y un corazón abierto.

Es de buena educación que la otra persona devuelva el gesto. Los hombres deben esperar a que las mujeres locales extiendan una mano y, si no lo hacen, un hombre debe poner una mano sobre su pecho y asentir levemente.

7. Sacar la lengua

En el Tibet, los monjes sacan la lengua para saludar. Esta peculiar tradición se remonta al siglo IX. Por aquellos tiempos existía el rey Lang Darma, hombre de mala fama al que la leyenda le atribuye una lengua negra. Temeroso de que existiera una posible reencarnación entre ellos, el pueblo pasó a sacar la lengua a la hora de saludar como señal de ir en son de paz.

8. Los besos en Rusia

En Rusia se besan muy cerca de la comisura de los labios y, generalmente, son tres los besos que se intercambian si se conocen. En ciertas regiones llegan a darse hasta seis besos.

Otra tradición antigua muy rusa es la de darse besos en la boca. Ninguna estampa es tan icónica en este sentido como la de Breznev y Honecker, los primeros ministros de la Unión Soviética y de Alemania Oriental, en el 30º aniversario del nacimiento de la República Democrática Alemana.