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Polémica

Una asociación financiada por el Gobierno elabora una guía para drogarse durante el sexo

En este manual se dan consejos para inyectarse drogas «de forma segura» durante la práctica sexual

Slamming: guía para la reducción de daños asociados al uso de drogas inyectables en las sesiones de sexo | Fuente: gtt-vih.org
Slamming: guía para la reducción de daños asociados al uso de drogas inyectables en las sesiones de sexo | Fuente: gtt-vih.orgLa Razón

En mitad de la sexta ola por la pandemia del coronavirus y con la amenaza de Ómicroncada día más cerca, el Ministerio dirigido por Carolina Darias, ha financiado una iniciativa que puede ser considerada, cuanto menos, polémica: una guía en la que se dan consejos para inyectarse drogas de forma segura durante el coito.

Slamming: guía para la reducción de daños asociados al uso de drogas inyectables en las sesiones de sexo | Fuente: gtt-vih.org
Slamming: guía para la reducción de daños asociados al uso de drogas inyectables en las sesiones de sexo | Fuente: gtt-vih.orgLa Razón

La guía ha sido elaborada por el Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH, una asociación sin ánimo de lucro financiada por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, el Plan Nacional sobre el Sida del Ministerio de Sanidad y por la Subdirección General de Drogodependencias de la Agencia de Salud Pública de Cataluña.

La asociación ha visto con preocupación cómo esta práctica del slamming se ha hecho cada vez más popular, sobre todo en la comunidad gay. Por lo que, en vez de obviar el tema o censurarlo, han preferido asumirlo como una realidad, y afrontar la situación de una forma pragmática, tratando así de minimizar los riesgos. Desde la asociación advierten que este documento “va dirigido a personas mayores de 18 años” y de que “la información contenida en esta guía no pretende sustituir la recibida por un profesional de la salud”.

La polémica está servida

Más allá del hecho de que este manual, al que han bautizado “Slamming: guía para la reducción de daños asociados al uso de drogas inyectables en las sesiones de sexo”, está pagado con dinero público; sus críticos también señalan que la asociación afronta la situación desde una visión normalizadora e, incluso, positiva.

También advierten de que además lo hace sin contraponer de forma diligente los evidentes riesgos de esta práctica. Este apartado queda relegado a las últimas páginas, donde se dan consejos sobre cómo reducir o dejar el consumo de drogas.

Y es que, en el manual del Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH se señalan, entre otras cosas, los beneficios del slamming y cómo el uso metanfetamina, cocaína, speed, mededrona o ketamina, pueden mejorar la “estimulación, euforia, sentimiento de empatía, deseo sexual, locuacidad, relajación, introspección psicodélica”.

También se pueden leer otras cosas como: el slamming puede ser una experiencia placentera, euforizante y sexualmente estimulante que desinhibe la conducta sexual. Permite mantener sesiones de sexo más largas incrementando la confianza en uno mismo y la energía”.