Precaución
La UE urge a reforzar las restricciones en Navidad
«Una acción contundente ahora nos ayudará a mantener los niveles de transmisión bajos y a permitir a la mayoría estar segura durante las fiestas»
Los ministros de Sanidad de la Unión Europea, reunidos ayer en Bruselas, discutieron medidas de coordinación ante los viajes como la caducidad del certificado covid –la Comisión Europea ha propuesto que esté vigente 9 meses después de haber recibido las primeras dos dosis– o la necesidad de pruebas PCR para los viajeros que ya estén vacunados, ante las dudas sobre si los antídotos ya aprobados son igualmente efectivos para la nueva cepa. Con la Unión Europea convertida en el epicentro mundial de la pandemia de coronavirus y la desconocida variante Ómicron acechando, muchos Estados miembros están reforzando las restricciones para contener los contagios ante la inminente llegada de Navidad, estrategia que respalda la Comisión Europea.
«Una acción contundente ahora nos ayudará a mantener los niveles de transmisión bajos, a aliviar la carga sobre el sistema sanitario y mantener a la mayoría seguros durante estas fiestas», trasladó la directora del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), Andrea Ammon, al consejo de ministros de Sanidad.
En la misma sesión, la comisaria europea de Sanidad, Stella Kyriakides, llamó también a las capitales a «mantener o recuperar medidas de salud pública inteligentes y específicas. Con la llegada del período navideño, hacer llegar este mensaje a los ciudadanos requerirá una reflexión cuidadosa», avisó Kyriakides, quien agregó que las restricciones que han ido proliferando en los últimos días en distintos países son complementarias a medidas como el uso de las mascarillas o el respeto a la distancia física.
La ministra de Sanidad española, Carolina Darias, se limitó a pedir coordinación entre los Estados miembros sin aclarar si España está sopesando introducir pruebas como las PCR. «Cualquier acción a nivel europeo tiene que ser coordinada en la UE», aseguró Darias. Algunos países como Francia y Portugal ya han decidido solicitar una prueba pcr a los viajeros, aunque estén vacunados. En el caso francés, este requisito tan sólo es necesario para los ciudadanos de países terceros.
La vacunación obligatoria fue otro de los temas estrella de la reunión. Los países europeos esquivan, al menos por el momento, este debate. La semana pasada, la presidenta del Ejecutivo comunitario Ursula Von der Leyen abrió le puerta a la inmunización obligatoria en la UE, pero ayer los Veintisiete evitaron esta discusión a pesar de que el ministro de Sanidad austriaco aprovechó la cita con sus homólogos europeos para informarles de la situación en su país. Austria ha sido el primer Estado europeo en obligar por ley a toda su población a ser vacunada con multas de hasta 7.200 euros a quienes rechacen recibir los antídotos. La nueva legislación entrará en vigor a partir del 22 de febrero para todas las personas que residen o viven de manera habitual en el país, aunque habrá excepciones para quienes no puedan vacunarse por motivos de salud o edad. El pasado 22 de noviembre, Austria volvió al confinamiento debido a la explosión de contagios, pero está previsto que esta situación termine el próximo 13 de diciembre.
La comisaria de Sanidad, Stella Kyriakides, se limitó ayer a recordar la necesidad de aumentar el ritmo de vacunación ya que actualmente seis Estados miembros tienen un porcentaje por debajo del 55% de inmunizados, pero recalcó que la posibilidad de obligar a vacunar por ley es una competencia nacional. Según los últimos datos del Ejecutivo comunitario, el 77% de la población adulta europea está vacunada y esta cifra llega al 66% cuando hablamos de la población general. «Sin embargo, esto significa que tenemos un tercio de la población europea que no está vacunada y la vacunación es la mejor manera de afrontar esta pandemia, aunque no sea el único», aseguró la Comisaria. «Incluso un solo país europeo con una tasa de vacunación baja puede tener un impacto en la situación sanitario de la UE», aseguró también la política chipriota. Por su parte, el ministro de Sanidad esloveno, Janez Poklukar, defendió que la vacunación obligatoria deber ser «la última opción».
Aunque Austria ha sido el primer país en tomar una medida tan drástica en cuanto a la obligatoriedad de la vacunación, otros Estados están siguiendo la misma estela de manera más comedida. Italia también ha impuesto la inmunización obligatoria para todos los trabajadores –con la salvedad de los autónomos que trabajen desde sus domicilios– y Bélgica y Francia han incluido a los profesionales sanitarios. Alemania también quiere imponer la vacunación obligatoria en febrero y ha puesto en marcha nuevas restricciones a los no vacunados, al igual que Italia. «Es muy importante que haya una diferencia entre los que están vacunados y los que no en el día a día: en los restaurantes, el transporte, en cualquier lado», aseguró ayer el ministro de Sanidad alemán, Jens Spahn. «Eso necesita discusión y un enfoque común, pero es una discusión que hay que tener», aseguró la semana pasada la presidenta del Ejecutivo comunitario, si bien también aclaró que se trataba de una opinión personal.
Los portavoces comunitarios explicaron este lunes que Bruselas no prepara ninguna recomendación sobre la vacunación obligatoria para encauzar el debate.
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