Compartir nuestra vida con uno o más gatos en casa es una gran responsabilidad. Vivir con un felino supone adaptarnos a sus manías y costumbres, y es que los gatos son animales de lo más especiales. Odian el chocolate, el limón y el vinagre, pueden saber si va a caer una tormenta, e incluso, saber en qué habitación nos encontramos sin vernos. Son animales únicos, aquellos que conviven con ellos pueden dar fe de ello. Una de las particularidades que más nos pueden llamar la atención, y que la mayoría de personas desconocen, es que la orina de los felinos brilla al exponerse a ciertos tipos de luz.

La razón por la que la orina de este tipo de animales brilla en la oscuridad es por la gran cantidad de ácido úrico que contiene, razón por la cual tienen una alta probabilidad de desarrollar enfermedades como la urolitiasis o la litiasis renal. El exceso de este químico creado cuando el cuerpo descompone sustancias llamadas “purinas” es disuelto en la sangre y viaja a los riñones, donde es eliminado a través de la orina formando unos cristales microscópicos que pueden reflejar ciertos tipos de luz. Esa es la razón por la que al apagar la luz de nuestra casa, no podremos observar ningún tipo de reacción por parte de la orina felina. Para poder observar este curioso efecto, deberemos comprar una bombilla de luz negra o ultravioleta.

Utilidades

Poder observar las “marcas” de nuestros gatos puede ser muy útil para mantener limpio nuestro entorno. Gracias a estas luces podremos eliminar el “olor a gato” de forma precisa, pudiendo seguir el rastro que nuestros amigos felinos han dejado por la casa.

Otra utilidad que podemos encontrar a la eliminación de estos rastros olfativos se produce si tenemos pensado adoptar un compañero perruno. El olfato canino, en cuanto a las células olfativas que albergan las fosas nasales de los perros, es aproximadamente unas 50 veces superior a la del ser humano. Razón por la cual el olor de la orina de gato no solo puede molestar a nuestro nuevo compañero, también puede alterarlo, enfadarlo o hacer que orine en todos los rincones de la casa para intentar tapar su olor. Situaciones desagradables tanto para el animal como para nosotros, que podemos evitar simplemente localizando y limpiando la orina oculta de nuestros gatos.