Vacunación
España pincha en la tercera dosis y solo se ha inmunizado al 13,3% de la población
Mientras Francia ha inmunizado con la inyección de refuerzo al 45,3% de su población, la cifra de nuestro país solo es peor en Bulgaria y Rumanía
Si bien la primera fase de la campaña de vacunación española ha sido loada por organismos internacionales como la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) y nuestro país se ha situado como uno de los Estados europeos con mayor porcentaje de población inmunizada, todo cambia cuando hablamos de la tercera dosis de refuerzo.
Unos datos llamativos, ya que España no solo se sitúa a la cola de países de nuestro entorno, sino que incluso es superada por los Estados europeos con porcentajes de vacunación mucho más bajos en las primeras dosis.
Los números hablan por sí solos. Mientras la vecina Francia ha conseguido inyectar la dosis de refuerzo al 45,3% de su población, en España este porcentaje tan sólo llega al 13,3%, según los números que maneja el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (EDCD por sus siglas en inglés) con la información de las autoridades españolas. No son datos aislados. En Bélgica esta cifra es del 47%; en Holanda, del 41,4%; en Alemania, del 43%; en Irlanda, del 49,5 %; en Italia, del 32,2%; en Grecia, del 38,5%; en Malta, del 54,2%, y en Portugal, del 36,2%, dentro de los países más cercanos.
Estados del Este como Polonia y Eslovaquia también superan a nuestro país de manera amplia con un 22,1 % y un 21,5% respectivamente, en la tercera inyección, a pesar de que tan sólo está vacunada con una dosis el 58,2% de su población en el primer caso y el 50,7% en el segundo. España tan sólo supera en el pinchazo de refuerzo a Bulgaria y Rumanía (6,5% en los dos países), cuyos niveles de primeras dosis son de apenas el 40,8% en el primer caso y el 28,2% en el segundo.
¿A qué se debe este pobre resultado? Lo cierto es que desde que en el mes de octubre la Agencia Europea del Medicamento (EMA por sus siglas en inglés) abriera la puerta por primera vez a la tercera vacuna a los mayores de 18 años seis meses después de la primera (hasta el momento tan sólo lo había aconsejado para los inmunodeprimidos con niveles de defensa muy bajos), España ha sido uno de los países más rezagados a la hora de ir abriendo la inmunización a las diferentes capas de población. La mayoría de los estados europeos está inyectando los antídotos a todos los grupos de edad desde hace semanas, mientras que nuestro país ha sido necesario esperar hasta esta esta pasada semana para que el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas decidieran empezar a pinchar a los jóvenes entre 18 y 39 años. Además, hubo que aguardar a mediados de diciembre para que el grupo de los 40 a los 59 años empezara a recibir esta tercera dosis. Asimismo, esta pasada semana la Comisión de Salud Pública también dio el visto bueno a recortar de 6 a cinco meses el periodo para recibir el pinchazo de refuerzo tras la segunda dosis.
Otros países, sin embargo, han ido mucho más rápido a la hora de tomar este tipo de decisiones. Francia, por ejemplo, anunció ya el pasado 25 de noviembre que su campaña de vacunación del tercer pinchazo incluía a todos los adultos mayores de 18 años con un intervalo de 5 meses y el 27 de diciembre redujo este periodo entre segunda y tercera dosis a tan sólo tres meses para todos los grupos de población. Además, el gobierno de Emmanuel Macron también ha extendido la obligatoriedad de los tres pinchazos a algunos colectivos como bomberos y cuidadores de niños y ancianos.
A pesar de las pobres cifras globales en comparación con otros países europeos, el Gobierno defiende que la campaña de vacunación ha ido avanzando a buen ritmo ya que el 86,5% de los mayores de 60 años han recibido las dosis de refuerzo y siete de cada diez a partir de 50, los tramos de edad que hasta ahora tenían disponible la inmunización. La pregunta ahora es cómo reaccionaran a la llamada del tercer pinchazo los más jóvenes que comenzaron a recibir las inyecciones en verano. Según el Ministerio de Sanidad, esta franja de edad es la menos proclive a ser inoculada con los sueros ya que dos de cada 10 no han seguido todavía la pauta de las dos dosis. Esta cifra asciende hasta el 21,9% en los treintañeros y al 19,6% entre los de 20 a 29 años.
En cuanto a la necesidad de una cuarta inyección, los organismos europeos no tienen todavía un veredicto claro pero se muestran reticentes a más pinchazos para la población general. «Aunque el uso de dosis adicionales puede formar parte de los planes de contingencia, las vacunaciones repetidas en intervalos cortos no representarían una estrategia sostenible a largo plazo», dijo el jefe de estrategia de vacunas de la EMA, Marco Cavaleri, este pasado martes en una reunión informativa con los medios de comunicación.
De momento, las autoridades sanitarias españolas tan sólo se muestran proclives a una cuarta dosis en grupos de alto riesgo como pacientes tratados con quimio o radio, trasplantados, receptores de células madre o enfermos de hemodiálisis.
Israel, el país pionero en el mundo en ritmo de vacunación, decidió el pasado 2 de enero inyectar la cuarta dosis a los mayores de 60 años y al personal médico, pero dentro del club comunitario la posibilidad de seguir esta senda no parece tan clara por el momento.
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