Salud
Por qué si tienes diabetes debes tener mucho cuidado con tus pies
Cada 30 segundos se pierde una extremidad de forma parcial o completa por culpa de esta enfermedad
Los expertos consideran que la diabetes es otra de las pandemias de este siglo XXI. Hoy en día es un problema de salud pública a nivel mundial y no es para menos. Se trata de una patología que ‘revoluciona’ el funcionamiento de nuestro cuerpo y, aunque parezca mentira, uno de sus principales afectados son nuestros pies. Aproximadamente cada 30 segundos se pierde una extremidad de forma parcial o completa por culpa de la diabetes, y aquí te vamos a contar el porqué.
El caso es que la diabetes puede llegar a dañar a los nervios, lo que se conoce como ‘neuropatía diabética’, una afección que puede provocar dolores, hormigueos y hacer que se pierda la sensación del pie. De esta forma, si nos clavamos algo, o nos dañamos los pies podemos ocasionarnos cortes o llagas que a la larga pueden infectarse e incluso necrosarse, pudiendo conllevar finalmente una amputación del miembro.
“La diabetes es una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no produce suficiente insulina, o bien cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es una causa importante de ceguera, de insuficiencia renal, de infarto de miocardio, de accidente cerebrovascular y amputación de los miembros inferiores. Y lo peor de todo es que la prevalencia de esta enfermedad va en aumento”, advierte el doctor Pablo Gallo desde la Unidad de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Ruber Internacional de Madrid.
Por tanto, este experto remarca que entre las temibles complicaciones de esta afección se encontraría esa pérdida de sensibilidad en la planta del pie que, añadida a otras alteraciones, favorece la aparición de úlceras que pueden infectarse y poner en riesgo el pie.
“En algunos casos se asocia una falta de riego que puede agravar el cuadro, por lo que es vital tratar de forma precoz y oportuna esta situación para evitar la amputación. Una vez diagnosticada la enfermedad es prioritario mantener óptimos los niveles de glucosa en sangre; esto se consigue con la adecuada medicación, dieta saludable y ejercicio físico. En algunos casos es difícil lograrlo, lo que predispone a presentar las complicaciones antes mencionadas”, afirman los expertos de Quirónsalud.
Así, los expertos del Hospital Ruber Internacional destacan la necesidad de enfatizar que el tratamiento del pie diabético debe basarse en un abordaje multidisciplinar, realizando un trabajo conjunto con múltiples servicios entre los que figuran cirugía vascular, la podología, la endocrinología, la medicina de familia, por ejemplo, y sin olvidar la importancia del soporte familiar y personal que necesitan estos pacientes.
¿En qué consiste el pie diabético?
El pie diabético es cualquier lesión, infección, o ulceración de los pies asociados a la neuropatía diabética y/o enfermedad vascular periférica en pacientes con diabetes. El jefe de la Unidad de Angiología y Cirugía Vascular del Ruber Internacional el doctor Pablo Gallo precisa aquí que si los niveles de azúcar en la sangre son demasiado altos y mantenidos en el tiempo, sumado a otros factores como la hipertensión arterial, el colesterol elevado, el tabaquismo y el sedentarismo, todo ello predispone a la aparición de complicaciones de los nervios y de los vasos sanguíneos.
“El daño de los nervios provoca una disminución o pérdida de la sensibilidad; lo que facilita que las pequeñas lesiones puedan pasar desapercibidas. El daño de los vasos sanguíneos repercute de forma importante en las piernas, ya que, al no llegar suficiente sangre, las lesiones o pequeñas rozaduras demoran en curarse, aumentando el riesgo de progresar de tamaño y/o a infectarse”, subraya este especialista.
Es más, advierte de los síntomas que los pacientes pueden presentar en estas situaciones: desde sensación de hormigueo, hasta adormecimiento, calambres y/o dolor en reposo generalmente al estar tumbado, hasta llegar incluso a la pérdida de sensibilidad, así como a la aparición de lesiones en la piel de los pies, o bien a úlceras que no curan.
Al mismo tiempo, el doctor Gallo dice que puede presentarse la conocida como ‘enfermedad del escaparate’, aquella que está originada por el dolor al caminar que obliga al paciente a pararse (claudicación intermitente al andar), así como cambios en la piel, sequedad, piel fina, con ausencia de vello, uñas engrosadas y pérdida de la almohadilla grasa de la planta del pie, entre otras afecciones.
Si tienes diabetes es necesario un estudio vascular
Por tanto, el experto de Quirónsalud ve necesario que los pacientes diabéticos se hagan estudios vasculares con frecuencia, al tiempo que extremen los cuidados y precauciones en las lesiones de los pies. “Es muy importante tener en cuenta las posibles alteraciones anatómicas de los pies, como por ejemplo las deformidades en los dedos, juanetes, dedos en martillo o en garra”, apostilla.
El especialista en Angiología subraya que estos estudios deben incluir un Eco-Doppler, una herramienta que proporciona a los facultativos información relevante sobre la circulación sanguínea.
Por su parte, el doctor Santiago Zubicoa, responsable de la Unidad de Radiología Vascular Intervencionista del Hospital Ruber Internacional, afirma que en algunos casos se deberá profundizar el estudio, y se requerirá realizar una arteriografía u otras pruebas de imagen, fundamentalmente cuando se valora un posible procedimiento terapéutico.
Con ello, ambos expertos coinciden al afirmar que es importante enfatizar que toda persona con diabetes tiene riesgo de sufrir pie diabético; sin embargo, un buen control de la glucosa en sangre, sumado a hábitos de vida saludable, cuidado de los pies, y una buena elección del calzado, son la clave para prevenir el pie diabético.
“El tratamiento debe ser individualizado y dependerá del grado de la enfermedad”, reconoce Pablo Gallo, a la vez que el doctor Zubicoa subraya que cuando la enfermedad arterial periférica está instaurada, hay que hacer un estudio minucioso para determinar si el tratamiento debe ser conservador, o por el contrario si es necesario realizar tratamientos endovasculares para hacer llegar más sangre a las piernas. “Si hay úlceras, se determinará si las curas deben realizarse de forma ambulatoria o en quirófano, dependiendo de la gravedad de la lesión”, concluye el doctor Gallo.
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