Entrenamiento
¿Cuál es la mejor hora para hacer ejercicio?
Entre el trabajo, las obligaciones sociales y las tareas domésticas, a veces puede parecer casi imposible incluir una hora de actividad física en nuestro día a día. Para decidir qué horario es mejor para nosotros, debemos saber cómo la hora del día afecta a nuestro entrenamiento según la ciencia
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que hacer ejercicio en cualquier momento del día tiene grandes beneficios para la salud. Para la mayoría de las personas, lo importante de hacer ejercicio no tiene que ver con el número de calorías quemadas o con la cantidad de peso que pueden levantar, se trata más de la sensación de cómo encaja el ejercicio en su vida diaria. Ya que, entre el trabajo, las obligaciones familiares, las tareas domésticas y las salidas con amigos, a veces puede parecer casi imposible incluir una hora de actividad física estructurada en nuestro día a día. Por ello, los consejos sobre cuándo realizar el entrenamiento están por todas partes, aunque la opiniones son muy diversas. Algunas personas afirman que el mejor momento para hacer ejercicio es a primera hora de la mañana, mientras que otras consideran solo la idea de hacer ejercicio después del trabajo. Para decidir qué horario es mejor para nosotros, debemos saber cómo la hora del día afecta a nuestro entrenamiento según la ciencia.
Beneficios de los entrenamientos matutinos
Según múltiples estudios, los entrenamientos matutinos ofrecen una lista de beneficios que incluso podrían influir en los hábitos de sueño:
- Puede ayudar a establecer una rutina de ejercicios: Las personas que hacen ejercicio por la mañana a menudo son más constantes simplemente porque los entrenamientos matutinos dejan menos espacio para las excusas. Si hacemos ejercicio a primera hora de la mañana, no podemos aplazarlo y realizarlo por la noche, porque las tareas se acumulan.
- Puede mejorar el ciclo de sueño: Levantarse temprano puede ser difícil al principio, pero las investigaciones sugieren que un hábito de ejercicio matutinopuede cambiar nuestro ritmo circadiano para que estemos más alertas por la mañana y más cansados por la noche. Por otro lado, el ejercicio matutino también parece estimular el sueño profundo más que el ejercicio vespertino, según algunas investigaciones. Además, el sueño ayuda a facilitar el crecimiento muscular, por lo que incluso podríamos ver más ganancia muscular si nuestro ritmo circadiano y nuestro ciclo de sueñomejoran.
- Puede quemar más grasa: Se ha demostrado que hacer ejercicio con el estómago vacío, quema más grasa que hacer ejercicio después de una comida. Esto sucede porque nuestro cuerpo debe utilizar las reservas de grasa que ya existen para alimentar el ejercicio, en lugar de utilizar como combustible los alimentos que acabamos de ingerir.
- Puede hacerlo más productivo: Varias investigaciones han demostrado que hacer ejercicio por la mañana tiene un efecto beneficioso sobre los niveles de energía, el estado de alerta, el enfoque y la toma de decisiones, lo que puede traducirse en un día de trabajo más productivo.
- Puede mejorar su estado de ánimo: Los ejercicios matutinos son una excelente manera de comenzar el día. Las endorfinas que produce el cuerpo en respuesta al ejercicio pueden mantener el estado de ánimo elevado durante varias horas tras el entrenamiento. La sensación de logro que obtenemos después de completar un entrenamiento puede influenciar en nuestro día a día.
Beneficios de los entrenamientos vespertinos y nocturnos
La mayoría de las personas experimentan “adaptaciones fisiológicas” a lo largo del día, lo que hace que la tarde y la noche sean los mejores momentos para hacer ejercicio por muchas razones:
- Puede mejorar el rendimiento: Varias investigaciones muestran que la mayoría de las personas “funcionan mejor”, físicamente hablando, cuantas mas horas del día pasan. La fuerza muscular, la flexibilidad, la potencia y la resistencia son mejores por la noche que por la mañana. Además, las personas que hacen ejercicio por la noche tardan hasta un 20% más en llegar al punto de agotamiento.
- Calentamientos más efectivos: Dado que nuestra temperatura corporal es más alta a medida que avanza el día, muchas personas “entran en calor” más rápido si entrenan por de la tarde o la noche, aunque siempre debemos calentar antes de realizar cualquier ejercicio.
- Las hormonas están de nuestro lado: la testosterona es importante para desarrollar el músculo, tanto en hombres como en mujeres, y nuestro cuerpo puede producir más cantidad durante los entrenamientos vespertinos que durante los entrenamientos de la mañana, lo que da como resultado una mayor fuerza y ganancia muscular.
- Puede aliviar el estrés: el ejercicio siempre es una buena manera de aliviar el estrés, la gran cantidad de endorfinas que obtenemos durante y después del ejercicio puede ayudar a relajarnos antes de dormir.
- Ayuda a reemplazar los malos hábitos: si tenemos algunos hábitos vespertinos o nocturnos que deseamos reemplazar, como beber, fumar o ver demasiada televisión, podemos dejar que el ejercicio se apodere de ellos y tome su lugar. Una vez que entremos en la práctica de hacer ejercicio por la noche, es posible que ni siquiera extrañemos esos viejos hábitos.
El mejor momento es siempre que se pueda
El mejor momento para hacer ejercicio es siempre que podamos. Lamentablemente, no todos tenemos horarios que permitan un entrenamiento de 90 minutos. Si nuestro único momento del día para hacer ejercicio es antes de ir al trabajo, entonces la mañana es mejor. Ya que si reservamos la actividad física para las tardes, y estas las tenemos completamente ocupadas, es muy probable que nunca lo hagamos. Del mismo modo, si solo podemos incluir 20 minutos de ejercicio en nuestro día justo antes de acostarnos, ese es el mejor momento para hacer ejercicio. No obstante, aunque el mejor momento para hacer ejercicio es siempre que se pueda, el mejor momento del día para realizar el entrenamiento es el momento que podemos mantener durante días, semanas y meses. Y la razón es que las personas que hacen ejercicio constantemente ven mejores resultados a largo plazo.
Por último, varias investigaciones sugieren que nuestro cuerpo puede adaptarse a los horarios regulares del entrenamiento, por lo que si hacemos ejercicio todas las mañanas, probablemente mejoraremos mucho en la mañana, y lo mismo ocurriría con respecto a los entrenamientos vespertinos y nocturnos.
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