5 hallazgos que convirtieron a gente común en millonarios

Todo el mundo ha fantaseado en algún momento de su vida con ganar una gran cantidad de dinero. Ya sea recorriendo el fondo del océano en busca de un tesoro hundido, realizando apuestas deportivas o en un casino, o simplemente jugando a la lotería. En nuestro interior, todos albergamos el deseo de ganar un gran premio que cambie nuestras vidas para siempre. Aunque para la mayoría siempre seguirá siendo un sueño inalcanzable, para unos pocos increíblemente afortunados, las grandes fortunas aún están por ahí, esperando a que las descubran. Con eso en mente, hemos recopilado 10 ejemplos de personas comunes que hicieron descubrimientos que les hicieron ganar millones de la noche a la mañana.

El cuadro perdido de Heade

En enero de 1999, un hombre estaba jugando un juego de mesa sobre arte titulado “Masterpiece” cuando reconoció un cuadro pintado con un estilo similar al que había comprado para tapar un agujero en la pared de su casa de Indiana, Estados Unidos. Intrigado, buscó en Internet hasta que encontró información de las “Galerías Kennedy” en Nueva York sobre el trabajo de un artista estadounidense llamado Martin Johnson Heade. Después de enviar algunas fotos y una descripción de la pintura a los expertos de la galería, el propietario se llevó una grata sorpresa al saber que su posesión era en realidad una obra perdida de Heade. La pieza todavía se encontraba en su marco original y estaba en excelentes condiciones de conservación, teniendo en cuenta que fue pintada en la década de 1890. “Magnolias sobre tela de terciopelo dorado” de Heade, como se tituló la pintura, fue finalmente comprada por el Museo de Bellas Artes de Houston por más de 1 millón de dólares, después de que la junta directiva lograra recaudar los fondos necesarios en una reunión que duró menos de 90 minutos.

“El Tesoro de Hoxne”

El 16 de noviembre de 1992, al suroeste del pueblo de Hoxne, en Suffolk (Reino Unido), un granjero británico llamado Peter Whatlingperdió su martillo. Para registrar sus instalaciones a fondo, le pidió ayuda a su amigo Eric Lawes, que tenía un detector de metales. Tras unos pocos minutos de búsqueda, Lawes encontró varias cucharas de plata, joyas y monedas de oro. Después de recuperar unos cuantos objetos, él y Whatling notificaron a las autoridades el hallazgo, sin intentar seguir cavando en busca de más artículos.

Al día siguiente, un equipo de arqueólogos de la “Unidad Arqueológica de Suffolk”llevó a cabo una excavación en el lugar que los dos hombres les indicaron que habían descubierto las piezas. El tesoro entero fue excavado en un solo día y donado al Museo Británico, al igual que el martillo de Whatling.

El conocido como “Tesoro de Hoxne” es el mayor tesoro de oro y plata de la Antigua Roma descubierto en Gran Bretaña y la mayor colección de monedas de oro y plata, de los siglos IV y V, descubierta en todo el Imperio Romano. El “Treasure Valuation Committee” tasó el tesoro en 1,75 millones de libras (unos 2 millones de euros), cantidad que fue pagada a Lawes por haberlo encontrado. Y, aunque él compartió su recompensa con su amigo, tres años más tarde, la “Treasure Act” de 1996 prescribió que el descubridor (Lawes) y el arrendatario (Whatling) tenían que ser premiados equitativamente.

La Declaración de Independencia

Muchos estadounidenses consideran que la Declaración de Independencia es el documento más importante en la historia de Estados Unidos. Después de que se creara el original, John Dunlap hizo 200 copias de la “primera edición” para que “el mensaje” pudiera llevarse a toda la nación. De las 26 copias que se sabe que existen hoy en día, solo tres están actualmente en manos de coleccionistas privados. Una de esas copias fue descubierta detrás de una pintura que un coleccionista compró porque le gustaba el marco. Al desmontar el cuadro, el propietario encontró una copia de la primera edición de la Declaración de Independencia doblada detrás de la imagen. Un amigo del coleccionista, alentó al propietario a contactar a “Sotheby’s”, una casa desubastas de obras de arte, para que lo tasaran y finalmente se vendió por 2,42 millones de dólares en una subasta en 1991. Esa misma copia fue subastada por el ganador de la subasta de 1991 nuevamente en 2000, recaudando 8 millones de dólares.

Tanzanita

La tanzanita es un mineral increíblemente raro que solo se puede encontrar en un lugar de la tierra, la nación africana de Tanzania, de donde la gema recibe su nombre. La rareza de la tanzanita la hace extremadamente valiosa y la extracción de esta gema proporciona una valiosa fuente de ingresos para muchos de los habitantes del país. De todas las personas que pasan su vida buscando tanzanita, Saniniu Laizer es, sin duda, una de las más afortunadas. En junio de 2020, su operación minera en Tanzania recuperó los dos ejemplares más grandes jamás registrados del mineral, con un peso de 9,3 y 5,1 kilogramos respectivamente, que vendió al gobierno de Tanzania por más de 3,4 millones de dólares. Sorprendentemente, Laizer no estaba listo para jubilarse con su nueva fortuna y, solo dos meses después, encontró otra pieza de tanzanita que pesaba 5,3 kilogramos, con un valor estimado de 2 millones de dólares.

Ópalo negro

En 1999, un hombre conocido como Bobby, decidió vender todo su equipo y retirarse de una carrera que había durado más de 20 años, la minería de ópalo. Bobby vivía en Lightning Ridge, una pequeña comunidad minera en Nueva Gales del Sur, Australia, y, en el último balde que había extraído, encontró la piedra. Bobby trabajó cuidadosamente durante meses para revelar el hermoso ópalo, al que finalmente llamó “Royal One”. Por razones que solo él conoce, Bobby lo guardó durante más de 14 años a pesar de saber cuán potencialmente valioso era. Tras ese tiempo, en 2013, fue subastado en Santa Fe, Nuevo México. Gracias al “Royal One”, un ópalo negro de 306 quilates, Bobby recibió más de 3 millones de dólares.