Covid-19

Nuevo paso en la desescalada: adiós a los test y los aislamientos

La nueva estrategia frente a la covid, que se aprobará mañana, reduce los confinamientos a cinco días y los limita a residencias de mayores y hospitales

Mientras los últimos datos sobre la evolución de la pandemia de los últimos días muestran un ligero repunte de la incidencia acumulada en España, que empieza a ser un reflejo de lo que está ocurriendo en otros países europeos, con subidas destacadas de los contagios en estados como Alemania, Bélgica o Francia, representantes de las comunidades autónomas y del Ministerio de Sanidad han debatido hoy la modificación de la estrategia de detección y prevención de la Covid-19.

El plazo para aliviar las restricciones se ha ido alargando en las últimas semanas, ya que la mayoría de las comunidades piden «prudencia» ante el temor a que una desescalada rápida pueda tener consecuencias nefastas. No obstante, en el camino a la estrategia de «gripalización» de la covid-19 adoptada por el Ministerio de Sanidad ya se habían tomado algunas medidas, como la eliminación de las cuarentenas a las personas que tengan un contacto con un positivo (estén o no vacunadas) y vigilar solo los casos graves de la enfermedad.

El principal objetivo ahora es proteger a las personas más vulnerables, como los pacientes inmunodeprimidos y su entorno, para evitar la transmisión del virus, lo que se hará de forma individualizada.

En este contexto, según han indicado fuentes sanitarias a LA RAZÓN, el documento de la nueva estrategia para la «desescalada» que se aprobará mañana (aunque aún pueden producirse algunas modificaciones), tiene dos puntos principales. El primero de ellos es la eliminación de la realización de pruebas de diagnóstico de coronavirus a nivel general entre la población, de tal forma que no serán necesarias en pacientes asintomáticos. Como ocurre con cualquier otra enfermedad, serán los sanitarios los que determinen si es necesario o no realizar una pruebas de confirmación mediante PCR o antígeno realizado por un profesional.

Aunque sin duda el punto más destacado es la eliminación de los aislamientos domiciliarios, que hasta ahora estaban fijados en 7 días en caso de pacientes asintomático o desarrollar un cuadro leve de la enfermedad. De este modo, dicha medida se eliminará, aunque sí se mantendrá en dos escenarios concretos, como son las residencias de personas mayores y los hospitales.

En el caso de las residencias, los casos positivos en los centros deberán aislarse cinco días. El quinto día, si no hay síntomas en las últimas 24 horas, finalizaría el aislamiento. En caso de que los síntomas duren más días se mantendrá el confinamiento hasta que no aparezcan en 24 horas.

Por su parte, en el caso de positivos detectados en hospitales el plazo de cuarentena será el mismo, cinco días, que se levantará cuando haya prueba con resultado negativo o si la carga viral es baja (y por lo tanto, sin capacidad infectiva del paciente), que en el caso de la covid se determina cuando el valor de los ciclos de transmisión de la PCR es superior a 30.

Pese a que es otro de los asuntos «calientes», en la reunión de hoy no se ha tratado la eliminación de las mascarillas en interiores, aunque comunidades como Galicia, Extremadura y Castilla y León se han unido a las regiones que se han mostrado partidarias de su fin, como Madrid o Cataluña (en este caso empezando por los centros escolares).

Así, el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, ha señalado hoy que la recomendación de usar mascarillas en los patios de los centros educativos quedará sin efecto, una vez que la región ha completado la vacunación de la población diana en edad pediátrica (de 5 a 11 años). Fuentes de la Consejería de Sanidad han indicado que la Xunta se muestra partidaria de la desescalada en todos los aspectos, aunque con prudencia y avalada por los expertos. Además, reclaman que la información sobre el cambio de vigilancia del sistema epidemiológico sea «clara y precisa».

Por su parte, la Junta de Castilla y León ha defendido abrir el debate del fin de las mascarillas en interiores, aunque aclarando que el Gobierno regional «actuará siempre en base» a lo que se decida en el Consejo Interterritorial con respaldo de los expertos. El portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, aseguró ayer que no se prevén nuevas restricciones en la Comunidad durante la celebración de la Semana Santa.

El Gobierno extremeño, que calificó de «sensacionalista» la propuesta de la Comunidad de Madrid de abordar el fin de los cubrebocas, contempla ya esta posibilidad. «No será cuestión de mucho tiempo que las mascarillas desaparezcan», ha afirmado José María Vergeles, consejero de Sanidad de esta autonomía.