El futuro gasto en empoderar a las mujeres podría pagar el paro

Los datos económicos en España dan pena. La deuda de las Administraciones Públicas es del 118,7% del PIB, es decir, 1,4 billones de euros, con un déficit estructural del Estado de 12.000 millones. El megavatio por hora de electricidad está en 263 euros. El litro de gasolina alcanza los 1,81 euros de media en la sin plomo. Y ahora, tras lo sufrido en las cuentas de los españoles tras dos años de pandemia, la invasión rusa de Ucrania dejará el crecimiento esperado del PIB para este año sobre el 4% cuando antes de la contienda se situaba en el 5,5%, y con una inflación que podría situarse en torno al 7% en estos 12 meses. Pues en medio de esta situación, el Plan Estratégico para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres 2022-2025, coordinado por el Ministerio de Igualdad, el Instituto de las Mujeres y aportaciones del Consejo de Participación de la Mujer, y aprobado este mes, alcanza los 20.319 millones de euros.

El objetivo final de tal descomunal desembolso es, por un lado, «el enfoque de género y enfoque interseccional, ya que la vida de las mujeres no se explica en base a género únicamente sino también a clase, procedencia, etnia e interrelación y en cómo estos factores influyen en su vida», como recoge el Plan, y por otro, alcanzar «la construcción de ciudadanías plenas: alianzas feministas, la salud y los derechos sexuales y reproductivos, la igualdad en el ámbito del deporte, en el ámbito cultural y educativo, en el ámbito de la ciudadanía y su diversidad, mujeres de diferentes grupos étnicos, mujeres LTBI, jóvenes, rurales y con discapacidad».

La Memoria Económica del Plan reconoce que «no hay ningún país de la UE que haya presentado un Plan homologable al que tendrá España». De hecho, el presupuesto promedio anual en el Plan asciende a 5.080 millones de euros, un 387% más que el planificado para el período 2014-2016.

Esta cifra destinada por Igualdad a las «políticas feministas» en cuatro años duplica el presupuesto anual de Defensa y supone el doble del de los ministerios de Sanidad y Educación juntos. También es más de lo que gastan en un año Extremadura (1.658 millones), Castilla-La Mancha (12.273) y Asturias (4.754) juntas. Y casi el de la Comunidad de Madrid (23.033 millones). Se podría comparar la cifra con la del presupuesto para pagar las prestaciones a desempleados (22.456 millones) y supone casi 5 veces la cantidad destinada al Ingreso Mínimo Vital de este año (4.435 millones).

Algunas de las partidas económicas son especialmente llamativas. Son destinados 132 millones a garantizar el ejercicio efectivo de los derechos de personas transgénero, trasvestis y transexuales. Y lo aprobó el Gobierno pese a la oposición de una parte del colectivo feminista. De hecho, la fecha de la aprobación del Plan, el 8-M, Día de la Mujer, el movimiento se dividió en dos manifestaciones distintas ya que, además de que una parte del feminismo no ve realmente «abolicionista» a la ministra respecto a la prostitución, su Ley Trans supone para la Alianza Contra el Borrado de Mujeres una vulneración de los derechos de la mujer, y ven expresiones como «cónyuge gestante», «progenitor no gestante», «personas trans con capacidad gestante» o «el extraño concepto ‘cónyuge supérstite’ para definir a las viudas», «una terminología de borrado de las mujeres y de los procesos biológicos exclusivos» de las mismas. En otro apartado, los «derechos sexuales y reproductivos» se llevan 4,6 millones.

El arte también dispone de sus fondos propios. Más de 91 millones para «visibilizar la producción artística del movimiento feminista». No se conoce presupuesto gubernamental para el colectivo masculino. Quizás porque, como recoge otro de los apartados que reciben dinero del Plan, ha que transformar el actual «mandato de la masculinidad hegemónica».

Los funcionarios dispondrán de 38 millones para «incorporar el enfoque de género en los procedimientos de trabajo», sin más especificaciones.

Y para que todo sea conocido por la ciudadanía, 959.200 euros para que los medios de comunicación muestran bien la «visualización de los logros».