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Cómo identificar si una croqueta es o no de buena calidad
Los ingredientes, la forma, al textura y la presentación nos dan muchas pistas sobre si estamos ante un producto casero o industrial
Las croquetas son uno de los alimentos estrella de la gastronomía española, pero es difícil encontrar fuera de casa unas croquetas mejores que las de nuestra propia madre o las de nuestra abuela.La croqueta es una de los productos que más gusta a pequeños y a mayores, y por eso se han multiplicado las empresas que las elaboran y las venden a restaurantes, supermercados y, cómo no, a domicilio. A pesar de que hay muchas variedades, las de jamón siguen acaparando el 70 por ciento del mercado, pero también las hay de cocido, de marisco, de pollo, sepia, queso, morcilla... la lista se hace interminable.
Pero cómo podemos identificar cuándo una croqueta es de buena calidad? En primer lugar, hay que diferenciar entre la croqueta congelada y la ultracongelada. Que unas croquetas estén congeladas no significa que vayan a tener menos calidad o que pierdan sabor. Es una manera de poder distribuir el producto por todo el mundo manteniendo la calidad o simplemente para poder tener para más días. Es como si se tratara un guiso. Lo fundamental es que se hayan utilizado materiales de calidad /Leche, mantequilla, jamón...) y que le aporten ese carácter casero.
Según explican desde Croquetasricas.com, las croquetas ultracongeladas suelen estar compuestas de agua, aromas, grasas vegetales y potenciadores de sabor. “Todo esto se hace para ahorrar costes a la hora de elaborarlas, ya que muchas materias primas tienen un coste elevado, y más actualmente con las distintas crisis de precios que hay”, añaden.
Otra de las formas de diferenciar una croqueta buena de otra que no, es necesario mirar los ingredientes. La bechamel de una croqueta de calidad debe estar hecha con leche entera, mantequilla, harina y el ingrediente principal. Son obligatorios. Si en la etiqueta indica que llevan margarinas, leches en polvo, sueros lácteos o leches desnatadas en polvo reconstituidas, ya nos está dando más pistas. Evidentemente la gente alérgica a ciertos alimentos como la lactosa o el glúten, tendrán que vigilar si la croqueta tiene leche sin lactosa, aceite en lugar de mantequilla y que la harina y el pan rallado, no lleven glúten.
El sabor es fundamental. Si cuando nos llevamos a la boca notamos los trozos del producto principal y el sabor es inconfundible incluso si lleváramos los ojos cerrados, estaríamos ante un buen producto. Pero si la textura es una masa uniforme o tiene un sabor de fondo que no sabemos identificar, la croqueta no es de calidad.
Finalmente, el aspecto también nos indica si estamos ante un producto industrial o artesanal. Si todas las croquetas son iguales no pueden ser caseras, ya que es imposible aunque le pusiéramos todo nuestro empeño, que todas fueras tuvieran la misma forma y tamaño...
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