Fin de las restricciones
Hasta 16 países europeos, sin mascarilla en interiores
De las naciones de nuestro entorno, solo Italia y Portugal siguen con esta medida
En este momento solo dos países de nuestro entorno próximo, Italia y Portugal, mantienen aún el uso obligatorio de los cubrebocas en espacios interiores. Hasta un total de 16 estados europeos han anunciado el fin de esta medida para controlar la pandemia, o su relajación en determinados ambientes, desde el pasado 27 de enero.
Con el descenso de los contagios en el continente tras la explosión de la variante Ómicron, fue Reino Unido el primer país en anunciar la eliminación de la mascarilla en interiores, apelando al criterio de los ciudadanos. Pese a que en la última semana el país se acerca a una cifra récord de contagios, las autoridades no se plantean dar marcha atrás en la supresión de las restricciones.
Los siguientes en prescindir del cubrebocas fueron Dinamarca, Finlandia y Suecia, a primeros de febrero. Tras considerar que Ómicron ya no suponía un peligro para sus ciudadanos, el gobierno danés acabó con todas las restricciones, pese a que sus niveles de incidencia de la covid siguen siendo altos. Finlandia y Suecia siguieron sus pasos, aunque ambas la mantuvieron en el transporte público.
El pasado 12 de febrero, Noruega levantó las pocas restricciones anticoronavirus que quedaban vigentes, como guardar un metro de distancia y usar mascarilla. «Mantener la distancia entre nosotros ya no es necesario», declaró entonces el primer ministro, Jonas Gahr. Tres días más tarde, el Gobierno de los Países Bajos comunicó el fin de las mascarillas en interiores, así como la eliminación del uso del pasparte covid, la distancia de seguridad y el teletrabajo, tras constatar la llegada al pico de casos provocado por Ómicron.
Irlanda optó por prescindir del cubrebocas el 22 de febrero, decisión que entró en vigor el día 28, aunque en este caso sigue siendo obligatorio su uso en centros sanitarios. En el transporte público, colegios y otros espacios cerrados, como comercios, ya no hay que llevarlas.
En Islandia las mascarillas no son obligatorias en ningún espacio desde el 25 de febrero, fecha en la que el país registraba pico de contagios, que sin embargo no se han traducido en un gran aumento de las hospitalizaciones.
Hace un mes, el primer ministro de Bélgica, Alexander de Croo, informó de que a partir del 7 de marzo dejaría de ser obligatoria la mascarilla en interiores, salvo en el transporte público, centros sanitarios y residencias de ancianos. «Hoy pasamos una página importante», señaló en rueda de prensa.
Por su parte, Francia levantó el 14 de marzo la mayor parte de las restricciones para luchar contra la pandemia, entre las que figuraba la mascarilla en interiores, aunque también mantiene excepciones, ya que se conserva en transportes públicos y centros médicos.
Ante el aumento de casos, el Gobierno de Austria tuvo que volver a implantar el 19 de marzo la obligatoriedad en espacios interiores, tan solo dos semanas después de haberla eliminado.
Con mucha cautela, Alemania ha sido la última en prescindir de este elemento de protección, y el pasado domingo dio el último paso, y ya no es necesario usarla en los comercios, espacio donde se mantenía (en transportes y hospitales aún es obligatoria).
Otros de los países europeos que también han optado por esta medida son Polonia, Suiza, Hungría y Rumanía.
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