Alerta sanitaria

EE UU detecta sus primeros casos de hepatitis aguda infantil de origen desconocido

Los CDC investigan nueve casos en niños entre 1 y 5 años desde octubre de 2021, con el nexo común del adenovirus tipo 41

Imagen de la sede del CDC (Centers for Disease Control and Prevention), en Atlanta
Imagen de la sede del CDC (Centers for Disease Control and Prevention), en Atlantalarazon

Mientras Europa continúa investigando el origen de los casos de hepatitis infantil de origen desconocido – más de 70 en Reino Unido y 3 en España – que afecta a menores de 10 años, Estados Unidos ha informado este fin de semana de sus primeros nueve casos, los cuales datan de octubre de 2021 en Alabama. Aunque los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) aún están trabajando con los funcionarios de salud estatales para detectar el origen, ha trascendido a varios medios que la causa podría ser un adenovirus.

Esta era una hipótesis que se manejaba ya en Europa, pero en los casos estadounidenses se ha podido dar un paso más en la identificación del tipo, ya que cinco de los nueve pacientes identificados dieron positivo en el adenovirus tipo 41, una cepa que comúnmente causa gastroenteritis. Por ello, la etiología infecciosa se considera ahora la explicación más probable dadas las características epidemiológicas y clínicas, y teniendo en cuenta los casos adicionales de todo el grupo del Reino Unido y EE. UU.

Así se muestra en el estudio «Investigación de casos de hepatitis de etiología desconocida entre niños pequeños» llevado a cabo en Escocia del 1 de enero de 2022 al 12 de abril de 2022. Las principales hipótesis se centran en el adenovirus, ya sea una nueva variante con un síndrome clínico distinto o una variante que circula de forma rutinaria y que está afectando más gravemente a los niños más pequeños «inmunológicamente ingenuos». El aislamiento de los niños más pequeños durante el confinamiento puede haberlos dejado inmunológicamente vulnerables al no han estado expuestos a la multiplicidad de virus, incluidos los adenovirus, que suelen presentarse en la niñez.

Aumento de infecciones

«Estamos viendo un aumento en las infecciones virales típicas de la infancia a medida que los niños salen del ‘encierro’, así como un aumento en las infecciones por adenovirus, pero no podemos estar seguros de que una esté causando la otra» ha señalado Will Irving, virólogo clínico en la Universidad de Nottingham.

Los médicos de los principales centros hepáticos pediátricos de los Países Bajos y Dinamarca han señalado a Science Insiderque están viendo tendencias similares. “Hay niños que están muy enfermos y han sido remitidos para un trasplante, afirmó Ruben de Kleine, cirujano pediátrico de trasplante de hígado en el Centro Médico Universitario de Groningen. “Hemos evaluado una cantidad similar de niños para trasplante dentro de los primeros cuatro meses de 2022 a lo que normalmente hacemos en todo un año”. En el Hospital Universitario de Copenhague, también, “tenemos más casos con insuficiencia hepática aguda de los que vemos normalmente”, dijo la hepatóloga pediátrica Marianne Hørby Jørgensen. En estos países ningún niño ha necesitado trasplantes.

Otras causas infecciosas que aún se están explorando incluyen una mayor gravedad de la enfermedad después de la infección con Ómicron BA.2 (el virus SARS-CoV-2 dominante que circula en Escocia) o la infección por una variante del SARS-CoV-2 aún no caracterizada. Se ha descartado con rotundidad una relación con las vacunas frente a la covid, ya que ninguno de los niños afectados estaba vacunado.

Igualmente, los expertos señalan que, en este momento, tampoco se puede descartar un virus nuevo o aún no detectado.

Los tres casos en España, dados de alta

En España, los tres niños que habían estado ingresados con este cuadro clínico – uno de ellos requirió trasplante de hígado – en el Hospital de la Paz, en Madrid, fueron dados de alta durante el fin de semana, según han confirmado desde el centro a este periódico.

Hasta la fecha, y según el Ministerio de Sanidad, no se ha comunicado ningún caso más en nuestro país y continúa la investigación retrospectiva – desde enero – y la alerta a las sociedades científicas de Pediatría y gerencias de hospitales para realizar una observación y búsqueda activa de posibles casos. En opinión de Francisco J. Roig, neumólogo del Hospital 12 de Octubre, de Madrid, «lo que permitirá avanzar más rápido en la identificación de las causas será el estudio de las muestras histopatológicas – biopsias del hígado dañado de los niños que han requerido trasplantes– y el análisis del genoma del virus. Estamos ante un cuadro muy grave y poco frecuente, por lo que la celeridad en la investigación es clave».

Para este especialista, los casos detectados en Alabama han sido una sorpresa, mayormente por la fecha en la que sucedieron. “Esto surgió en otoño del año pasado, que es cuando más circulan los adenovirus. Debido a la eliminación de las restricciones ligadas a la pandemia- en concreto al uso de mascarillas- estos adenovirus están circulando en una época que no es la habitual, como pasó con el virus respiratorio sincitial”. En general, destaca que el cuadro clínico de los niños afectados es “preocupante” porque “no es normal ver una hepatitis aguda en menores de diez años, una tan grave que requiera hospitalización y que, en un porcentaje nada desdeñable de casos, requiera de un trasplante hepático”. “Personalmente, tengo la hipótesis de que se puede tratar de una recombinación genética de distintos virus- lo estamos viendo en las variantes del SARS-CoV-2, que se recombinan dentro de una propia cepa o con otras (Ómicron y sus sublinajes, Ómicron con Delta- o de virus que antes causaban cuadros más leves- como los adenovirus- y que ahora los causan más graves”, añade. Tampoco descarta que el origen pueda estar en el propio SARS-CoV-2, que pudo haber infectado a estos niños de modo asintomático, permanecer acantonado en su organismo y ahora manifestarse con este cuadro clínico.