Pandemia

Incertidumbre en el entorno laboral por el fin de la mascarilla

El Gobierno aprueba el fin del uso obligatorio en interiores, que entra hoy en vigor, pero deja para «próximos días» las especificaciones para las empresas

El símbolo por excelencia de la lucha contra el coronavirus, la mascarilla, que fue declarada obligatoria en España el 21 de mayo de 2020, dice adiós por fin de forma oficial en gran parte de los espacios interiores, aunque se mantienen varias excepciones para la protección de las personas vulnerables. Así lo decidió ayer el Consejo de Ministros, con la aprobación de un Real Decreto que entra hoy en vigor con su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

De este modo, el cubrebocas desaparece de forma genérica de colegios, comercios, establecimientos de hostelería, cines, estadios o gimnasios, pero se mantiene en transportes, farmacias, centros sanitarios o residencias de ancianos (solo para visitas y personal).

Sin embargo, las dudas se mantienen, ya que el Gobierno ha dejado un «fleco» pendiente, y que promete dar que hablar: la regulación de la utilización del cubrebocas en los centros de trabajo, ya que aunque «no resultará obligatoria con carácter general», los responsables de prevención de riesgos laborales de las empresas podrán acordar su uso «en función de la evaluación de riesgo del puesto de trabajo», circunstancia que podría llegar a plantear incluso problemas jurídicos. En este sentido, la Comisión de Salud Pública se reunió en la tarde de ayer para elaborar las recomendaciones de los técnicos en este ámbito, y que se «publicará en los próximos días».

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha criticado que el Ejecutivo central aún no haya dado a las administraciones públicas directrices sobre la retirada de las mascarillas en espacios internos y ha reclamado la convocatoria extraordinaria de los comités de seguridad y salud laboral. “El CSIF velará por que se cumplan las medidas de seguridad, ventilación y separación de los puestos de trabajo a metro y medio”, aseguró el sindicato mayoritario entre los funcionarios.

“Evolución positiva”

En rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha justificado la retirada de la mascarilla en interiores en que «la pandemia sigue entre nosotros, pero evoluciona de forma positiva y los indicadores marcan un nivel bajo con carácter general».

Darias ha defendido esta medida, sin conocer aún el posible impacto de la Semana Santa, por el buen momento actual de los indicadores: «Hace un año teníamos un 21% de ocupación de UCI y hoy es del 4% (…). Es una medida de acuerdo con las personas expertas de la Ponencia de Vacunas y contó con la práctica unanimidad del Consejo Interterritorial».

Por su parte, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha señalado en su cuenta de Twitter que el fin del uso obligatorio de las mascarillas se produce gracias «al éxito de la campaña de vacunación», en un momento en el que más del 92,5% de la población española ha recibido la pauta completa, y el 52% tiene la dosis de refuerzo.

Uso obligatorio de mascarilla
Uso obligatorio de mascarillaAntonio Cruz

Dónde se mantiene

En los centros, establecimientos y servicios sanitarios (hospitales, centros de salud, centros de transfusión y farmacias), tantotrabajadores como visitantes deben seguir llevándola, según señala el real decreto. Los pacientes ingresados no, excepto si salen de su habitación.

En las residencias de mayores deberán usar mascarilla los empleados y las visitas, pero no los residentes, porque «se entiende que es su vivienda», según ha puntualizado la ministra Darias.

En los medios de transporte, ya sea aéreo, ferrocarril o por cable o autobuses, también en espacios cerrados en buques y embarcaciones donde no se pueda mantener la distancia de seguridad de 1,5 metros (excepto en los camarotes cuando sean compartidos). En los andenes y las estaciones de viajeros no es obligatoria.

Aunque se elimine la obligatoriedad en espacios cerrados, se recomienda llevarla a personas vulnerables, tales como pacientes inmunodeprimidos, mayores de 65 años, enfermos con patologías de riesgo o embarazadas. Además, se recomienda en eventos multitudinarios, reuniones familiares o celebraciones privadas, si hay personas de riesgo entre los asistentes.

Dónde cae

En los centros escolares ya no se utilizará «en ningún caso». La ministra ha explicado que eliminar la mascarilla en los colegios estaba «muy claro», por «el menor impacto que ha tenido la pandemia en los niños y niñas». No obstante, Darias ha alentado a continuar con un «uso responsable», por lo que ha recomendado a profesores con vulnerabilidad que la sigan llevando.

En el entorno laboral no será necesario el uso de mascarilla. Sin embargo, las empresas decidirán las medidas preventivas adecuadas que deban implantarse.

España se convierte así en uno de los últimos países europeos en eliminar el uso del cubrebocas, una medida que ya tomó Reino Unido el pasado 27 de enero, el primer estado europeo en hacerlo, a la que siguieron muchos otros. En este momento, solo los ciudadanos de Italia (que podría prescindir de ella el 1 de mayo, pero no de forma total), Portugal y Grecia tienen que seguir empleando esta medida de protección personal en interiores.

La decisión del Consejo de Ministros ha provocado la reacción de los expertos. Salvador Peiró, investigador de la Fundación de Investigación Sanitaria y Biomédica ha declarado a la agencia EFE que ve «razonable» quitar las mascarillas en interiores, ya que si se produce una nueva variante que «escapara» a las vacunas, se puede «dar un paso atrás». “Lo importante era tener las mascarillas en esta Semana Santa”, y aunque cuenta con que se produzca un repunte de casos en los próximos días, ha resaltado que la ocupación hospitalaria está en mínimos, por lo que “podemos quitar la mascarilla en interiores, como se está haciendo en casi todos los países”.

Por su parte, Margarita del Val, viróloga del Consejo Superior de Investigaciones Cientificas (CSIC) ha declarado en una entrevista a Onda Vasca que, en la situación actual, la correcta ventilación y el control de la calidad del aire son más importantes que la mascarilla en interiores para luchar contra la Covid-19. No obstante, ha instado a “no bajar la guardia” porque el virus “sigue entre nosotros” y ha destacado que Ómicron ha dejado 15.000 muertes en nuestro país, que es “el tope de la gripe común”. Del Val ha advertido que sin cuarentenas ni mascarillas el virus “va a circular muchísimo más y de una manera muy descontrolada porque no se van a hacer análisis, por lo que vamos a tardar muchísimo más en saber cuánto está circulando”, ha subrayado. Por ese motivo, afirma que las personas “que todavía no han decidido vacunarse, a lo mejor pueden tomar la decisión de vacunarse”.