Salud Mental
Sanidad activa el 024 de prevención del suicidio con tres años de retraso
Cada 135 minutos una persona se quita la vida en España. La nueva línea telefónica parte del esfuerzo de expertos, afectados y familiares
El Ministerio de Sanidad ha presentado esta tarde la primera iniciativa de su Estrategia de Salud Mental: la línea 024 de atención a la conducta suicida. Se trata de un teléfono de alcance nacional, anónimo, gratuito, confidencial y accesible que comienza hoy a funcionar, gestionado por Cruz Roja. «Llama al 024, llama a la vida» es el lema de su campaña de presentación.
El Ministerio, a través de la Dirección General de Salud Pública, define este servicio como elemento coordinador del conjunto del Sistema Nacional de Salud, y asegura que podrá colaborar con unidades especializadas en las comunidades autónomas, así como con recursos de emergencias que pudieran ser necesarios movilizar. «En este teléfono se ofrecerá atención y apoyo a las personas que lo necesiten por medio de profesionales especializados de perfiles multidisciplinares y expertos en el manejo de estas situaciones. Asimismo, el servicio facilitará a los ciudadanos la información necesaria para que puedan acceder a los servicios sanitarios acordes a su caso», señaló la ministra, Carolina Darias. A efectos de precios, las llamadas serán tratadas como las de cobro revertido automático. Además, los ciudadanos no tendrán que registrase para llamar y el teléfono tendrá carácter permanente, sin estar sujeto a determinadas campañas.
En el caso de que el servicio no estuviese disponible las veinticuatro horas, se garantizará la existencia de información pública fácilmente accesible sobre su disponibilidad. Asimismo, se velará porque los usuarios con discapacidad auditiva o del habla dispongan de las facilidades que permitan su adecuada atención, teniendo en cuenta sus necesidades específicas, señalaron desde Sanidad.
La puesta en marcha de esta iniciativa es la primera medida concreta y tangible para tratar de doblegar la curva de los suicidios en nuestro país, que no ha dejado de subir desde 2015 –al igual que en el resto de Europa– hasta alcanzar la cifra récord 3.941 muertes por esta causa en 2020 (2.930 hombres y 1.011 mujeres), lo que supuso un incremento del 7,4% con respecto a 2019, es decir, 270 personas más. De este modo, el fatídico primer año de pandemia ya es «leyenda negra» también por ser el periodo con más suicidios en la historia de España desde que se comenzaron a registrar en 1906.
Un estudio de la Universidad Complutense de Madrid mostró que el confinamiento redujo los suicidios, pero el levantamiento de las restricciones generó un efecto rebote.
Intentos fallidos
El 024 es la respuesta a un grave problema de salud pública que, pese que haya llegado a su punto álgido en esta situación de crisis sanitaria mundial, venía de lejos.
Los expertos y las asociaciones que trabajan en la prevención del suicidio llevan más de cinco años reclamando lo que ahora va tomando forma: un plan urgente de prevención del suicidio, un teléfono gratuito para atender los casos, más inversión en salud mental, mayor ratio de profesionales y educación emocional.
De hecho, en 2019, la que fuera ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, fue la política del PSOE que más cerca estuvo de concretar un Plan específico para la prevención del suicidio dentro de la actualización de la Estrategia de Salud Mental, que incluía una línea telefónica de atención a la conducta suicida. Previsiblemente, debía entrar en funcionamiento a finales de ese año, pero no sucedió. Una de las causas detrás de tal interés fue que la Organización Mundial de la Salud había fijado que, en 2020, todos los Estados miembros tenían que reducir en un 10% la tasa del suicidio.
Pandemia mediante, no fue hasta principios del pasado septiembre cuando se empezó a formar el «embrión» de este proyecto, después de que Sanidad recibiera más de un millón de firmas por parte de iniciativas ciudadanas promovidas por familiares de personas que se habían suicidado. Y es que cada día en nuestro país se quitan la vida once personas, lo que supone un suicidio cada 135 minutos. Por cada persona que lo consigue, hay 25 que lo intentan. Los expertos pronostican que, en los próximos años, las tasas se incrementarán exponencialmente.
La depresión mayor, la primera causa
“Lo que dicen la mayoría de los estudios es que entre un 75 y un 90% de las personas que intentan quitarse la vida tienen un trastorno mental, mayormente depresivo», señala Alejandro de la Torre, director del Grupo de Investigación en Epidemiología Psiquiátrica y Salud Mental de la Complutense. De entre ellos, los de más riesgo son los que sufren una depresión mayor resistente al tratamiento, personas que arrastran un sufrimiento que nunca termina. En España, representan entre un 30 y un 40% del 13% de la población con este trastorno grave.
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