Investigación
Un estudio con 245.000 niños ofrece nuevas evidencias del vínculo entre la covid y las hepatitis infantiles
El trabajo analizó, de modo retrospectivo, si los menores de 10 años tienen más riesgo de secuelas hepáticas postcovid
Un nuevo estudio en preimpresión de la Escuela de Medicina de Cleveland (Ohio), analizó en estudio retrospectivo si los niños menores de 10 años tienen más riesgo de secuelas hepáticas a largo plazo, tras ser diagnosticados de covid. En la investigación se estudiaron, retrospectivamente, 796.369 niños entre marzo de 2020 y marzo de 2022. 245.675 habían padecido covid y 550.694 otro tipo de enfermedades virales.
El trabajo reveló un riesgo significativo de elevación de transaminasas y bilirrubina en este grupo de edad tras padecer covid respecto al otro grupo de estudio, y que dicha elevación pudo identificarse incluso hasta uno, tres y seis meses después de dicha infección. Pero el estudio, además, analizó con detalle el grupo de edad entre 1-4 años, que no fueron vacunados frente a la covid, sacando conclusiones similares.
«Estos datos señalan que es necesario investigaciones adicionales ya que, por la evidencia actual, existe una clara vinculación entre hepatitis y covid en niños –incluso seis meses después del proceso vírico–. Por ello, el seguimiento de los niños con covid debería hacerse durante este tiempo, para detectar futuras alteraciones hepáticas a medio o largo plazo», señala Francisco J. Roig Vázquez, neumólogo del Hospital Universitario HM Montepríncipe, de Madrid.
81 casos más esta semana
La sospecha que los casos podrían estar relacionados con un adenovirus –el 41, en concreto, que causa problemas gástricos– va haciéndose cada vez más plausible entre la comunidad científica. Aunque los adenovirus rara vez se asocian con insuficiencia hepática «fulminante» en niños sanos, hay otros factores pueden aumentar la vulnerabilidad. Según la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA), los factores contribuyentes pueden incluir una susceptibilidad anormal o una respuesta del huésped, por ejemplo, debido a la falta de exposición previa;mayor prevalencia comunitaria de adenovirus, o susceptibilidad anormal debido a una infección previa; coinfección con SARS-CoV-2 u otros patógenos o exposición a toxinas o drogas. Otras hipótesis validadas incluyen un síndrome posinfeccioso de SARS-CoV-2, una nueva variante de adenovirus, causas no infecciosas, un nuevo patógeno o una nueva variante de SARS-CoV-2.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó ayer de que en el mundo ya se han detectado 450 casos de hepatitis aguda en niños –81 más que hace una semana– de los cuales, la mayoría se han diagnosticado en países europeos. Asimismo, y aunque avisaron de que «cada día los números van cambiando» hasta la fecha 6 niños han fallecido y alrededor de 26 han necesitado un trasplante de hígado, la mayoría de ellos menores de 5 años.
Del mismo modo, la OMS explicó que el 15 % de los casos de hepatitis aguda han necesitado ingreso hospitalario en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). «Seguimos instando a los estados miembros a que investiguen y notifiquen los datos», enfatizaron.
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