Salud

La vida sexual de los contagiados de viruela será rastreada

Sanidad recomienda recabar información sobre las personas que han podido mantener relaciones en contextos de riesgo y limitará las vacunas a los contactos estrechos

El Ministerio de Sanidad ha decidido secundar las peticiones que formuló la Comunidad de Madrid hace alrededor de un mes y dará prioridad a los casos estrechos de los infectados en la vacunación contra la viruela del mono. Así figura al menos en el último borrador de recomendaciones frente a “monkeypox” que ha elaborado la Ponencia de Programa y Registro de Vacunaciones. El texto lo analizará este martes la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), y es previsible su aprobación en otra reunión que se celebrará el próximo jueves.

Madridha reclamado en sucesivas ocasionesuna mayor celeridad en la toma de decisiones para frenar cuanto antesla crisis sanitaria,que ya suma 210 casos en la comunidad. Ha exigido más velocidad para aprobar un protocolo, en la compra de la vacuna y antivirales y en la determinación de las pruebas para controlar los casos. De hecho, el pasado 19 de mayo, el Gobierno regional envió a Sanidad el protocolo que la Dirección General de Salud Pública de Madrid elaboró sobre el uso de estas vacunas. Según el documento, del caso de aprobarse estas vacunas, se usarían en contactos estrechos y en un máximo de cuatro días tras el contacto de riesgo para controlar transmisión, tal y como recoge el borrador de Sanidad al que ha tenido acceso LA RAZÓN.

El texto, de siete páginas, remarca que el uso de la vacuna Imvanex -un suero de tercera generación fabricado por la compañía Bavarian Nordi para la inmunización activa frente a la viruela en adultos autorizado por la Comisión Europa en 2013- en el marco del brote actual de viruela del mono “puede tener un papel en el control de la infección como profilaxis posexposición en contactos estrechos de casos confirmados o probables”. Según el documento, en el momento actual, “y teniendo en cuenta el desconocimiento de la disponibilidad de dosis, se prioriza la vacunación posexposición. No se recomienda, en estos momentos, la vacunación preexposición, aunque podría recomendarse más adelante en función de la disponibilidad de las dosis y la evolución del brote”.

Precisamente, esa falta de disponibilidad de vacunas -apenas han llegado unas 200- frente al número mucho más elevado de que disponen otros países de nuestro entorno, a la espera de que se materialice la compra centralizada por parte de la Unión Europea- ha llevado al Ministerio de Sanidad a dibujar dos posibles escenarios.

El documento alude al primero como “vacunación de los contactos estrechos identificados”. Según los técnicos, se trataría de contactos estrechos de casos confirmados y probables. “Se clasificarán como contacto estrecho aquellas personas que hayan estado en contacto con un caso confirmado desde el comienzo del periodo de transmisibilidad, que se considera desde el momento de aparición de los primeros síntomas (que habitualmente precede entre uno y cinco días a la aparición del exantema) en las siguientes circunstancias”. La primera que cita es un contacto cercano, inferior a un metro en la misma habitación, con un caso confirmado sin EPI o con incidencias en su utilización. “Se tendrá que valorar a los convivientes, el personal sanitario que ha atendido al paciente, contactos en el ámbito laboral y social. Se hará especial hincapié en recabar información sobre las personas que hayan podido mantener relaciones sexuales en contactos de riesgo con el caso”.

En segundo lugar alude al contacto directo con ropas de cama o fómites usados por un caso confirmado de viruela del mono durante el periodo infeccioso, sin el EPI adecuado. En tercer lugar cita una herida percutánea (por ejemplo, con una aguja) o exposición de las mucosas a fluidos corporales, tejidos o muestras de laboratorio de un caso confirmado”. Por último, alude al manejo de muestras de un caso confirmado por personal de laboratorio sin el EPI apropiado y el contacto con el cadáver de una persona fallecida por la viruela del mono o con ropa o fómites del cadáver, sin el EPI apropiado.

El segundo escenario que plantea Sanidad se ciñe a la vacunación de contactos estrechos que sean personas de alto riesgo. Se ofrecerá la vacunación a personas de alto riesgo que sean contactos estrechos: personas con inmunodepresión, incluyendo una infección de VIH, personal sanitario que haya tenido un contacto cercano sin EPI o que ha presentado alguna incidencia en el uso del EPI, y personal de laboratorio que maneje muestras de pacientes sospechosos o confirmados de viruela del mono que ha presentado alguna incidencia en el uso del EPI.

La elección de uno u otro escenario se realizará en función de la disponibilidad de vacuna y de las características de la enfermedad y la evolución del brote. Se ofrecerá una dosis de vacuna, preferentemente en los primeros 4 días tras el contacto estrecho con un caso confirmado o probable para intentar evitar la enfermedad, pudiendo extenderse la recomendación hasta los 14 días tras el contacto para disminuir, probablemente su sintomatología. “Si se dispone de suministros de vacuna suficiente, se completará la vacunación con una segunda dosis a los 28 días de la primera dosis administrada, en aquellas personas que no tengan antecedente de vacunación frente a la viruela. En caso de que tengan antecedente de vacunación se valorará si es necesaria la administración de una segunda dosis”.