Cómo conseguir no discriminar el lenguaje de signos

Este martes se celebra el Día Nacional de las Lenguas de Signos Españolas, y con este motivo las personas sordas saldrán a la calle para reclamar entornos accesibles, y especialmente la infancia sorda, pueda «usar la lengua de signos sin que esto suponga aislamiento, discriminación, ni acoso de ningún tipo». Así se recoge en el manifiesto que hizo público la Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE), bajo el lema «Libres para elegir, libres para signar».

Estas reclamaciones son «una prioridad» a la hora de asegurar que estos niños y jóvenes «crezcan y vivan de forma libre y plena». De hecho, considera una condición sine qua non «que se les dé la posibilidad de educarse en su lengua natural y ser partícipes de espacios agrupados, que no segregados, junto a iguales sordos y referentes adultos sordos que contribuyan a la construcción de una imagen positiva de sí mismos».

En este sentido, la CNSE reclama para la infancia sorda una atención temprana y una educación integral de calidad que incluya la lengua de signos para prevenir la aparición de «situaciones discapacitantes» como es, en este caso, el Síndrome de Privación Lingüística.

Esta es una cuestión a la que alude el artículo 25 de la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, al recomendar a los gobiernos que apoyen la prestación de servicios de lengua de signos a los niños sordos y a sus familias. «Tienen derecho a educarse en las mismas condiciones y con las mismas oportunidades que el resto para alcanzar su máximo desarrollo potencial, y llegar a ser lo que quieran ser», apunta la entidad en su manifiesto.

La Confederación quiere que se garantice la presencia de la lengua de signos en cualquier política sanitaria, puesto que, según han asegurado, «los niños sordos son mucho más que un oído que rehabilitar». A este respecto, insta a médicos, logopedas y profesionales de la rehabilitación auditiva a colaborar con el profesorado sordo especialista en lengua de signos y con las entidades de la red asociativa CNSE para normalizar el aprendizaje y el uso de la lengua de signos entre la infancia sorda.