Temperaturas
5 consejos para dormir de un tirón durante la ola de calor
Cuando tenemos que sufrir unas temperaturas tan sumamente altas, es normal que tengamos muchos problemas para conciliar el sueño. Sigue estas recomendaciones para evitarlo
Estamos experimentando una ola de calor sin precedentes… la más temprana registrada hasta la fecha. El intenso calor que afecta a casi toda la península volverá a dejar -en las próximas horas- temperaturas de hasta 43ºC en el sur. Y entre los 39ºC y los 41ºC en algunos puntos del centro y el oeste del país. No obstante, tendremos que esperar hasta el miércoles para encontrarnos con las temperaturas más extremas de esta ola de calor. Aunque es posible que mañana martes ya se superen los 43ºC en algunas zonas del sur peninsular, como en los valles del Guadiana o el del Guadalquivir.
Este calor tan anormalmente grande tendremos que sufrirlo -previsiblemente- hasta el próximo viernes, cuando los valores de los termómetros empezarán a marcar temperaturas normales para la fecha. Y en esta situación, solo tenemos podemos hacer una cosa: buscar estrategias para paliar las infernales temperaturas y poder seguir con nuestras vidas con relativa normalidad.
Y en esta tesitura, uno de los mayores problemas siempre es conciliar el sueño y dormir de una forma relativamente cómoda. Y es que, la temperatura corporal tiene una influencia mucho más poderosa sobre el sueño de lo que podríamos llegar a pensar. De la misma forma, los ritmos circadianos durante el sueño modifican sustancialmente la temperatura corporal.
Cuando hace mucho calor, los mecanismos hormonales que regulan los ritmos circadianos se acaban descoordinando con señales químicas contradictorias. Una temperatura corporal baja le dice al cerebro que es la hora de dormir, mientras que un aumento de la temperatura le dice que es hora de despertarse. Y cuando hace demasiado calor en la habitación, se nos pegan las sábanas, sufrimos intensos sofocos, no conseguimos conciliar el sueño, no se experimenta un sueño tan profundo, se sueña menos ynos despertamos con más frecuencia y más facilidad.
A continuación, el lector podrá encontrar una serie de consejos para tratar de sobrevivir a esta incómoda situaciónde la manera más cómoda posible:
1. Mantente hidratado
Cuando hace mucho calor es esencial beber mucho, porque tendemos a perder mucha más cantidad de líquidos a causa de la sudoración; que es un estrategia natural de nuestro cuerpo para refrigerarse. Y si el organismo no está correctamente hidratado, tendrá muchos más problemas para regular su temperatura corporal. Ahora bien, también debemos tener cuidado con beber demasiados líquidos antes de irnos a dormir, porque eso puede empujarnos a despertarnos a mitad de la noche para ir al servicio. Por eso, trata de mantente muy hidratado durante el día… para evitar que el cuerpo nos pida más líquidos antes de acostarnos.
2. Prepara la habitación
Durante estos días es muy poco aconsejable que hagamos algo en la habitación que no sea dormir. Lo ideal es mantener puertas, ventanas, cortinas y persianas cerradas durante el día, para evitar así que el dormitorio se caliente. Después de abrir un rato las ventanas por la mañana para que entre aire fresco, cierra todo de nuevo y déjala en perfecta oscuridad. Para volver a entrar solo cuando sea de noche. Cuando nos vayamos a dormir, podemos abrir las ventanas para que se cree corriente. Pero recuerda, no enciendas ninguna luz, porque eso atraerá a todos los mosquitos de tu vecindario.
3. Date una ducha tibia antes de dormir
Cuando la ropa lleva todo el día pegándosenos al cuerpo por el sudor y la humedad, nuestro reflejo instintivo es meternos una buena ducha con agua fría para refugiarnos del calor infernal del exterior. Y puede ser verdad. Sin embargo, convendría que -después de unos chorritos de agua fría- nos duchásemos con agua tibia... ni muy fría ni muy calor. De forma que nuestro organismo no se vea forzado a regular su temperatura en un sentido u en otro.
4. Telas ligeras
Tanto nuestro pijama como nuestras sábanas de verano deben estar fabricados con materiales ligeros y transpirables, como el algodón o el lino. Si permitimos que el calor de nuestro cuerpo se quede almacenado entre las telas y la piel, se nos empezará a pegar todo y tendremos unos sofocos muy intensos. Y es importante que la tela sea muy fina para que no nos caliente más de lo que ya estamos.
5. Vigila la humedad
Por supuesto, no podemos controlar el clima. Pero es posible conseguir una correcta humedad en el ambiente para garantizar el sueño. Y esto es importante porque la humedad es clave en la sensación térmica y la evaporación del sudor. Si nuestra habitación se nota demasiado seca, lo que podemos hacer es colocar un cuenco con agua al lado de la ventana. Y si hay mucha humedad en el ambiente, podemos recurrir a un deshumidificador.
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