Sanidad revisará los envases de los antibióticos para prevenir infecciones

Aunque en los últimos años se ha producido un relativo estancamiento en el consumo de antibióticos en España,el Ministerio de Sanidad y las consejerías de Salud autonómicas tienen previsto redoblar los controles con el fin de frenar las infecciones causadas por bacterias resistentes a estos medicamentos.

Una de las medidas que se reforzará es precisamente la vigilancia del consumo, estableciendo nuevos objetivos de reducción del mismo y desarrollando indicadores que permitan un mejor conocimiento de la situación clínico-epidemiológica de nuestro país.

En concreto, las administraciones sanitarias incorporarán «indicadores de consumo cuantitativos, cualitativos y de resultado en los diferentes ámbitos sanitarios», realizarán «informes semestrales de consumo hospitalario y comunitario que se enviarán de manera activa a las comunidades » y pondrán en marcha una herramienta «para conocer el consumo por estancias hospitalarias».

Así figura, al menos, en el Plan Nacional de Resistencia a Antibióticos para el periodo 2022-2024, un texto ya debatido en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS), y al que ha tenido acceso LA RAZÓN.

El documento, coordinado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, y en el que han participado ocho ministerios y 70 sociedades científicas y organizaciones profesionales, comprende seis líneas estratégicas que se desarrollarán durante su vigencia. Una de ellas pasa, por ejemplo, por revisar de nuevo los envases de antibióticos, algo que ya se hizo en 2012, con el fin de adecuarlos a la práctica clínica que apoya una menor duración de los tratamientos y evitar los excedentes de antibióticos en los domicilios. La labor propuesta al respecto es «crear un grupo de trabajo multidisciplinar, con representación público-privada, y revisar los envases de antibióticos, analizar su adaptación a la duración recomendada de tratamiento en los principales síndromes infecciosos y garantizar la sostenibilidad del sistema». El plan persigue también reducir el consumo de estos medicamentos en los animales y aboga por limitar también para ello el tamaño de los envases para que los formatos «sean los adecuados».

Una de las preocupaciones de los autores del documento pasa por reducir el riesgo de infecciones en el ámbito hospitalario y de atención primaria. Como las unidades de cuidados intensivos (UCIS) son uno de los lugares de mayor riesgo, proponen «reactivar y consolidar los proyectos Zero» en ellas para «reducir las tasas de infección por dispositivos invasores».

Uso adecuado de antibióticos

Uno de los puntos más sensibles es el referente a la sensibilización de la población. «Las actitudes o prácticas erróneas en el uso de los antibióticos y el desconocimiento general sobre el fenómeno de la resistencia constituyen aún una importante barrera para abordar con éxito el grave problema de salud pública que supone el desarrollo de bacterias resistentes», aseguran los autores del plan, que abogan por mejorar el nivel de conocimiento sobre el uso correcto de estos medicamentos y modificar falsas creencias.

Para ello, recomiendan acciones continuadas, elaboración de campañas anuales, celebración de jornadas y eventos, difusión de información entre los prescriptores y el uso de aplicaciones móviles y de redes sociales. Otras de las preocupaciones son el papel del medio ambiente en la producción y transferencia de resistencias, y su irrupción en la odontología o la Sanidad privada. Así, se pondrá en marcha un programa de evaluación del uso de antibióticos en las clínicas dentales a nivel nacional, y es dará cabida a clínicas y hospitales no públicos en el llamado Sistema Nacional de Vigilancia de la Resistencia.También se realizará un análisis de situación de los centros sociosanitarios y se trabajará en la prevención de infecciones en dicho ámbito.