Pandemia
Casi 9.000 camas de hospital menos para hacer frente a la séptima ola
Sindicatos sanitarios alertan de que la falta de previsión por parte de la administración puede convertir la Sanidad en una «bomba de relojería»
La sanidad española afronta los meses de verano con «déficit de personal, incremento diario de la presión hospitalaria y saturación de los servicios de urgencias», como consecuencia de la séptima ola de covid. La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), sindicato más representativo en las administraciones públicas, advirtió ayer de que el «cierre de miles de camas en toda España»se verá «agravado» por el reajuste de recursos como consecuencia de las vacaciones.
«El déficit estructural de personal provocará cierres de plantas y consultorios, problemas para la planificación de vacaciones del personal y el incremento de los tiempos de espera para los pacientes», explicaron desde la organización sindical.
Por su parte, el Sindicato de Enfermería (SATSE) denunció que la «falta de previsión e incapacidad» de las administraciones sanitarias van a convertir los hospitales en una auténtica «bomba de relojería» este verano, «al tener previsto cerrar 8.600 camas cuando la repercusión de la séptima ola de covid es cada vez mayor en los centros y sus profesionales están totalmente saturados, exhaustos y sobrecargados».
Según los datos recabados por SATSE, en las diferentes comunidades autónomas, está previsto que se vayan a cerrar en verano, al menos, 8.594 camas en toda España. Al respecto, el sindicato apuntó que se trata de una cifra global «a la baja», ya que en distintos centros y servicios «no han querido dar los datos, argumentando que dependerá de la evolución futura de la situación».
Por comunidades autónomas, en Madrid se cerrarán, al menos, 1.800 camas; en Andalucía 1.400; 1.000 camas públicas en Cataluña; 900 en País Vasco; 726 en Galicia; 500 en Aragón y 380 camas en Asturias. En lo que respecta a Castilla y León, la previsión es 466; en Comunidad Valenciana son unas 400 camas y en Extremadura, 200.
En Castilla-La Mancha, el cierre previsto afecta a 200 camas; en la Islas Baleares son 170; en Murcia, 150 camas cerradas; en Cantabria, 148; en Navarra, en torno a 100 camas cerradas y 54 en La Rioja. En Canarias no está previsto inicialmente cerrar camas.
El sindicato subrayó que el cierre de camas y la suspensión de «miles» de consultas externas, pruebas diagnósticas e intervenciones quirúrgicas «es algo especialmente grave en estos momentos, cuando la séptima ola está generando un progresivo incremento de la presión asistencial, tanto en urgencias como en plantas y UCIs, y las listas de espera en todos los servicios de salud se han disparado a consecuencia de la pandemia».
Recordemos que, según los datos del último informe del Ministerio de Sanidad, del pasado viernes 1 de julio, actualmente hay más de 10.200 personas ingresadas en hospitales por covid. El porcentaje de hospitalizados se ha duplicado desde el pasado 1 de abril, pasando de 3,34% a 8,37%, y la tasa de ingresados en UCI, aunque es el único indicador que ha permanecido más o menos estable, ha pasado de 4,62% a 5,06% en los últimos tres meses.
Las peores cifras de espera
En la misma línea, el Sindicato de Enfermería estimó que el cierre de 8.594 camas supondrá la pérdida de más de 773.460 estancias hospitalarias, mientras hay más de 706.000 personas esperando ser operadas en la sanidad pública, según los últimos datos oficiales de Sanidad, y que suponen la peor cifra registrada desde 2003. Y es que, en su opinión, las distintas administraciones sanitarias autonómicas, «salvo honrosas excepciones», «no solo no han aprendido nada de la pandemia, sino que no han hecho ningún caso a lo acordado por el conjunto de partidos políticos en la Comisión para la reconstrucción social y económica de nuestro país del Congreso de los Diputados, sobre incrementar de manera significativa las camas hospitalarias públicas».
«Cerrar camas conlleva que en los hospitales no se puede garantizar una atención y cuidados óptimos al conjunto de la ciudadanía que, lógicamente, también enferma y tiene problemas de salud en verano que no pueden esperar a después de septiembre», añadieron en un comunicado oficial.
Personal «exhausto»
Por su parte, lamentan que los enfermeros y fisioterapeutas tienen que hacer frente a esta situación «totalmente agotados y exhaustos, tanto física como psicológicamente, al soportar una sobrecarga y tensión asistencial enorme y no haberse recuperado totalmente»
«Se carga, un año más, en las espaldas de los profesionales la responsabilidad de atender a los ciudadanos en unas condiciones muy precarias provocadas por los gestores», concluyeron.
Colapso en urgencias
La situación actual de saturación de los servicios de urgencias que, según la información hecha pública la pasada semana por la Sociedad Española de Médicos de Urgencias y Emergencias (SEMES), supone entre un 20 y un 30% de presión asistencial añadida en los hospitales de casi toda España, fue corroborada por CSIF.
El sindicato alertó ayer sobre que, por ejemplo, en Castilla-La Mancha, las urgencias del Hospital Universitario de Toledo «se encuentran ya colapsadas con decenas de pacientes a la espera de ingreso» Además, se había suspendido parte de la actividad quirúrgica programada por falta de camas. En Castilla y León, «donde la presión en las urgencias ha aumentado un 20% de media, ya se están suspendiendo permisos al personal».
En la Comunidad Valenciana o Andalucía, CSIF informó de que las carencias de profesionales «complicarán» la atención en un año con previsión de repunte turístico y un incremento de usuarios potenciales, «sobre todo en zonas del litoral»
En el caso de Asturias «ya se está realizando movilidad forzosa de profesionales para cubrir necesidades y en zonas de mayor incidencia turística». «Además, se da la circunstancia de que las bolsas de trabajo están agotadas », señaló el sindicato. En Cataluña, el Hospital de Bellvitge ya ha cerrado nueve unidades.
La situación también es «muy complicada» en Aragón. «En Zaragoza capital, las urgencias atendidas se han elevado hasta en un 20,41% sobre el primer cuatrimestre del año pasado, situación que se agrava ante el aumento de casos de covid y los contagios dentro del propio personal sanitario», aseguró CSIF. Además, en esta comunidad autónoma la falta de médicos ha provocado el cierre de los consultorios de Seira, Chía, Sesué, Villanova, Eriste, Sahún, Cerler, Aneto, Montanuy y Noales, así como los Puntos de Atención Continuada de Canfranc y Escarilla.
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