Qué es un “reventón térmico”, el fenómeno que ha provocado la tragedia del Medusa Festival de Cullera

Medusa Sunbeach Festival es uno de los festivales más esperados del año. Congrega a decenas de miles de personas todos los años y tiene lugar en Cullera (Valencia). Desgraciadamente, y después de tres años debido a las cancelaciones por la pandemia de coronavirus, la edición más esperada y multitudinaria ha acabado en tragedia, después de que un fenómeno denominado como “reventón térmico” provocara el derribo de varias estructuras y dejara al menos un muerto y varios heridos.

La dirección del festival ya alertó estos días que, a diferencia de otras ediciones, no dispararía pirotecnia por la ola de calor que afecta estos días a la Comunidad Valencia. La AEMET activó el aviso nivel rojo por las altas temperaturas en las costas valencianas y alicantinas, y las temperaturas llegarán, en varios puntos, a los 43 grados. Pero este tiempo cálido también iba acompañado de una tormenta seca con rachas muy fuertes de viento, lo que provocó el “reventón térmico”.

El número concreto de heridos se desconoce, ya que, tras el suceso, muchos se fueron en vehículos particulares a centros sanitarios, pero según la Conselleria de Sanidad, al menos 32 personas resultaron heridas, de los cuales cuatro han quedado ingresados, entre ellas una chica de diecinueve años con la columna vertebral rota. Además, un joven de 22 años murió en el acto.

El Ayuntamiento de Cullera, que ha decretado dos días de luto oficial, asegura que el festival contaba con “todos los permisos y garantías administrativas”, mientras desde la Generalitat se señala que las medidas extraordinarias que se habían tomado antes del Medusa eran por la ola de calor.

Desde que comenzara el miércoles hasta mañana domingo, estaba previsto que acudieran unos 320.000 asistentes, con actuaciones, conciertos y sesiones de DJ entre los que destacaban David Gutta, Afrojack o Steve Aoki.

¿Por qué se ha producido la tragedia del Medusa Sunbeach Festival?

Un “reventón” es una corriente descendente, originada en el seno de una nube de tormenta, que puede llegar a ocasionar vientos destructores. Según explica el Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante en sus redes sociales, con situaciones de tormentas de base alta o en su fase de decaimiento, “la precipitación cae a través de una capa de aire seco, evaporándose, haciendo así que el aire descendente se enfríe y pese más que el circundante”.

“Cuando está corriente descendente llega a nivel del suelo y el impulso que ya llevaba se mueve en horizontal en todas las direcciones, lo que se traduce en un fuerte viento”.

Además, con la presencia de una masa de aire muy cálida y muy seca como la de estos días, “provoca que la temperatura en la superficie aumente muy rápidamente, mientras que el punto de rocío y la humedad caen en picado”, explican.