España en llamas
Los incendios se cobran la tercera víctima mortal
El vecino de Losacio, en Zamora, a quien sorprendió el fuego cuando huía en su coche, no pudo superar las quemaduras en el 80% de su cuerpo. Todos los esfuerzos se centran ahora en sofocar las llamas de Alicante y Castellón
Al desastre natural que suponen los incendios que calcinan España y que ya han quemado más de 245.00 hectáreas en lo que va de año, se suman las tragedias personales y materiales. El incendio forestal de Losacio, en Zamora, se ha cobrado una tercera víctima mortal al fallecer un hombre a consecuencia de las quemaduras graves que sufrió cuando huía del fuego en coche el día en el que se declaró el fuego, el pasado 17 de julio.
El fallecido, Eugenio Ratón, decidió huir en su vehículo por su cuenta ante la amenaza que suponía el fuego, antes de que se ordenase la evacuación de la localidad por un lugar seguro, según informaron a Efe fuentes del centro de mando avanzado que se constituyó con motivo del incendio. El hombre, de 65 años y veraneante en Sesnández de Tábara, sufrió quemaduras del 80 % de su cuerpo y fue trasladado muy grave a la unidad de grandes quemados del Hospital Universitario de Getafe.
Con él ya son tres las víctimas mortales de ese incendio en el que también fallecieron un manguerista de una autobomba cuando trabajaba en las labores de extinción en Ferreruela de Tábara, Daniel Gullón, y un ganadero de ovino de Escober de Tábara, Victoriano Antón, que falleció cuando pastoreaba con su rebaño.
Las tres localidades de los fallecidos forman parte de los núcleos de población que integra el Ayuntamiento de Ferreruela de Tábara, cuyo alcalde, Ángel Román, indicó Efe que la Corporación municipal se reunirá para acordar algún tipo de medida de luto oficial tras este último fallecimiento. Lamentó que las desgracias personales «le hayan tocado de lleno al municipio porque por encima de los daños medioambientales lo más importantes son las personas y su fallecimiento es algo irreparable».
El incendio forestal de Losacio en el que se han registrado las tres víctimas mortales se declaró el pasado 17 de julio a causa del rayo de una tormenta y se extendió con rapidez a causa de las altas temperaturas y el viento. El fuego ha afectado a unas 31.500 hectáreas de la Sierra de la Culebra, las comarcas de Tábara y Alba y los valles del Tera y de Valverde y obligó las primeras jornadas a evacuar 31 localidades que sumaban 5.800 vecinos censados por la amenaza que les suponía el humo y las llamas del incendio.
A esta trágica noticia se suma el mal pronostico para los fuegos que todavía continúan activos en nuestro país. A pesar del alivio térmico registrado en España en las últimas horas, las altas temperaturas que aún continúan en algunas zonas, junto a los vientos cambiantes y la humedad, están complicando la extinción de los incendios forestales presentes en diversas comunidades.
Un millar de personas y casi medio centenar de medios aéreos participaban ayer en la extinción de los dos grandes incendios de la Comunidad Valenciana, el de Vall d’Ebo, en Alicante, y el de Bejís, en Castellón, que avanzan y continúan muy activos. El de Vall d’Ebo ha calcinado cerca de 10.000 hectáreas, tiene un perímetro de 65 kilómetros y en su extinción participan 22 medios aéreos. Por su parte, el de Bejís ha arrasado entre 700 y 800 hectáreas, tiene un perímetro de 20 kilómetros y lo combaten 25 medios aéreos por la gran dificultad de la orografía, que impide que actúen medios terrestres.
Lucha sin descanso
Mientras tanto, en Aragón, el incendio de Añón de Moncayo, en Zaragoza, que hasta el momento ya ha calcinado unas 6.000 hectáreas, tardará en darse por extinguido porque queda pendiente la consolidación de los perímetros, alrededor de 50 kilómetros, aunque hoy se esperaba tenerlo controlado, motivo por el cual se reducirá a un máximo de 60 los efectivos en la zona, de donde se retira ya la Unidad Militar de Emergencia (UME).
Mientras tanto, las 1.500 personas desalojadas de los ocho municipios afectados (Añón de Moncayo, Alcalá de Moncayo, Vera de Moncayo, El Buste, Ambel, Trasmoz, Bulbuente y Talamantes) pudieron regresar a sus domicilios.
En la comunidad gallega, que este verano se ha convertido en uno de los territorios más devastados por el fuego, se consiguió extinguir un incendio forestal y todavía quedan otros cinco por apagar, dos en Lugo y tres en Ourense,con 2.338 hectáreas quemadas, según la Consellería do Medio Rural.
Cinco fuegos continúan activos en cuatro concejos de Asturias, aunque todos están controlados y ninguno puede considerarse de importancia o destacado.
Tres de esos incendios llevan activos desde hace una semana, los de Piorno y Loujedo, en el concejo de San Martín de Oscos, y el de Loredo en Villayón, que ya se encuentran controlados, al igual que los de Alles, en Peñamellera Alta, y Castañeo, en Valdés.
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