Catástrofe natural

Los incendios de Valencia avanzan imparables

El fuerte granizo obliga a la retirada de medios aéreos mientras las llamas no cesan. Crece la polémica del tren de Bejís que fue directo al fuego

Una de las zonas afectadas por el incendio de Bejís
Una de las zonas afectadas por el incendio de BejísAlberto SaizAgencia AP

La situación que están viviendo en la Comunidad Valenciana es desalentadora. Los los incendios avanzan imparables y la población continúa en alerta. A la compleja orografía donde se han desatado los principales focos se suma una meteorología que ha ayudado poco a su extinción, pese a que han comenzado ron a registrarse lluvias y granizo que podrían ayudar a controlar tanto el fuego de Bejís (Castellón), que ha llegado a la provincia de Valencia, como el de Vall d’Ebo (Alicante). Menos halagüeña es la previsión del viento que apuntaba a ser fuerte y de direcciones cambiantes, lo que hasta ahora ha generado grandes problemas a los agentes que trabajan en la extinción. Entre el incendio de Bejís y el de Vall d’Ebo ya se han calcinado más de 21.400 hectáreas de superficie y ha obligado a desalojar a más de 3.000 personas así como al corte de once carreteras.

El incendio de Vall d’Ebo, en Alicante, que comenzó el sábado, ha arrasado ya 11.500 hectáreas, según recogía Efe, y ha obligado a la evacuación de unas 1.500 personas. Trabajan en la zona 20 medios aéreos, pero el hecho de que a media tarde se desataron precipitaciones en forma de granizo y agua, les ha obligado a retirarse a sus correspondientes bases.

Sobre el fuego declarado en Bejís (Castellón), la situación no es mejor. Ha llegado hasta la provincia de Valencia, donde afectó a la localidad de Alcublas, y según los cálculos provisionales ha quemado ya 9.900 hectáreas. Alrededor de 1.500 personas han tenido que ser evacuadas. En esta zona trabajan 25 medios aéreos.

Con la mirada puesta en el cielo, los expertos analizan la información facilitada por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) que ha activado la alerta nivel amarillo en toda la Comunidad Valenciana, excepto el sur de Alicante, por tormentas que podrían acumular 20 litros por metro cuadrado en una hora e ir acompañadas de granizo y por posibles rachas de viento fuertes o muy fuerte de componente norte en el litoral. También advirtió de que en las próximas horas, en la zona del incendio de Vall d’Ebo se podrían «disparar tormentas dispersas, no muy organizadas, pero con potencial para generar fenómenos severos».

A los quebraderos de cabeza que en sí están generando estos dos incendios se suma ahora una nueva polémica en relación al tren cuya circulación quedó interrumpida por el incendio de Bejís. Seis personas que resultaron heridas permanecen hospitalizadas, cinco de ellas con quemaduras en el Hospital La Fe, de las que tres están graves, y la sexta en el General de Valencia. El incidente se produjo cuando, ante la presencia de humo, la maquinista decidió volver con el tren en la dirección de origen y durante la maniobra un grupo de viajeros abrió las puertas, rompió ventanas y salió del tren, momento en el que fueron alcanzado por las llamas.

«Estábamos aterrorizados»

El president de la Generalitat, Ximo Puig, aseguró que el caso «está judicializado ya, y por tanto la policía judicial actuará en consecuencia». El trayecto entre las estaciones de Jérica (Castellón) y Sarrión (Teruel) de los trenes de media distancia que unen València Nord y Zaragoza-Miraflores se efectúa ahora por carretera, para evitar la zona del incendio.

Según el testimonio de una de las viajeras que recoge «Las Provincias» la situación que vivieron abordo del tren fue aterradora: «Allí estábamos unas 60 personas y nuestra vida corría peligro en todo momento. Lo que no entendemos es por qué ese tren salió de Valencia cuando el incendio estaba originado desde la noche anterior. Tenían constancia de lo que estaba pasando en todo momento».

En total viajaban 48 pasajeros y, según otro testimonio que publicó «Levante», «fue terrorífico, era el infierno, el tren estaba cercado por las llamas, llevábamos varios minutos parados y no parecía que fuera a arrancar». Paula, de 28 años, logró salir ilesa aunque sí que tuvo que ser atendida por una taquicardia en el centro de salud de Viver.

El PP ha pedido la comparecencia urgente en el Congreso de la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, para informar sobre lo ocurrido. «Es una frivolidad intolerable que la ministra no haya dado ninguna explicación tras 24 horas del episodio de pánico vivido en el tren Valencia-Zaragoza», dijo en Tuiter el portavoz de Transportes del PP, Andrés Lorite.