Sociedad
Las dos cosas que debemos evitar dentro de un coche con tormenta eléctrica
Cuando existe riesgo de rayos hay que tomar unas medidas de seguridad imprescindibles
Septiembre es un mes de cambios. Muchas personas vuelven al trabajo y los niños empiezan de nuevo el colegio. Incluso, el tiempo meteorológico sufre las primeras alteraciones tras varios meses de calor y temperaturas elevadas. Este año, además, las olas de calor han monopolizado los temas de conversación por culpa de lo insoportable que ha sido para muchos alrededor del país.
A finales de agosto y principios de septiembre se produce, así, el cambio de tiempo. Este fin de mes, por ejemplo, la entrada una masa de aire frío procedente de Groenlandia ha causado la primera alteración meteorológica. Septiembre arrancará con un gran descenso de las temperaturas en gran parte del país y un primer fin de semana más fresco de lo normal para la época. Especialmente el oeste de la Península será el que lo sufra en mayor medida.
Ante estos cambios bruscos suelen aparecer algunos fenómenos meteorológicos que pueden causar más de un problema. Las tormentas de esta época, por ejemplo, suelen aparecer de forma repentina descargando grandes cantidades de agua. Estas, además, suelen causar graves destrozos e incluso se cobra ciertas víctimas tanto personales como materiales.
Uno de los mayores temores para muchos es la aparición de una tormenta eléctrica. Estas iluminan el cielo con las descargas causando unos truenos que pueden llegar a asustar a más de uno cuando aparecen con gran virulencia.
¿Es seguro un coche?
Los rayos de las tormentas son capaces de transportar corrientes de hasta 800.000 voltios de tensión. Estas, además, suponen 30.000 amperios que generan calor por valor de 8.000 grados centígrados de temperatura. Con estos datos resulta prácticamente imposible sobrevivir a la caída de uno de estos fenómenos sobre nosotros.
Por este motivo, si nos desplazamos en coche mientras descarga una tormenta con rayos podemos estar completamente seguros. Los automóviles son capaces de hacer pasar los rayos por el exterior de la carrocería hasta el suelo sin causar ningún daño a los ocupantes.
Todo ello fue descubierto gracias al físico Michael Faraday que demostró como una descarga eléctrica en el coche se distribuye por toda la superficie metálica sin afectar. Sin embargo debemos tener cuidado cuando nos encontremos dentro de nuestro vehículo y los rayos caigan cercanos.
No deberemos tocar las partes metálicas del coche y las ventanillas tienen que estar cerradas en todo momento. Además, en caso de que nos caiga un rayo mientras nos encontramos dentro hay que esperar varios minutos antes de salir para evitar posibles problemas. Por último, cabe destacar que mientras exista riesgo de que nos caiga un rayo se deben desconectar todos los elementos electrónicos que no sean imprescindibles.
Así las cosas, si disponemos de un vehículo ante el aviso de tormentas eléctricas este es un gran aliado. Encerrarnos tomando precauciones y esperar será una decisión inteligente.
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