Pandemia

China comienza a aligerar su política de “Cero Covid”

La eliminación de la cuarentena en Hong Kong, primer paso para el fin de las restricciones

Un hombre se realiza una prueba rutinaria de covid en Beijing
Un hombre se realiza una prueba rutinaria de covid en BeijingAndy WongAgencia AP

El mundo está dividido en dos categorías: quienes han decidido convivir con la covid y... China. A pesar de que el número de infecciones es muchísimo menor que en el resto del mundo, la segunda economía del mundo se aferra a su inflexible estrategia de “Cero Covid”, adoptada en 2020. Esta política implica el confinamiento en cuanto aparecen casos positivos, pruebas PCR casi obligatorias cada 72, 48 o incluso 24 horas, así como el cierre de fábricas o empresas y la interrupción de las líneas de producción.

Pero nada –ni el hundimiento de la economía, ni la existencia de vacunas y mejoras en los diagnósticos, ni el creciente aislamiento del país– han convencido a sus dirigentes a cambiar de rumbo.

No obstante, se espera que el país adopte un planteamiento que permita eliminar gradualmente las draconianas restricciones actuales. De hecho, Hong Kong anunció el viernes que suprimirá la cuarentena obligatoria en hoteles para los viajeros internacionales, exigiendo en su lugar que se sometan a un control de tres días en un lugar de su elección. Este paso adelante podría servir de guía para una posible apertura del gigante asiático.

Las razones por las que China no se aparta de sus estrictos controles se encuentran en las entrañas del Partido Comunista Chino, en particular bajo su actual líder, Xi Jinping. Esta política de control, que exige que los casos de infección se mantengan a cero o casi, dejó de ser una cuestión de salud pública hace mucho tiempo. Ahora se trata de política, y por eso es difícil discernir cuándo, o incluso si Pekín la abandonará.

Si aflojara y permitiera que la Covid se desbocara, el sistema chino se vería tan mal como el de las democracias derrotadas, y Xi se vería como otro político incapaz, un simple mortal, y no como el «superhéroe» que lucha contra el virus.

Hasta ahora, se percibía un sentimiento de orgullo nacional por el hecho de que el estricto bloqueo había librado a la población de 1.400 millones de personas de las elevadas tasas de mortalidad observadas en otros países (hasta la fecha se han reportado 5.226 decesos). Sin embargo, ya aflora un cierto descontento de una parte de la población y aumentan las esperanzas de que Xi ceda en su directriz después del 20º Congreso del Partido Comunista del próximo mes, en el que se espera que rompa con los precedentes modernos en el liderazgo de China y reclame un tercer mandato en el poder. Una vez que haya asegurado su posición, se piensa que tendrá mayor flexibilidad para cambiar de dirección.

No obstante, es poco probable que las autoridades chinas inicien la reapertura antes del segundo trimestre del año que viene, ya que primero están tratando de poner en marcha varias medidas, como el aumento de las tasas de vacunación de los ancianos y el incremento de la fabricación de pastillas contra la Covid-19, baratas y efectivas.

Es posible que quieran esperar hasta después de la temporada alta de viajes del Año Nuevo Lunar en febrero y de la sesión parlamentaria del próximo mes de marzo, cuando se haya completado la remodelación de los funcionarios del gobierno, antes de abandonar la estrategia.

Temor a la viruela del mono

En el país asiático las autoridades han emitido una peculiar orden contra la que los ciudadanos han montado en cólera. Un funcionario sanitario chino ha advertido a los ciudadanos de que no entren en contacto con la piel de viajeros extranjeros y recién llegados para evitar la viruela del mono. Por ello, los comentarios del funcionario están siendo criticados en redes sociales por considerarlos racistas y discriminatorios.

El primer caso de viruela del mono se registró en China continental a mediados de septiembre en la ciudad de Chongqing. Se han notificado otros casos importados de infecciones humanas por viruela del mono, 3 en la isla de Taiwán y 1 en la Región Administrativa Especial de Hong Kong, según el informe. Se confirmó que una persona que permanecía aislada debido a las medidas contra el SARS-CoV-2 padecía viruela del mono después de notar una erupción en su piel. A raíz de esto, el principal inmunólogo, Wu Junyu, advirtió a los ciudadanos que no entraran en contacto entre sí con la piel de los extranjeros y los recién llegados del exterior. Tras la publicación de las declaraciones de Wu en el Global Times, varias personas en la plataforma de medios sociales “Weibo” exclamaron: “¡Qué racismo es este!”.

Los responsables chinos del Comité para la Prevención de Enfermedades (CDC) afirmaron posteriormente que el hombre era un vendedor chino de 29 años que había mantenido relaciones sexuales con hombres durante un viaje a Berlín el 2 de septiembre.