Semana del Clima de Nueva York: la transición energética, única respuesta a las crisis

El viernes terminó la Semana del Clima en Nueva York. Este evento se celebra anualmente y reúne a los principales líderes mundiales de gobiernos, empresas y de la sociedad civil. Desde esta aventajada atalaya global, hemos podido comprobar que todo cambia de forma acelerada, inesperada y repentina. Las crisis se suceden, se solapan, se simultanean... y la mejor respuesta a este contexto, quizás la única, es acelerar la transición energética.

En la Asamblea de Naciones Unidas y la Semana del Clima de Nueva York ha habido un gran consenso en que es necesario dar respuestas equilibradas y eficaces ante sus efectos y sus consecuencias: sociales, económicas, climáticas y políticas. Porque, de una forma o de otra, todo está relacionado con todo.

Los efectos del cambio climático son cada vez más patentes y están excediendo las previsiones de los científicos. El cambio climático aumenta el riesgo de sequías, incendios, tormentas, inundaciones y olas de calor. Todos estos eventos están aumentando en frecuencia e intensidad de manera evidente en todo el globo, y están afectando ya a nuestras vidas y a nuestras economías.

La guerra de Ucrania, por su parte, ha trastocado el contexto internacional, tanto desde el punto de vista político como desde el económico y comercial. Los efectos inmediatos y evidentes de la guerra se plasman en la energía o en los cereales, pero también en los minerales, el acero u otras relaciones comerciales.

Los efectos de la guerra son reales, trágicos e inmediatos en el país agredido pero también en las economías y en las políticas del resto de países del globo debido a la interconexión mundial. Nunca antes el orbe estuvo tan interconectado. La crisis ha dejado al descubierto las vulnerabilidades del modelo económico y del sector energético actual.

Así las cosas, es obligado reaccionar, dar respuestas y tomar decisiones. Naciones Unidas lo ha dejado claro, esa necesaria y urgente reacción, para que sea efectiva y duradera, ha de centrarse en la implementación y el desarrollo de medidas de economía verde.

Debemos sustituir los combustibles fósiles por energías renovables urgentemente. Esto ya no es una opción. Es, como dijo Antonio Guterres, secretario general de la ONU, «la única opción creíble para lograr seguridad energética, precios estables y oportunidades sostenibles de generación de empleo».

Ante este mensaje de la comunidad internacional, las empresas tenemos dos opciones: poner palos en la rueda o acelerar la transición. En el Grupo Español de Crecimiento Verde lo tenemos claro: queremos acelerar la transición energética invirtiendo en energías renovables y en «economía verde» para hacer frente a esta crisis.

España tiene los mejores recursos renovables de Europa. Avanzar hacia un sistema energético basado en renovables nos va a dar la ventaja competitiva de tener una energía más económica. Hay que aprovechar nuestra potente base industrial no solo para transformar la matriz energética, sino para crear industrias que se beneficien de esta ventaja. Es más racional traer aquí industrias de alto consumo energético que exportar la energía a terceros países.

Esto es lo que llevamos años defendiendo en el Grupo Español de Crecimiento Verde y que el nuevo equipo directivo queremos potenciar en los próximos años. En estos momentos, ante la acelerada gravedad de las crisis que nos afectan, consideramos que la «economía verde» tiene mucho más sentido que nunca. Es la vía más adecuada y la respuesta más eficaz y duradera. «Sin renovables, no puede haber futuro», señaló Antonio Guterres.

Queremos avanzar en esta dirección, queremos escuchar a otras organizaciones (administraciones públicas, partidos políticos, sindicatos, ONG...), colaborar y crear alianzas, porque consideramos que ésta es la única forma de progresar al ritmo que debemos.

La «economía verde» va a generar enormes oportunidades para nuestro país y es la única forma de avanzar hacia una sociedad más sostenible desde el punto de vista económico, social y ambiental. Porque no hay economía sostenible sin un medio ambiente sostenible.

Gonzalo Sáenz de Miera es presidente del Grupo Español de Crecimiento Verde y director de Cambio Climático y Alianzas de Iberdrola